Imprimir
Número 739
25 de octubre de 2018

INSOSTENIBLE, EL PARADIGMA DE EXTRACCIÓN Y CONTAMINACIÓN DE AGUAS EN LA CIUDAD DE MÉXICO

*Podría significar el fin y colapso de la Cuenca del Valle de México

 

El paradigma de extracción, expulsión y contaminación de aguas que opera en la Ciudad de México es insostenible y exige un rediseño que integre a las comunidades para evitar el colapso de la Cuenca del Valle de México, advirtió la doctora Elena Burns, coordinadora de Planeación del Centro para la Sustentabilidad Incalli Ixcahuicopa(CENTLI) de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
El Túnel Emisor Oriente, impulsado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como la solución a los problemas de desalojo del líquido pluvial y residual, implica cavar túneles cada vez más profundos en una urbe en hundimiento con el principal argumento de drenar agua por bombeo de zonas más hondas y alejadas, lo cual significa grandes inversiones, además de que el proyecto respectivo fue asignado a Grupo Carso sin licitación.
 
La integrante de la organización Agua para todos participó en el Tercer Seminario Internacional Repensar la Metrópoli, que forma parte del Foro Problemas Metropolitanos: Acciones para su Atención con el tema de Vivienda, en el marco de la Cátedra ANUIES Luis Unikel Spector, que del 24 al 26 de octubre tiene lugar en el Auditorio Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez de la Rectoría General de esta universidad. 
 
Los pozos mágicos anunciados por Ramón Aguirre Díaz, titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, tampoco solucionan el problema, pues habría que construir algunos de cien millones de pesos que lleguen dos mil metros por debajo del subsuelo para bombear pocas cubetas del vital líquido, drenadas por tubos que por su extensión se fracturan fácilmente con los sismos, de ahí que el Banco de México y Conagua hayan acordado el crecimiento del Cutzamala.
 
El modelo de la comisión encargada de administrar, regular, controlar y proteger el recurso en el país, tampoco funciona económicamente, ya que tan sólo en bombeo se gasta 25 por ciento del presupuesto federal, además de que se creó de manera indirecta un incentivo que nunca deja sin agua a las colonias donde se paga mejor por el líquido, mientras que en los barrios pobres escasea por mantener tarifas bajas, a lo cual se suma que “entubar zonas lejanas no es costeable para los actuales funcionarios que hicieron del vital líquido una mercancía y olvidaron que es un derecho humano”, añadió.
 
“Vivimos una situación inédita, pues si se aprueba el nuevo aeropuerto será el fin de la cuenca de México, de eso no existe duda”, advirtió la especialista, quien hacoordinado la elaboración de más de 50 planes y ordenamientos territoriales y ambientales, incluyendo el plan hídrico de la cuenta Amecameca y La Compañía.
 
Resulta urgente frenar la hiperurbanización y disminuir la demanda de agua, lo cual podría reducir el déficit hídrico en 50 por ciento, aunque lo ideal es saber cuánta hay para asignar un número real de litros por ciudadano y rediseñar la distribución para garantizar a cada hogar ese volumen.
 
Además es necesario fortalecer sistemas comunitarios, la construcción de sujetos de sustentabilidad, la justa planeación para la equitativa distribución y construir alternativas que integren comunidades organizadas junto a chinamperos, ejidatarios forestales y funcionarios para analizar la problemática desde distintas perspectivas y generar una planeación estratégica en la materia.
 
El doctor Gustavo Garza Villarreal, profesor investigador del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, dijo que la ciudad es un colosal factor de producción que genera 23 por ciento del producto nacional y casi una tercera parte de todo el sector de comercio y servicios, que experimenta desde hace 50 años la cuarta revolución industrial que no es más que la transformación terciaria.
 
Las actividades económicas tienden a realizarse en la zona central, debido a la traza de los principales ejes y avenidas que han favorecido la transportación de productos, y porque es allí donde se garantiza el suministro de agua, energía eléctrica y redes telemáticas.
 
En 2008 la ciudad consumió 190 mil barriles diarios de hidrocarburos, predominando la gasolina con 73 por ciento del total, indispensable para mover los 6.9 millones de automóviles que circulan diariamente.
 
Además 70 por ciento de la población emplea transporte público masivo en rutas casi todas circunscritas a la Ciudad de México, y cuya parte central es el nodo más privilegiado del sistema de transporte radial al centro y reticular en las demarcaciones, siendo el Metro el que capta 67 por ciento de los viajes, el RTP el 12 por ciento y el Metrobús 10 por ciento.
 
La maestra Silvia Emanuelli, coordinadora de la Coalición Internacional del Hábitat, Oficina para América Latina, dijo que el panorama es desalentador aun cuando se mantiene viva la esperanza de que las cosas cambien con otras propuestas.
 
También destacó lo planteado por Agua para Todos como la necesidad de democratizar las decisiones y emprender una revisión pública de los gastos, así como impulsar la participación ciudadana para romper con el mito de que sólo las opiniones ingenieriles importan.