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Número 673
29 de septiembre de 2018

GRÁFICA DE LA LUCHA LIBRE, SIN LÍMITE DE TIEMPO

*La muestra colectiva estará abierta hasta el 5 de noviembre en la Unidad Xochimilco

 

La Lucha libre, sin límite de tiempo, un espectáculo declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, es interpretada en grabados en xilografía-laser y linóleo a partir de cuadriláteros, iconos enmascarados y otros motivos de un elemento vital de la cultura popular nacional.

 

La muestra colectiva –inaugurada el pasado viernes 21 de septiembre en el vestíbulo de la Biblioteca Ramón Villarreal de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)– presenta 38 piezas en pequeño formato que dejan ver parte de la identidad del pancracio mexicano: gladiadores con capa, máscaras lustrosas y otras referencias a personajes históricos, míticos y fantásticos captados en imágenes que aluden a su nombre o a las llaves más connotadas de un oficio rudo y crudo.

 

Imaginación y mito convergen en Fishman, de Gonzalo Becerra, que alude al luchador coahuilense José Ángel Nájera Sánchez, quien debutó el 8 de diciembre de 1972 en la Arena México, la catedral de esta práctica. Villano III, de Edel Wilbert, esboza facetas en el ring de Arturo Díaz Mendoza, distinguido en el gremio por sus habilidades con La magistral, el Cristo negro y la Media cerrajera.

 

El Banquete, creación de Armando Romero, ilustra la escena bíblica de la última cena con luchadores alrededor de la mesa, y Dinora Palma homenajea con El gran Aníbal a una leyenda de los cuadriláteros y campeón mundial de los pesos medios que fue parte de los denominados Tres Caballeros del entarimado; además es posible observar máscaras de gladiadores: El Matemático, Solar, As Charro, Ultraman, Tinieblas, Fantasma, Satán, Súper Muñeco, entre otras figuras.

 

La exposición forma parte de un proyecto de Fernando López Enríquez, quien convocó a un centenar de artistas para desarrollar éste y otros temas, con la idea de que “la lucha libre ha sido un resabio entre deporte y espectáculo, afición nacional que ostenta protagonistas ataviados con trajes anacrónicos y de colores que componen una gama tropical”, comenta Andrés de Luna Olivo.

 

El panorama se ramifica al mostrar el talento de grabadores mexicanos que valiéndose de la técnica retratan elementos ilustrativos de la vida cultural del país, ante “el hecho de que en los últimos 20 o 30 años las artes plásticas se han beneficiado con la presencia de estos combatientes, lo mismo en el trabajo de fotógrafos reconocidos que de pintores o cineastas que han logrado imágenes espléndidas”, añadió el profesor del Departamento de Teoría y Análisis de la Unidad Xochimilco.

 

La serie estará abierta hasta el 5 de noviembre para celebrar una de las prácticas más populares en México, una escena teatral generada en la arena a dos de tres caídas cuyas historias han sido descritas por cronistas de la talla de Carlos Monsiváis y Juan Villoro.