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Número 671

20 de diciembre de 2019

EGRESADO DE LA UAM DISEÑÓ BRAZALETE INTERACTIVO

PARA NIÑOS CON CÁNCER

*Ayuda a disminuir el estrés, la angustia, el miedo y la ansiedad antes y durante la aplicación

de la quimioterapia

 

Rodrigo Medina Castillo, egresado de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), creó un brazalete interactivo para niños con cáncer que ayuda a disminuir el estrés, la angustia, el miedo y la ansiedad antes y durante la aplicación de la quimioterapia.

 

Al ser sobreviviente de cáncer infantil y estudiar una carrera vinculada con la actividad creativa, el ex alumno tuvo siempre la idea de desarrollar un proyecto relacionado con el tema, desde dos grandes áreas de intervención; la parte médica y científica, y la psicológica y emocional.  

 

Si bien la oncología pediátrica ha generado tratamientos cada vez más eficaces y la tecnología ha impulsado la creación de aparatos médicos más avanzados, es importante tomar en cuenta el impacto emocional en los pacientes, una vez que inician su tratamiento.

 

“Hay un malestar físico, pero también desde la psicooncología se ha estudiado que la existencia de un impacto emocional durante la terapia puede tener ciertas consecuencias que acompañan al paciente por el resto de su vida. Al cambiar la percepción se reduce la resistencia al tratamiento, los estudios tienen menor tasa de repetición y se fortalece la capacidad resiliente de la persona".

 

Por ello, el prototipo se apoya de herramientas psicológicas que implican la participación activa de los niños mediante la distracción cognitiva, la imaginación, la modificación del recuerdo, el entretenimiento conductual y la realidad virtual.

 

El brazalete se coloca en el antebrazo y tiene en su parte interna un panel de iluminación de leds que encienden de manera estática, secuencial o aleatoria en la misma dirección en la que corre el medicamento, lo cual genera la ilusión en el niño de recargarse de un poder representado por un color: energía (azul), alegría (amarillo), fortaleza (verde) y valentía (rojo).

 

El joven diseñador enfatizó que para que el proyecto tuviera sentido debía documentarse y hacer una investigación más profunda para que no se basara en su experiencia personal, sino en la realidad que viven muchos de los enfermos con cáncer que tienen entre cuatro y diez años de edad. 

 

Durante el análisis se identificaron los sentimientos negativos más comunes que tienen los pequeños al momento de pasar por estos tratamientos que son miedo, tristeza, enojo y cansancio. Posteriormente se buscó transformarlos en conceptos positivos que contribuyeran a cambiar la percepción. 

 

El brazalete cuenta con carcasas intercambiables de plástico de alto impacto que se fijan de manera magnética y con diseños de personajes infantiles –superhéroes, princesas y personajes animados– con la intención de que el pequeño pueda sentir que es uno de esos seres fantásticos durante las sesiones.

 

La batería es recargable y se alimenta a través de un puerto micro USB, lo que da un beneficio económico y ambiental, y permite un tiempo de uso continuo de cuatro a cinco horas, ya que en promedio una sesión de quimioterapia ambulatoria tiene una duración de una a tres horas.

 

"Los niños viven una realidad que es el cáncer y eso no se puede modificar, y tampoco se trata de engañarlos, pero sí podemos cambiar su percepción para que puedan pasar por el procedimiento médico de una mejor manera”.

 

La distracción cognitiva se da cuando el paciente tiene la sensación de que el medicamento le transfiere poderes; la imaginación se desarrolla al creer que puede ser un superhéroe o una princesa, y el hecho de que el niño pueda elegir la carcasa, refuerza su sentido de autonomía.

 

La modificación del recuerdo a través de la reestructuración cognitiva permite identificar sus estados de ánimo y sustituir sus pensamientos y recuerdos negativos por positivos, debido a que cada concepto se encuentra ligado a un estado de ánimo que puede ser representado gráficamente por íconos (caritas).

 

El prototipo del brazalete interactivo para niños con cáncer podría quedar listo en un mes y sólo falta afinar algunos detalles relacionados con los materiales y la reducción de costos para que se lleve a producción y sea probado en alguna institución médica.  

 

“Mi idea es iniciar en el Hospital Infantil de México y gestionar la autorización correspondiente. Para mí sería maravilloso dar el banderazo de salida del proyecto ahí porque fue el lugar donde me atendieron”.

 

Rodrigo Medina Castillo fue uno de los tres ex alumnos de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Unidad Xochimilco de la UAM que recientemente recibió diploma y registro de patente y propiedad industrial por el prototipo desarrollado durante el último año del programa de estudios.

 

Para el egresado, la UAM representa una institución que promueve el desarrollo de sus estudiantes mediante el pensamiento crítico y con responsabilidad social y ambiental. 

 

“En la Universidad obtuvimos esa capacidad de investigar, observar e identificar problemáticas, a partir de lo cual podemos acercarnos a la población y tener herramientas que nos ayuden a identificar cómo podemos intervenir y tratar de mejorar la calidad de vida mediante un objeto”. 

 

Medina Castillo agregó que como alumnos es muy importante confiar en los proyectos que se llevan a cabo y creer en su potencial para trascender, de ahí la importancia de elegir un tema que les apasione para poner todo el empeño.