Encabezado
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Número 668

24 de diciembre de 2020

EL RETO DE VIVIR LA UNIVERSIDAD EN CASA HA IMPLICADO MANTENER

EL ENFOQUE Y EL INTERÉS

*Jóvenes compartieron sus experiencias durante el aislamiento en las Jornadas universitarias

de la Unidad Azcapotzalco  

En apenas unos meses, la vida cambió por completo, al dejar de vivir la universidad en forma presencial; reír con compañeros y amigos; socializar, o estudiar en compañía, pues de pronto, el coronavirus COVID-19 modificó todo, relató el youtuber Jan Bonhensteffen durante las Jornadas universitarias de reflexión sobre la pandemia, realizadas por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).  

 

La actividad virtual reunió a integrantes de la comunidad para hablar sobre su sentir y sus preocupaciones al estudiar en la modalidad remota, así como las estrategias que han desarrollado para llevar las clases e intercambios académicos con éxito. 

 

“Todo eso era parte de la vida como la conocíamos y nunca pensamos que podría cambiar tan rápido, sin embargo, en algún momento llegó este virus y debimos modificar nuestros hábitos de un día para otro”, dijo Bonhensteffen, invitado por la Unidad Azcapotzalco para participar con el tema ¿Cómo vives la universidad desde casa?  

 

Así fue como “entramos a un mundo desconocido, al aislamiento que impide ver a los amigos y a permanecer siempre solos y aburridos”, pero existen tácticas y cada uno ha necesitado identificar cómo adaptarse a la situación, que para él ha sido más llevadera con la lectura, la meditación y la práctica de la atención plena, ya que “antes no estábamos acostumbrados a estar tanto tiempo solos en casa y ahora pensamos cómo aprovecharlo para que en cinco años digamos: esto resultó una bendición, porque aprendí”.  

 

En sus intervenciones y comentarios, miembros de la colectividad compartieron que el cambio ha sido difícil, pues muchas veces no se cuenta con los recursos suficientes y hay que lidiar con el estrés, la ansiedad y el cansancio, además de las fallas en Internet, con interrupciones constantes y una organización nueva desde casa. 

 

Los jóvenes refirieron como una de las mayores dificultades mantenerse enfocados, así como con el interés y la concentración en sus clases; otro desafío ha sido procurar la salud mental, en un contexto de noticias desalentadoras por todo lo que ha ocurrido durante la contingencia.  

 

Aun cuando reconocieron los obstáculos de la modalidad de enseñanza remota, algunos señalaron que el encierro ha implicado también una oportunidad para hacer una pausa, preguntarse hacia dónde van y dirigir sus esfuerzos a encontrar maniobras pedagógicas y de aprendizaje nuevas.  

 

Bonhensteffen concluyó que “es muy importante entender que nos toca romper el círculo vicioso, pues no vamos a poder cambiar esto de un día para otro, pero lo que sí podemos hacer es modificar nuestra actitud frente a cualquier escenario, reconocer la propia responsabilidad de definir cuáles van a ser nuestros pensamientos y no autosabotearnos ni hacernos la vida más difícil”.