El titular de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), doctor Eduardo Peñalosa Castro, anunció hoy el establecimiento de un Sistema Integral de Seguridad y Protección Civil para esta casa de estudios y reabrió el acceso peatonal a las instalaciones de la Rectoría General, que fue objeto de trabajos de mantenimiento y reparación luego de los sismos del pasado 19 de septiembre de 2017.
 
Durante la ceremonia ante autoridades y miembros de la comunidad universitaria fue entregado equipo al comité interno de las brigadas de protección civil y quedó instalado el Sistema Integral de Seguridad y Protección Civil de la institución, cuyo objeto es aplicar medidas que garanticen la integridad física de los miembros de la comunidad universitaria.
 
Además ya se encuentran en operación planes de atención, emergencias y contingencias UAM, así como un sistema de información, en respuesta a “los trágicos hechos ocurridos el año pasado, que acusaron necesidades impostergables que como sociedad debemos enfrentar ante cualquier contingencia”.
 
Una vez solventada la problemática, la Rectoría General y las unidades académicas “decidimos emprender acciones y protocolos para reducir los posibles riesgos, ya que la Ciudad de México está expuesta a un gran número de desastres naturales y debemos estar preparados con planes y capacitando a nuestros cuadros, algo que ha sido siempre una prioridad institucional”.
 
Cuatro simulacros serán efectuados en lo que resta del año, iniciando el próximo miércoles 19 de septiembre, cuando se conmemorará a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017, debido a que “son sucesos que nos han obligado a adoptar nuevas metodologías y programas diseñados específicamente para estas situaciones, conscientes de que la protección civil debe ser una prioridad en una población donde convergen más de 50 mil personas”.
 
El doctor José Antonio De los Reyes Heredia, secretario general de la Casa abierta al tiempo, agradeció la participación de los trabajadores involucrados en las reparaciones de daños ocasionados por el terremoto, pues “todo lo que se hizo nos lleva a estar en una instalación que ha sido renovada y aunque requirió de varios meses, las necesidades materiales han sido satisfechas”.
 
Durante el último año en la UAM se elaboró un sistema que coloca como ejes principales la autoprotección y el seguimiento de las reglas de actuación en caso de emergencia y/o contingencia, la capacitación de personal, la participación entre unidades y la colaboración gubernamental federal y local, entre otros de carácter permanente.
 
De lo anterior se derivaron cuatro programas de prevención, mantenimiento, análisis de riesgo y corrección y reacción, y para ello se integró un grupo de 90 trabajadores administrativos de la Rectoría General con quienes se configuraron brigadas que serán las encargadas de ejecutarlo, capacitadas en protección civil, primeros auxilios, evacuación, búsqueda y rescate, combate de incendios y protocolos de la UAM.
 
El personal de vigilancia tomó un curso en prevención y combate de incendios, “se formaron las brigadas de primeros auxilios, búsqueda y rescate, prevención y combate de incendios, evacuación multifuncional, comunicación, enlace institucional, servicios generales, revisión de inmuebles y de daños que entran en función a partir de este momento”.
 
De los Reyes Heredia mencionó que la estación radiofónica institucional UAM Radio 94.1 FM fue dotada de nuevo equipamiento de la alerta sísmica por su frecuencia de FM, que será activada en los subsecuentes simulacros y emergencias.
 
Además se actualizó el sitio Web con las reglas de actuación de protección civil, la instalación de equipos de seguridad y botiquines de primeros auxilios, camillas, sillas de ruedas y pantallas con información relacionada, así como el funcionamiento del número de emergencias institucional con la marcación 999.
 
El maestro Xavier Palomas Molina, director de Obras de la UAM, explicó que aunque la estructura principal de la Rectoría General no colapsó “quisimos ser muy cuidadosos con la revisión, por lo que tomamos la decisión, junto con un grupo de especialistas, de bajar la techumbre con el fin de revisarla en todos sus nodos y barras, renovando todos los tornillos y dando un mantenimiento integral”.
 
También fue desarmada la celosía sostenida por una estructura metálica que no sufrió ningún tipo de daño estructural, pero con laboratorios especializados “revisamos las uniones, columnas, vigas y cimentaciones, afortunadamente sólo se reportó una deformación motivada por el esfuerzo que generó el movimiento de la techumbre y lo que hicimos fue asegurarla mejor”.
 
Más tarde se reabrió el acceso a la Rectoría General y se realizó un recorrido donde se dieron a conocer las bitácoras de mantenimiento, el mapeo de instalaciones que señalan las rutas de evacuación, zonas de menor riesgo, puntos de reunión, la unificación de los protocolos de actuación, las bases de activación así como la clasificación de los riesgos inherentes a la edificación.