Encabezado
Imprimir

Número 591

17 de noviembre de 2020

LA VACUNA CONTRA LA INFLUENZA PROTEGERÍA DEL COVID-19, AUN EN GRADO MÍNIMO

*También reduce la ocurrencia de otras enfermedades, apuntó experto en el Ciclo: Lunes en la Ciencia, de la UAM

La vacuna contra la influenza, no sólo reduce de manera sustancial el riesgo de padecer esta enfermedad, sino que podría facilitar el trabajo del personal médico para enfocarse en atender a los pacientes con COVID-19, destacó el médico Eric Ochoa Hein, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
 
“Entre los beneficios está la reducción de hospitalizaciones, infartos cardiacos y cerebrales, episodios graves –en particular en gente mayor de edad– y muertes”, explicó en el Ciclo virtual: Lunes en la Ciencia, que organiza la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). 
 
En el periodo 2018-2019, 97 por ciento de mexicanos que fallecieron por influenza en hospitales no estaba vacunado, además de que la inmunidad de rebaño –derivada de una vacunación masiva– reduce las posibilidades de enfermar y contagiar a otros, lo cual abatiría la tasa de casos y preservaría la infraestructura médica, los recursos humanos y los materiales.
 
El investigador adscrito a la subdirección de Epidemiología Hospitalaria y Control de la Calidad de la Atención Médica refirió la posibilidad de que algún mecanismo cruzado de la vacuna tenga un efecto en las defensas que permita a la vez proteger, aunque sea en un menor grado, del COVID-19.
 
Un estudio recién publicado en Brasil demostró que puede haber una reducción de infección por el nuevo coronavirus, pues aquellas poblaciones que se vacunaron contra la influenza tuvieron menos casos de SARS-CoV-2 en todos los rangos de edades, por lo que es recomendable aplicar esa medida para que el organismo tenga tiempo de generar defensas.
 
Una inmunización en la temporada en que todos se contagian, el desfase provocaría un riesgo más alto de exposición del virus o de contraer la enfermedad unos días antes de aplicarse la dosis, lo cual haría que el paciente asocie la causa con la vacuna, ya que algunos presentan efectos adversos –fiebre, gripe o tos– pero lo relevante es que esto es pasajero y puede mitigarse con medicamentos económicos que no requieren receta médica, precisó el doctor Ochoa Hein.
 
El especialista en infectología destacó que los síntomas de la influenza y del COVID-19 son similares, aunque a éste se suman la falta de olfato y de gusto, lo cual orienta a los médicos, sin embargo, no necesariamente es el diagnóstico, porque otros virus ocasionan gripe y los mismos malestares.
 
En la influenza pueden aparecer más rápido molestias graves y se calcula una letalidad de 1.1 por ciento, contra hasta tres por ciento en el COVID-19, aunque hay todavía “muchos datos que vamos aprendiendo día con día; algo que toma más auge es lo que llamamos inóculo, es decir, la cantidad de virus presente en las secreciones respiratorias”, cuya concentración se asocia a la capacidad infectante.
 
Los lugares cerrados, poco ventilados y donde coexistan varias personas por un tiempo prolongado sin que se procure la sana distancia ni el uso de cubrebocas crean escenarios con una gran nube de virus, lo que facilita la infección.
 
El virus de la influenza se transmite por gotas generadas al hablar, estornudar o toser, o por contacto; el SARS-CoV-2 utiliza además aerosoles –partículas finas originadas al toser o estornudar en lugares cerrados– de ahí que el potencial de contagio sea mayor.
 
La transmisión puede ocurrir desde dos o tres días antes de que aparezcan las señales del padecimiento, por lo que es importante portar el cubrebocas “cuando estamos acompañados, asumiendo que cualquiera podría tener el virus, aunque no lo manifieste”. 
 
A pesar de que aún no se sabe si existe coinfección de ambos virus en una persona, ejemplos en la naturaleza revelan cómo microorganismos diferentes coinciden en un mismo individuo y producen males diversos, pero no se conoce la frecuencia con la que alguien puede padecer influenza y COVID-19 a la vez. El rinovirus y el enterovirus causan gripes comunes que se confunden con influenza y, en esta temporada, con coronavirus.
 
Ochoa Hein advirtió que el COVID-19 podría convertirse en endemia, es decir, que al final se establezca y surja cada cierta temporada, igual que la influenza. “Aún no sabemos si tendrá un comportamiento estacional, pero lo anticipamos porque es algo que comparten todos los coronavirus”, dijo en la ponencia COVID-19 + influenza= ¿La otra nueva normalidad?
 
Audio de la Conferencia.