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Número 558
13 de agosto de 2018

DESIGN THINKING, MODELO SUPERFLUO CARENTE DE METODOLOGÍA TEÓRICA

  *Especialistas ponen en duda su efectividad con el libro ¿Design thinking? Una discusión a nueve voces

 

El Design thinking puede ser un modelo superfluo y no dirigido verdaderamente a las personas como sus teóricos lo han dejado ver, afirmó la doctora Angélica Martínez de la Peña, académica del Departamento de Teoría y Procesos del Diseño de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Durante el seminario Design Thinking: una aproximación interdisciplinaria, abundó que se trata de un sistema que busca que sus integrantes lleguen a una zona de reflexión mayor, pero se auto corrompe para convertirse en una lotería de ideas con una gran posibilidad de no encontrar ninguna propuesta satisfactoria.

 

Coautora del libro ¿Design thinking? Una discusión a nueve voces, en el que con mirada crítica especialistas ponen en duda su efectividad, principalmente por la superficialidad de propuestas, mencionó que diferentes instituciones las emplean solo para posicionarse en el mercado pero no por haberlo pensado como la mejor opción.

 

Para la doctora Carmen Tiburcio García, Coordinadora de la Maestría en Diseño Estratégico e Innovación de la Universidad Iberoamericana-Puebla y también coautora del libro mencionado, esa disciplina carece de una metodología teórica de respaldo.

 

La egresada de la Licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica de la Unidad Azcapotzalco de la UAM cuestionó además que dicho modelo ha sido absorbido por diferentes especialistas por su carácter lúdico y por la falta de presupuesto para desarrollar una investigación seria.

 

El doctor Ramón Esqueda Atayde –otro de los autores de la obra–, explicó que el modelo Design thinking se ha convertido sólo “en una lluvia de post it que se pegan en la pared para sacar de ese ejercicio una opción”.

 

El profesor de la Maestría en Diseño, Información y Comunicación de la Unidad Cuajimalpa dijo que académicamente carece de elementos solidos que sustenten al modelo, pues enfatizó que todos los libros que ha consultado imprimen ideas básicas que no terminan de consolidarse. Ejemplificó con el término de empatía, que los libros simplemente lo explican “como ponerse en los zapatos del otro”.

 

Desde el ámbito profesional encontró que las empresas obligan a que cada gerente en las reuniones corporativas llegue con 50 ideas sobre cualquier tema y entonces ya en suma con sus demás compañeros se obtendrían unas 250 de las cuales alguna puede ser la que resuelva algún problema.