Imprimir

Número 536

1 de noviembre de 2019

EL AVANCE DE LA TECNOLOGÍA PUEDE CONTRIBUIR

A UNA NUEVA FORMA DE SER HUMANO

*En poco tiempo habrá humanoides con la capacidad de pensar y tomar decisiones

 

La tecnología ha tenido un crecimiento exponencial que, a la par de la reducción de costos, ha abierto una veta hacia una simbiosis que podría derivar en una nueva forma de ser humano, afirmó el maestro Javier Palacios Neri, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Al impartir la conferencia Desarrollo y antecedentes de la robótica, dentro del programa La Metro en el Metro. Un paseo por el conocimiento, refirió que el desarrollo tecnológico adquiere cada vez mayor relevancia en todos los aspectos de la vida y prueba de esto es su poder transformador para diseñar manos y piernas.

 

En el auditorio Un paseo por los libros del Pasaje Zócalo Pino Suárez del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, el docente del Departamento de Producción Económica de la Unidad Xochimilco de la UAM recordó los primeros intentos para crear autómatas en el siglo XVIII: en 1739, el pato tragón, capaz de realizar las funciones básicas de alimentación y de interacción con el exterior, podía deglutir comida, digerirla y excretarla, gracias al conocimiento del ingeniero francés Jacques de Vaucanson; o el cisne plateado de tamaño natural concebido en 1773 por el relojero belga John Joseph Merlin.

 

Desde entonces estos experimentos buscaban construir un cuerpo que funcionara de manera similar al humano, pero el término robot fue introducido en la obra teatral de ciencia ficción Rossum´s Universal Robots (Rossumovi univerzální roboti), escrita en 1920 por el checo Karel ?apek.

 

La trama versa sobre un personaje que no dormía, no comía y que no tenía sentimientos. El mérito de la obra estrenada en teatro en 1921 fue haber trasladado la palabra robot –derivada de robota– al inglés después de su estreno en Nueva York en 1922 y en Londres al siguiente año, y a todos los idiomas en los que alguna vez se ha escrito ciencia ficción.

 

Palacios Neri señaló que en la era moderna Japón, Estados Unidos y Alemania han desarrollado robots más sofisticados.

Gakutensoku, primer robot japonés construido por Nishimura Makoto, era capaz de escribir menajes en un papel y cambiar la expresión de su rostro, fue presentado en la Gran Exposición de Kioto en conmemoración de la coronación imperial de 1928.

 

De 1966 a 1972, Charles Rosen del Centro de Inteligencia Artificial del Instituto de Investigación de Stanford dirigió el proyecto Shakey, que fue el primero que contaba con un sistema integrado de inteligencia artificial, por lo que era capaz de razonar sus acciones.

 

Asimo fue un robot humanoide desarrollado por la empresa japonesa Honda presentado en 2000 capaz de reconocer el entorno exterior detectando sonidos y movimientos a su alrededor, así como de comportarse de manera autónoma en respuesta a estímulos externos y de mantener equilibrio en su postura.

 

Actroid-DER1 es un tipo de androide (robot humanoide) con aspecto muy parecido al humano, responde a comandos en japonés, chino, coreano e inglés, fue desarrollado por la Universidad de Osaka, Japón, y su presentación ocurrió en la Exhibición Internacional de Robots de 2003 en Tokio.

 

“El desarrollo de autómatas ha sido vertiginoso y ahora hay pequeños del tamaño del ojo de una mosca y se está en la fase del uso de la inteligencia artificial, lo cual significa que en poco tiempo tendremos humanoides con la capacidad de pensar y tomar decisiones, por eso el futuro es de la tecnología”, concluyó.