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Número 509
23 de julio de 2018

ALUMNOS Y ACADÉMICOS DE LA UAM CONTRIBUYEN

A LA SALUD BUCAL DE LA SOCIEDAD

*Las Clínicas Estomatológicas de la UAM atienden a unos 1,600 pacientes por trimestre

 

*La prevención resulta más barata que los tratamientos, sostiene Patricia Enzaldo

 

Desde 1976, cuando fueron inauguradas, las Clínicas Estomatológicas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) han sido un espacio donde los estudiantes de esta disciplina han conocido “de primera mano los padecimientos de la población y aplicado sus conocimientos de inmediato”, en concordancia con el propósito institucional de formar cirujanos dentistas altamente capacitados y atender las problemáticas de salud bucal de la sociedad, expuso la doctora Patricia Enzaldo de la Cruz.

 

La coordinadora de los Laboratorios de Diseño y Comprobación de la Unidad Xochimilco destacó que con la aplicación de un modelo –que en sus inicios fue innovador por sus características– la Casa abierta al tiempo cumple una de sus propuestas fundacionales: contribuir a resolver las problemáticas reales de la población.

 

En la actualidad este servicio es brindado en cuatro instalaciones –ubicadas en el municipio de Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México; el centro de la Delegación Tláhuac, y dos en Xochimilco: en San Lorenzo Atemoaya y San Juan Tepepan– cada una con 19 unidades dentales, dos de ellas destinadas a procedimientos quirúrgicos y un aparato para radiografías extraorales, mejor conocido como ortopantomógrafo, una tecnología digital de impresión de imágenes promotora de prácticas sustentables al evitar el uso de químicos reveladores.

 

Las Clínicas disponen de dos dispositivos para radiografía intraoral de uso rutinario y necesarios para el diagnóstico, la planeación y el tratamiento de procedimientos de endodoncia, entre otros, así como de equipos digitales para el procesamiento de las radiografías intraorales, indicó la también académica de la Licenciatura en Estomatología.

 

Dos autoclaves permiten la esterilización del instrumental y materiales utilizados; computadoras y otro tipo de aditamentos administrativos posibilitan la atención clínica, además de la disposición de áreas para el manejo de modelos de estudio o la elaboración de aparatos protésicos y de ortodoncia preventiva o interceptiva.

 

En cada instalación son desarrolladas actividades de docencia de las unidades de enseñanza aprendizaje del área clínica; de investigación formativa y generativa, y de servicio a pacientes, debido a que “básicamente están enfocadas a la capacitación de los alumnos, con el fin de que a través de la práctica adquieran mejores habilidades y destrezas”, indispensables en su formación profesional.

 

Los habitantes de las comunidades aledañas constituyen el foco central de atención, que también abarca a quienes la requieran, con independencia de donde provengan o si cuentan con algún tipo de seguridad social, de modo que “nosotros no distinguimos si son o no derechohabientes, pero sí tenemos limitaciones por tratarse de un programa académico que no posee capacidad de respuesta a todas las solicitudes”.

 

Los alumnos brindan la asistencia, siempre bajo asesoría, supervisión y guía de los profesores-investigadores; algunos son asignados como responsables, directores o jefes permanentes, y en las consultorías participan docentes de la Licenciatura en los términos que señala el plan de trabajo, es decir, “alternando sus visitas con clases teóricas en la Unidad”.

 

También son llevadas a cabo actividades diagnósticas, curativas y de promoción de la salud y la rehabilitación por jóvenes, según su etapa de estudios clínicos, que inicia en el cuarto trimestre, configurando equipos de trabajo multinivel de entre tres y cinco miembros, los cuales atienden las necesidades terapéuticas de los pacientes de acuerdo con el nivel de complejidad.

 

La prevención de enfermedades es un aspecto esencial, por lo que se orienta en cuanto al cuidado de la salud bucal para evitar la aparición de caries, afecciones en las encías y demás tejidos de la boca mediante limpiezas profesionales y técnicas de cepillado.

 

Este modelo de previsión constituye “una de nuestras fortalezas y un factor elemental debido a que resulta más barato que curar o seguir tratamientos largos y costosos”, si se considera que no es suficiente con restaurar un diente, sino que se requiere un mantenimiento óptimo de higiene bucal para conservar las piezas rehabilitadas en condiciones adecuadas.

 

Los procedimientos de detección o eliminación de lesiones cariosas y restauraciones consisten en la aplicación de resinas, amalgamas, incrustaciones, extracciones, reposición de piezas mediante aparatos protésicos fijos, removibles o dentadura total, así como métodos de endodoncia y periodontales.

 

Entre las afectaciones más comunes en adultos están las de índole periodontal, cuyo daño se localiza en los tejidos de soporte del diente, por lo que se busca detener la movilidad ante la pérdida de apoyo de la pieza y para mantener las funciones; “la intención es dar de alta a la persona luego de haber solucionado su problemática con intervenciones de la más alta calidad”.

 

La gente cubre cuotas de recuperación pequeñas con la idea de que las Clínicas representen una opción de bajo costo y resuelven padecimientos que no son posibles de tratar en los centros de salud pública ni en los de primer nivel, los cuales se limitan a ofrecer determinadas técnicas, recalcó la investigadora.

 

Cada una aplica tres programas fundamentales de servicio: los de atención integral a niños y a adultos, y el enfocado a urgencias, al que acuden quienes presentan casos agudos con síntomas de dolor intenso y/o inflamación; que repentinamente manifiesten malestar; que lleguen por primera vez, o canalizados por una institución pública o privada.

 

La mayoría comprende males de relevancia, sea por dolores intensos o procesos infecciosos graves con inflamación, que en general concluyen con extracciones o métodos de endodoncia y en muchas ocasiones continúan con un tratamiento completo de más de una sesión.

 

El Proyecto Comunitario Odontología para el Bebé –especializado en pacientes de cuatro a 36 meses de edad cuyo objetivo es evitar las caries a edad temprana– surgió impulsado por docentes en la Unidad de San Lorenzo Atemoaya y destaca como el primero en su tipo en la Ciudad de México.

 

Entre 500 y 520 alumnos laboran en los siete servicios que la UAM brinda en los cuatro centros, en turnos matutino y vespertino, con excepción del localizado en Ciudad Nezahualcóyotl, que funciona sólo por la mañana; entre tres y cuatro pasantes efectúan trabajo de servicio social y el primer horario es el que registra más sobrepoblación, lo que en ocasiones deriva en falta de espacio.

 

Por haber sido creadas para la formación académica, en las Clínicas tienen prioridad los estudiantes; cada una registra dos profesores de base y uno de grupo todos los días, sumando un total de 58 trabajadores, entre auxiliares de intendencia, secretarias, vigilantes, asistentes administrativos, técnicos clínicos o dentales, directores, jefes de servicio y técnicos académicos.