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Número 507

18 de octubre de 2021

ALUMNAS DE INGENIERÍA QUÍMICA DE LA UAM GANARON

LA UNIVERSITY ENTREPRENEUR BATTLE

*La competencia es convocada por el gobierno de Jalisco y Talent Land Digital 2021


Con el proyecto BiOH Solutions, Gabriela Selene García Mendoza y Raquel Robles Dorantes, alumnas de la Licenciatura en Ingeniería Química de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ganaron la University Entrepreneur Battle, convocada por el gobierno de Jalisco y Talent Land Digital 2021.
 
Al quedar entre los mejores 13 trabajos de las diferentes categorías, el equipo de la Casa abierta al tiempo buscará representar a México en la etapa regional que corresponde a América Latina en Climate Launchpad local, la competencia mundial de emprendimiento organizada por el European Institute of Innovation & Technology (EIT Climate-KIC).
 
University Entrepreneur Battle es el certamen a nivel nacional entre instituciones de educación superior, a cargo de equipos multidisciplinarios que desarrollan una iniciativa de emprendimiento innovador con apoyo de la tecnología para resolver problemáticas de impacto, a la vez de que sea sostenible, escalable y replicable.


Las estudiantes de la Unidad Azcapotzalco lograron el primer lugar en la categoría de Desarrollo Tecnológico que –de acuerdo con la convocatoria– pretende la obtención de productos o servicios transformadores, con potencial de crecimiento alto en la esfera global e impactos positivos en su entorno.
 
BiOH Solutions quedó entre las 13 mejores propuestas que contenderán por el país en la edición europea, en la que si bien “ganar suena complicado, el mayor triunfo será sin duda todo el aprendizaje que hemos adquirido y que nos servirá para un futuro emprendimiento”, señalaron las jóvenes en entrevista.
 
Asesoradas por la doctora Yara Ramírez Quirós, profesora del Departamento de Ciencias Básicas de la mencionada sede, precisaron que la idea surgió a principios de este año, a partir de una investigación para la unidad de enseñanza aprendizaje Introducción a la Bioquímica y decidieron inscribirse en la University Entrepreneur Battle 2021.
 
El tema consiste en el aprovechamiento de los residuos vegetales generados en mercados y supermercados para la elaboración de bioetanol, lo que ayudaría a disminuir el impacto medioambiental por esos desechos, además de satisfacer la demanda de etanol, que en 2019 registró un déficit de alrededor de 176 millones de litros, de acuerdo con el estudio de García Mendoza y Robles Dorantes.
 
Esa carencia no sólo tiene lugar en México, sino en varios países de la región y aquí “lo que consumimos proviene de Estados Unidos y es el desabasto lo que queremos erradicar”.
 
Para poder competir presentaron un modelo de negocio y, aunque en un principio “no sabíamos muy bien cómo realizarlo”, contaron con la orientación de la docente y de “una conocedora que nos explicó la mejor manera de definirlo”.
 
El concurso fue sobre emprendimiento, así que lo más importante a evaluar fue dicho modelo, que establece la estructura de la empresa y la propuesta de valor del bien, entre otros aspectos.
 
El plan está basado en industrias y dónde “produciríamos el bioetanol para abastecer a diferentes sectores, por ejemplo el farmacéutico, de cosméticos, pinturas o resinas”.
 
García Mendoza y Robles Dorantes entrevistaron a personal de esos ramos para ver la posibilidad de mejorar su mercancía, con el fin de satisfacer las necesidades de los posibles clientes.
 
El certamen constó de dos etapas: en la primera fueron elegidos los finalistas de todas las categorías y, al resultar ganadoras del capítulo Desarrollo Tecnológico, pasaron a la segunda, “llevándonos el premio absoluto.
 
“Mientras esperábamos los resultados de University Entrepreneur Battle, la UAM publicó en sus redes sociales la convocatoria para participar en el internacional Climate Launchpad, en su primera edición en México, y como nosotras ya contábamos con un planteamiento estructurado decidimos inscribirnos, aunque sin muchas esperanzas de ser seleccionadas”.
 
Por fortuna quedaron entre los mejores 13 proyectos, lo que permitió su participación en un entrenamiento intensivo “impartido por expertos, que durante los últimos meses nos han ayudado a pulir nuestra idea” de que en los mercados municipales y supermercados se produce gran cantidad de desechos orgánicos, que sometidos a ciertos procesos pueden ser aprovechados para hacer bioetanol.
 
Esos desperdicios generan contaminación edáfica, acuífera y aun atmosférica, además de plagas y malos olores, por lo que una salida es su recolección para usarlos en la elaboración de bioetanol, sin comprometer industria alguna, por ejemplo la de la caña de azúcar, que se ha utilizado con frecuencia para obtener dicho compuesto químico, explicó Robles Dorantes.
 
Sólo en la Ciudad de México, cada día hay alrededor de mil 500 toneladas de ese tipo de basura. En 2019 se produjeron 144 millones de litros de etanol, mientras que el consumo del producto fue de 320 millones de litros, registrándose de 2000 a 2019 un aumento en la demanda de 527 por ciento, superior a la producción.
 
Con estos datos –alcanzados mediante investigación bibliográfica– “basamos nuestro cálculo para definir cuánto desecho podríamos manejar para producirlo”.
 
Respecto del plan de negocios señalaron que el costo por litro rondaría los 50 centavos de dólar y, en promedio, 55 por ciento de la inversión total del bioetanol corresponde a la materia prima, así que “estimamos un ahorro equivalente que se verá reflejado en el precio final”, pues se prevé que con una producción de 91 mil 50 litros habría ingresos por seis millones 387 mil 500 pesos anuales, a razón de 70 pesos por litro.
 
El alcohol etílico o bioetanol tiene aplicación en fábricas de pintura, barnices, papel, artículos de limpieza, laboratorio, farmacia, aditivos para gasolina, combustible de calefactores y motores, entre otros usos.
 
Las perspectivas de empleo son positivas en el futuro, sobre todo en la generación de energía, aunque “nosotras lo veremos como un insumo industrial y no tanto como combustible”.
 
La doctora Ramírez Quirós comentó que la iniciativa es muy importante, si se consideran la problemática medioambiental y la cantidad de desechos orgánicos en mercados, pero todavía hace falta optimizar los procesos del etanol, cuyo rendimiento no es muy grande.
 
Algo determinante de este trabajo es que “se está aprovechando un residuo para obtener un bien de valor agregado”, expuso la académica de la UAM.
 
García Mendoza y Robles Dorantes indicaron que Climate Launchpad convoca, no sólo a universitarios sino a todo aquel que tenga una empresa que contribuya a la disminución de emisiones dañinas. Tres propuestas serán elegidas para representar a México a nivel regional y otras tres irán a la competencia global.