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Número 485
16 de octubre de 2017

LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR

CONSTITUYEN UN ELEMENTO DE CAMBIO

*Fomentan la innovación y potencian la competitividad: Eduardo Peñalosa Castro
 
*Las políticas de innovación y la acumulación de capacidades tecnológicas en las empresas

deben coevolucionar

 

 

Las instituciones de educación superior en México e Iberoamérica son un elemento de cambio, pues en su vocación de investigación desde núcleos altamente especializados fomentan la innovación y la transferencia de ese conocimiento al sector productivo potencia la competitividad, señaló el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana. (UAM).
 
Al dar la bienvenida a los participantes en el XVII Congreso Latino-Iberoamericano de Gestión Tecnológica (ALTEC 2017), gestión de la innovación para la competitividad –convocado por diversas instituciones, entre ellas esta casa de estudios– afirmó que en tanto organizaciones fundamentales, las universidades deben fungir también como polos de convergencia, encuentro e intercambio de saberes y experiencias entre quienes postulan la gestión tecnológica y la innovación como factores primordiales del desarrollo.
 
La participación de investigadores, profesores, profesionales, especialistas gubernamentales y expertos internacionales es fundamental, pues entre todos es posible potenciar el impacto del trabajo académico, público y privado, cuyos objetivos tienen un común denominador: impulsar el crecimiento en la región.
 
El doctor Peñalosa Castro comentó que “con ese mismo espíritu de cooperación” la UAM convocó a la Universidad Nacional Autónoma de México y al Instituto Politécnico Nacional para que sumen el talento que hay en los tres centros universitarios y realicen “proyectos que contribuyan a resolver necesidades de índole metropolitana, en una estrategia que incluya a los sectores educativo, productivo y gubernamental”.
 
En la Casa abierta al tiempo “reconocemos en la vinculación un elemento fundamental que propicia opciones de desarrollo, al enlazar proyectos y experiencias con las necesidades del entorno, lo que nos otorga a las instituciones de educación superior una influencia social determinante”.
 
El doctor Enrique Alberto Medellín Cabrera, director de Enlace con Sectores Productivos de la UAM, sostuvo que el objetivo del Congreso, organizado por tercera vez en México, es ofrecer un espacio de encuentro e intercambio de conocimientos de los actores que participan en la creación y el impulso de ecosistemas de innovación, con el fin de contribuir al avance de la gestión tecnológica y la innovación como factores fundamentales de la competitividad.
 
También reconoció la colaboración de más de 150 especialistas de 15 países que formaron parte del comité científico y que evaluaron con rigurosidad las 525 ponencias recibidas, de las cuales se seleccionaron 248 para ser presentadas en el congreso, a las que se agregaron conferencias magistrales, paneles, foros y talleres para enriquecer la actividad.
 
El presidente de la Asociación Latino-Iberoamericana de Gestión Tecnológica (ALTEC), doctor Oscar Fernando Castellanos Domínguez, agradeció la participación de la junta directiva de la asociación “por seguir consolidando la organización”, que es fundamental para interactuar, crear redes, proyectos conjuntos “y una visión compartida en Latinoamérica”.
 
Durante el panel Políticas de innovación para la competitividad en Iberoamérica, la doctora Gabriela Dutrénit Bielous, investigadora del Departamento de Producción Económica de la Unidad Xochimilco de la UAM, expuso que con frecuencia las políticas de innovación son pensadas como si fueran algo autónomo y no se les conecta con variables socioeconómicas y sociopolíticas ni con la situación social del país, en las que entran los niveles de desigualdad o de corrupción, entre otros aspectos.
 
En ese sentido es necesario “definir o pensar en el contexto en el que ocurre la política de innovación” en los países latinoamericanos, porque ésta y el proceso de acumulación de capacidades tecnológicas en las empresas tienen que coevolucionar con estas esferas económicas, sociales, políticas y ambientales.
 
“No podemos pensar sólo en cómo se acumulan las capacidades tecnológicas en las compañías sin tomar en cuenta la volatilidad en la tasa de crecimiento, la baja inversión bruta fija en firmas y países, la baja inversión en ciencia, tecnología e innovación o en los niveles de desigualdad y el acceso a un trabajo que brinde un salario decoroso.
 
El propósito sería entonces cómo integrar todas estas dimensiones al proceso de acumulación de capacidades tecnológicas, sostuvo la académica del Posgrado en Economía, Gestión y Politicas de Innovación.
 
Al acto inaugural del congreso asistieron también el doctor José Luis Solleiro Rebolledo, ex presidente del ALTEC e investigador del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico de la UNAM, en representación de esa casa de estudios; el maestro José Antonio Lazcano Ponce, director adjunto de Desarrollo Tecnológico e Innovación, en representación del doctor Enrique Cabrero, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
 
 
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