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Número 481

1 de octubre de 2021

ABORDA LIBRO LA PUESTA EN MARCHA DE LA ENSEÑANZA EN LÍNEA EN LA UAM

*Expertos presentaron la obra Modalidades alternas para la innovación educativa en la formación universitaria

La gestión e instrumentación que realiza la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); su experiencia del modelo semipresencial hacia el virtual, y el impacto de esta implementación en el aprendizaje y la evaluación de actividades” son tres realidades a las que responde el libro Modalidades alternas para la innovación educativa en la formación universitaria, señaló el doctor Eduardo Peñalosa Castro.

 

Durante el Coloquio de Administración XXV años: Balance y Perspectivas de la Administración ante la nueva realidad, el profesor de la Unidad Azcapotzalco y coordinador de la línea de investigación Comunicación educativa en sistemas abiertos y a distancia, y el doctor Pablo César Hernández Cerrito, representante de la UAM ante la Red de Innovación Educativa (RIE) 360, presentaron la obra compuesta por ocho capítulos. 

 

La publicación -coordinada por Peñalosa Castro y Hernández Cerrito- dedica sus páginas al tema de la innovación educativa y los resultados de poner en marcha la enseñanza en línea en la UAM, caracterizada por contar con una serie de acciones que se probaron durante la pandemia y que se combinarán con otras que fueron efectivas antes de este suceso.

 

El especialista en aprendizaje mediado por tecnologías expuso que con este trabajo identificaron seis retos: “en primer lugar hay factores institucionales que deben atenderse, pues la universidad debe exigir y solicitar a las instancias del gobierno que parte del presupuesto que tiene asignado sea para la equidad, la atención de la salud mental y la formación continua de docentes y alumnos”.

 

El segundo es la necesidad de que la comunidad tenga autoeficacia en la comunicación en línea, es decir, que haya buena interactividad del estudiante con el material y el profesor, instrumentando el conocimiento práctico; el tercero es que el aprendizaje autónomo mejore; el cuarto, que los maestros aseguren la motivación para aprender a través de esta modalidad; el quinto que los jóvenes estén preparados para atender los problemas que se presenten para lo cual deben dominar el uso de computadoras e internet, y el sexto es que se conduzca a una valoración del proceso educativo.

 

“Esta investigación, que agrupa una serie de experiencias, es importante para una vez identificados los desafíos, monitorear que se atiendan; estamos llegando a una forma diferente de enseñar y, en esta medida, lo que nos ha traido la pandemia nos habrá servido”, puntualizó. 

 

El doctor Hernández Cerrito, egresado de la Licenciatura en Sociología por la Unidad Xochimilco, dijo que el libro aborda modalidades alternas a causa de la contingencia, “pero también previo a ella, pues la Universidad ya había explorado la educación semipresencial, con pruebas piloto en tres licenciaturas, entre ellas la de Administración”. 

 

Para el líder de proyectos de formación docente e innovación educativa e-learning, el objetivo primordial del texto es compartir experiencias, esquemas, marcos y estructuras que permitan llevar a cabo acciones en las que haya convivencia con el modelo educativo de la Universidad y las nuevas propuestas.

 

Este material es de suma relevancia para acompañar el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER) con el regreso presencial escalonado. Además de que, de cara al futuro, uno de los principales retos de las instituciones de educación superior es que estas modalidades híbridas puedan convivir con calidad e inclusión.

 

En la edición participaron profesores de varias unidades académicas de la Casa abierta al tiempo y de otras instituciones para complementar las visiones. “En el primer capítulo recuperamos la experiencia de la implementación de la modalidad semipresencial piloto y el programa emergente que se llevó a cabo en la UAM a partir de la contingencia; en este apartado el doctor Peñalosa Castro propone un modelo preliminar para discutir, reflexionar y retomar las buenas prácticas”.

 

El capítulo dos aborda el desafío de la Universidad en la contingencia sanitaria para generar nuevas estructuras y propuestas, con el fin de atender la docencia, la investigación y la difusión de la cultura por medio de una plataforma digital con servicios de formación en línea. 

 

El tercero plantea el diseño, implementación y evaluación de la prueba piloto de la modalidad semipresencial en la Licenciatura en Educación y Tecnologías Digitales de la Unidad Lerma. “Aquí lo más importante era tener la calificación de estos procesos a través de la mirada y la voz de los estudiantes, con el fin de saber cómo lo perciben, qué beneficios o ventajas se tienen y decidir qué será lo mejor para adaptar a los nuevos sistemas de enseñanza”. 

 

El análisis de cuestiones de normatividad institucional se analiza en el cuarto capítulo, así como los aspectos de qué debe considerarse para la implementación de planes y programas de estudios en modalidad semipresencial desde la legislación universitaria y las políticas docentes. El quinto proyecta la innovación pedagógica, marcos, modelos y posibilidades para diseñar o proponer materiales de estrategias didácticas.

 

“La lectoescritura puede ser una buena herramienta para la alfabetización, tanto en el formato presencial como en el virtual, y aplicar estos hábitos a las carencias de los estudiantes, abordado en el sexto, y el séptimo analiza el acompañamiento desde la universidad, ya que para evitar el abandono de los estudios se debe pensar en buenas prácticas y adaptarlas por medio de tutorías”.

 

En el octavo y último apartado se habla de cómo puede mejorarse la evaluación para tener como resultado un proceso educativo que otorgue calidad a la enseñanza, así como las metodologías e instrumentos que pueden ser aprovechados para mejorar la retroalimentación en el desarrollo de habilidades significativas.

 

Ambos coordinadores mencionaron que este conjunto de secciones fue elaborado de manera transversal para no repetir errores y “a partir de la práctica y este cúmulo de conocimientos que hemos observado en el proceso de llevar una docencia en emergencia sanitaria, ya tenemos prácticas sistematizadas para saber cómo podemos acercar la lectura a los alumnos; es crucial que para estos objetivos estén en conexión profesores, autoridades, coordinadores de licenciatura o posgrado”.

 

Concluyeron que este trabajo se realizó en una situación inesperada para la Universidad, entidad que ha sabido responder a los retos para continuar hacia un nuevo proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que se capitalicen las experiencias que la pandemia ha traído, en beneficio de la educación superior en general. 

 

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