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Número 473
17 de noviembre de 2016

SIN APOYO, COMUNIDADES DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC

PARA DESARROLLAR ENERGÍA EÓLICA

*Experimentan la pérdida de sus tierras debido al otorgamiento de contratos a empresas extranjeras

 

*Los aerogeneradores han ocasionado cambios drásticos en el paisaje de esa región, severos casos de contaminaciones de agua y tierra y una alta mortandad de aves

 

 

México requiere con urgencia de una política pública concertada y participativa encaminada a crear un programa regional elaborado con la población del Istmo de Tehuantepec para impulsar la energía eólica como fuente de energía principal, advirtió el doctor Roberto Diego Quintana, profesor-investigador de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

El investigador adscrito al Departamento de Producción Económica consideró que esa zona mantiene un potencial de desarrollo similar al de Dinamarca por su ubicación geográfica y registro de fuertes vientos. Sin embargo, los parques eólicos son manejados por corporaciones trasnacionales que afectan económica y culturalmente a las comunidades e invaden sus tierras con apoyo gubernamental.

 

En su ponencia Estrategias de las comunidades originarias en la defensa de su territorialidad frente a los megaproyectos eólicos de corporaciones trasnacionales en el Istmo de Tehuantepec, Roberto Diego Quintana señaló que las comunidades del Istmo lejos de encontrar una mejoría de vida y de su mercado interno, experimentan la pérdida de sus tierras debido al otorgamiento de contratos que realizan autoridades locales a empresas extranjeras.

 

En la Mesa Geografías de la energía –moderada por el doctor Abraham Salinas Díaz, académico del Departamento de Ciencias Sociales de la Unidad Cuajimalpa de la UAM– el doctor Diego Quintana resaltó que los cambios en el paisaje de esa región han sido drásticos, ya que hay un deterioró por la excesiva colocación de aerogeneradores que dominan el cielo.

Al mismo tiempo, apuntó, dicha infraestructura afecta los canales de riego al estar ubicados cerca de sembradíos, incluso encima de ellos.

 

En el Congreso internacional de Geografía humana, espacios, lugares y territorios: miradas latinoamericanas, el agrónomo dijo que además son causantes de severos casos de contaminaciones de agua y tierra cuando los aerogeneradores
suelen incendiarse debido a las altas ráfagas de viento de hasta 109 kilómetros por hora.

 

En la actividad convocada por la Coordinación de la Licenciatura en Geografía Humana y el Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa de la UAM, el maestro en Fisiología de Cultivos por la Universidad de Reading, Inglaterra, explicó que esos accidentes provocan incendios y derrames de cientos de litros de aceite con el cual funcionan dichos parques eólicos. “En total, hay cerca de 500 mil litros de aceite en los aerogeneradores”.

 

También registran una alta mortandad de aves, ya que regiones como La Venta son zonas históricas de paso de aves migratorias. Para su colocación se hizo la remoción de cien por ciento de la vegetación nativa con la finalidad de que no obstruyera el flujo del viento y de esa manera la infraestructura obstaculiza los cauces naturales de arroyos y escorrentías.

 

Además provoca contaminación ambiental debido al ruido que genera el movimiento de las aspas, “las comunidades se han juntado en más de 30 organizaciones e informado para exigir la construcción de un parque eólico comunitario e incluso presentaron propuestas a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero hasta el momento han sido rechazados e ignorados”.

 

“La gente no está en contra de los parques eólicos, están en contra del despojo al que han estado sujetos por parte de los gobiernos locales y federales. En países europeos esas mismas compañías trasnacionales ofrecen a los comuneros ganancias de hasta 15 por ciento, en México la oferta más alta ha sido de 1.5 por ciento”, concluyó el doctor en Desarrollo Rural por la Universidad de Londres.

 

El Congreso internacional de Geografía humana, espacios, lugares y territorios: miradas latinoamericanas discurrió sobre la falta de integración social y laboral que el paisaje natural en México experimenta a causa de la generación, distribución y consumo de fuentes energéticas: eólica, gas natural y petróleo. En la actividad los especialistas analizaron los impactos ambientales de la reciente implementación de la reforma energética.