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Número 468

3 de octubre de 2019

TRUEQUE AMBIENTAL DE LA UAM ACUMULÓ 3.6 TONELADAS
DE RESIDUOS SÓLIDOS

*Los desechos fueron intercambiados por cilindros para el agua, libros y árboles

 

La Jornada de Trueque Ambiental 2019 de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) logró un acopio de 3.6 toneladas de residuos sólidos urbanos: 596 kilos de PET, siete kilos de bolsas de plástico, 1,903 kilos de papel blanco usado, 857 de papel mezclado, 179 de libros, 41 de cartón y 114 kilos de latas de aluminio.
 
Los 3,697 kilogramos de residuos valorizables fueron intercambiados por 400 cilindros para agua, 150 libros editados por la sede académica y cien árboles de diferentes especies los días 23, 24 y 25 de septiembre pasado en el patio central del campus, que reunió a una entusiasta comunidad.
 
Los esfuerzos universitarios de la Casa abierta al tiempo por promover una cultura de reciclaje de residuos sólidos siguen dando frutos, como se demostró en la reciente Jornada de Trueque Ambiental, que forma parte de las acciones previstas en el Plan Ambiental para la construcción de una Universidad Sustentable.   
 
El objetivo de esta actividad es guiar a la comunidad en un proceso que enriquezca su quehacer universitario y que la lleve a ser, no sólo un agente promotor, sino también actor y ejemplo de sociedad más sustentable para contribuir a disminuir la huella ecológica.
 
Los residuos sólidos urbanos que se generan en la Unidad Xochimilco provienen del consumo, operación y mantenimiento de las actividades de la comunidad universitaria de las áreas de servicio, incluidas oficinas, comedores, sanitarios y mantenimiento, pero el ejercicio de recolección que hicieron los participantes provino tanto de las instalaciones de la institución como de fuera.
 
El crecimiento industrial, el acelerado proceso de urbanización, la modificación de patrones de consumo y la falta de una conciencia ambiental han producido efectos negativos en el entorno, por ejemplo, el aumento de residuos.
 
La tendencia mundial para contrarrestar el problema de la excesiva generación de desechos es la aplicación de la norma de las 3R’s: Reducir, Reutilizar y Reciclar, tres soluciones básicas que generan un ahorro en los costos de operación de los sistemas de control de residuos y prolongan e incrementan la vida útil de los sitios de disposición final, posibilitando una menor utilización de recursos naturales y disminuyendo el uso de materiales vírgenes en la producción de los artificiales.
 
Reciclar significa reprocesar un residuo para obtener nuevos materiales o productos, por ejemplo, transformar en pasta el papel y a partir de ella fabricar nuevo o triturar las botellas de vidrio usadas y fundirlas para fabricar nuevos artículos de vidrio, también se puede desmenuzar y fundir las botellas de plástico usadas para ser reutilizadas en otros insumos.
 
La producción y consumo de papel tiene un fuerte impacto ambiental y social, de hecho la industria de ese ramo y de celulosa ocupa el quinto lugar del sector en consumo mundial de energía y utiliza más agua por cada tonelada producida que cualquier otra; la pastero-papelera se encuentra entre las mayores generadoras de contaminantes del aire y del vital líquido, así como de gases que contribuyen al cambio climático.
 
El papel se encuentra en segundo lugar de generación de desperdicio en los tiraderos de la Ciudad de México, lo que contribuye a aumentar el impacto ambiental por la tala de árboles que se emplean en su elaboración. La fabricación y consumo de éste y el futuro de los bosques están estrechamente unidos.
 
Los plásticos son materiales formados por cadenas moleculares muy grandes de átomos de carbono e hidrógeno (polímeros), 99 por ciento de su totalidad se produce a partir de combustibles fósiles, lo que provoca una excesiva presión sobre las limitadas fuentes de energía no renovables; el tereftalato de polietileno o PET tarda de cien a mil años en degradarse.
 
Los residuos de PET representan entre 2.5 por ciento del peso y 10 por ciento del volumen en los rellenos sanitarios, y entre 25 y 30 por ciento de los residuos sólidos municipales generados en el país; se recicla solamente alrededor de 15 por ciento del PET que se consume, por ello la importancia de impulsar actividades como el Trueque ambiental, que canaliza estos desechos a empresas responsables de su reciclaje.