Un equipo conformado por personas con discapacidad visual, una profesora y estudiantes de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) obtuvo el Premio Nacional de Diseño: Diseña México, por la elaboración de un sistema de siete mapas hápticos para las instalaciones de dicha sede académica, cuya Torre III se convirtió así en el único edificio público de México con esta característica.

El 28 de septiembre los alumnos de la Maestría en Diseño, Información y Comunicación recibieron el galardón –en la categoría Diseño de experiencias y espacios interiores, subcategoría de Diseño de espacios educativos– así como la distinción por el mejor proyecto estudiantil, definido por el Jurado como una solución integral vinculada a problemas sociales relevantes.

El grupo responsable del sistema fue integrado por Paulo C. Portilla Tirado, Beatriz Cedillo Becerril, David Hernández Ortega, Mercedes Lozano Castillo, David I. Vargas Rodríguez, Cecilia Rivera Hidalgo, Ricardo Castañeda Quebrado, Carlos J. Pérez Cerón, Carlos A. Pardo Rozo y Miguel A. Andrade Robles de la Peña, todos ellos de la línea de investigación Diseño de Información, así como por la doctora Angélica Martínez de la Peña y cuatro miembros de la asociación Ojos que sienten: María del Carmen Hernández Ramírez, Sergio Soto Gómez, Alberto Loranca Casanova y José Córdova Tapia.

En entrevista, Martínez de la Peña, investigadora del Departamento de Teoría y Procesos del Diseño de la Unidad Cuajimalpa, enfatizó que el proyecto premiado permite a discapacitados visuales y ciegos desplazarse de manera independiente, autónoma y eficiente.

La directora y asesora del trabajo ganador explicó que un mapa háptico ofrece información especializada representada y simbolizada en forma tridimensional a partir de un plano cognitivo háptico-espacial de un sitio específico.

Esta representación abarca códigos en alto y bajo relieves –sistema braille, texturas, áreas e iconos– reconocidos mediante el tacto activo para favorecer el traslado y la ubicación de aquellos con discapacidad visual o ciegos, permitiéndoles descubrir puntos espaciales determinados para que puedan trazar las rutas.

La especialista mencionó que la Torre III de la Unidad Cuajimalpa es reconocida como un espacio educativo incluyente, subrayando que no hay otro sitio público o privado en el país con un sistema de mapas hápticos.

La propuesta posibilita a los beneficiarios conocer cada piso del edificio; identificar las principales áreas, y establecer los recorridos para llegar al punto de interés y encontrar las señales direccionales y de identificación –en sistema braille– instaladas en sitios específicos. “Generamos un sistema articulado de planos cuyo centro está en el mapa base colocado en la planta baja del inmueble y al cual se llega por medio de una guía tactopodal”.

Además brinda a los usuarios ciegos la información sobre el funcionamiento de los otros seis mapas situados en cada piso y constituye un referente de la ubicación de las señales en braille en la Torre III.

Los alumnos diseñaron este proyecto cuando cursaban el segundo trimestre del posgrado en la unidad de enseñanza aprendizaje Problemas de Diseño de la Información para la Ubicación en el Espacio, que imparte la doctora Martínez de la Peña, sin embargo para la instrumentación completa fueron requeridos nueve meses, al quedar instalado en enero de 2016.

El sistema de información de la Unidad Cuajimalpa –que comprende señalizaciones, directorios y mapas visuales, interactivos y en código braille– había sido propuesto por alumnos de la Licenciatura en Diseño y posteriormente quedó complementado con mapas hápticos para ciegos y débiles visuales.

El proyecto es innovador por la metodología aplicada para su creación, pues integró a personas ciegas desde el inicio quienes realizaron recorridos completos del edificio, dibujaron los bocetos iniciales y participaron en el proceso de evaluación de los modelos funcionales.

La doctora Martínez de la Peña destacó que las actividades de investigación llevadas a cabo como parte del trabajo incluyeron entrevistas, videograbaciones, traslados con personas normovisuales que se cubrían los ojos y también con discapacitados visuales que desconocían las características del edificio, lo que ayudó a generar los mapas cognitivos que después fueron la base para el desarrollo del sistema.

El equipo identificó de ese modo los espacios más importantes, los obstáculos o barreras y desde el punto de vista multisensorial aportó con precisión las mejores rutas de acceso y movilidad para desplazamientos horizontales y verticales. Una particularidad es que en ciertas áreas fueron diseñados pictogramas hápticos identificados con facilidad y claridad, por ejemplo en los baños, representados por uno que no coincide con el referente visual tradicional, resaltó.

Cedillo Becerril comentó que fue un reto aprender a trabajar con personas con tales limitaciones; Vargas Rodríguez señaló que para enriquecer el proyecto visitaron la ciudad de Puebla por ser una localidad de vanguardia en el tema de la discapacidad, pues registra vías tactopodales y señalizaciones en braille en el Centro Histórico que proporcionan información turística.

Lozano Castillo especificó que si bien el proyecto inició con un proceso teórico de la historia de los mapas, en la línea Diseño de Información “nos enseñaron a investigar enfocados en el usuario; por eso fue primordial trabajar con personas que tienen ciertas limitaciones”. Hernández Ortega expresó que la UAM destaca por su calidad académica en este campo.

El Premio es otorgado por la asociación civil Diseña México, integrada por empresas, universidades y despachos en la disciplina.

El proyecto desarrollado por los alumnos de la Unidad Cuajimalpa forma parte de la exhibición de diseño mexicano que estará abierta al público hasta el 11 de noviembre en el Museo Franz Mayer.