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Número 446
1 de noviembre de 2016

ÉTICA PÚBLICA, UN PODEROSO INSTRUMENTO PARA EL CONTROL

DE LA CORRUPCIÓN

*Son necesarios servidores públicos con valores, principios, tenacidad y fortaleza, dispuestos a enfrentar la corrupción

 

*Los países que han logrado disminuir sus índices de corrupción, cuentan con instrumentos éticos de aplicación práctica


 

Tal como Hércules venció a la hidra de Lerna, aquél monstruo acuático policéfalo al que le surgían dos cabezas por cada una que le era cercenada –de acuerdo con la mitología griega– hoy son necesarios servidores públicos con valores, principios, tenacidad y fortaleza, dispuestos a enfrentar al enorme monstruo de la corrupción, expresó el politólogo Óscar Diego Bautista.

 

Durante la conferencia magistral que ofreció en la Tercera Jornada de Ética pública, prevención de la corrupción y ciudadanía, en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el autor de Ética para corruptos y Ética para gobernar señaló que pese al escepticismo de muchos, al “monstruo de la corrupción” se le puede vencer si primero se comprenden las dimensiones del fenómeno, pues tiene numerosas vertientes y, por lo tanto, son necesarios enfoques multidisciplinarios.

 

Según el investigador del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México es la ética pública un poderoso instrumento para el control de la corrupción; sin embargo, prevalece un “enorme desconocimiento o ignorancia” sobre éste y otros conceptos, inherentes a la Filosofía y a la Política.

 

En la Unidad Iztapalapa, el investigador expuso que desde la antigüedad Aristóteles sistematizó el conocimiento sobre la Ética y dijo que el filósofo griego dejó en claro que “no podemos llegar a la política sin ética”, porque los individuos con poder sin ética “van a hacer bestialidades”. Son individuos arrogantes, prepotentes, presumidos, que al llegar al poder “se pueden cargar la cultura de un país”.

 

El doctor por la Universidad Complutense de Madrid señaló por otra parte que en todos los países del orbe existe el fenómeno de la corrupción, pero hay algunos con más y otros con menos casos, y aquellos que han logrado disminuir sus índices, lo han hecho porque cuentan “con instrumentos éticos de aplicación práctica”.

 

Al referirse al perfil ético que deben poseer los servidores públicos, el politólogo dijo que al llegar a los cargos públicos “se omite” este perfil básico, y al no contar con las características idóneas y las capacidades necesarias, los resultados “son catastróficos”.

 

¿En qué consiste tal perfil? No se trata de saber, edad, grado de estudios, profesión, rasgos psicológicos, “un perfil ético significa que todo individuo que aspira a un cargo público debe conocer y poseer los valores del servicio público”.

 

Si el servidor público no sólo conoce sino que interioriza dichos valores, logra tener lo que en la antigüedad denominaban “el bien interno” que “no es otra cosa sino el espíritu de servir a la comunidad política”, precisó.

 

Diego Bautista explicó la distinción entre el objetivo de la administración pública y la privada al señalar que la primera busca el bien de la comunidad política o interés general, en tanto que la privada busca el bien o el interés particular, la ganancia, el lucro, el dinero.

 

En esta época la ideología neoliberal se ha expandido por todo el planeta y el sector público no es la excepción, de manera que hoy existen servidores públicos que administran instituciones públicas como si fueran centros comerciales, y en su fascinación por la empresa se autodenominan “gerentes públicos” y a los ciudadanos los llaman “clientes”.

 

Según el especialista la sustitución de una filosofía por la otra, además de la alteración de los objetivos y operación en los procedimientos, generó confusión y desorientación entre los servidores públicos, lo que ha sido causa de que las prácticas corruptas se hallen en expansión en el seno de los gobiernos y las administraciones públicas, pues lo que importa “ya no es la sociedad y su beneficio, sino cómo enriquecerme del servicio público”.

 

Ejemplos de formas de enriquecerse desde el cargo son el aumento de sueldos, los negocios con servicios que antes eran gratuitos, las actividades comerciales con empresas que generan una comisión y a través del tráfico de influencias desde el gobierno.

 

Tras señalar que desde la antigüedad la educación de los servidores públicos con ética era considerada clave para quienes formaban parte u orientaban a los gobernantes, y que Platón advirtió que “no debemos permitir que los varones que educamos sean sobornables o apegados a las riquezas”, el investigador advirtió que cuando un Estado ignora o no pone la atención debida a los perfiles de sus servidores públicos, sean éstos por elección, oposición o designación, tarde o temprano afrontarán las consecuencias de su negligencia”.

 

Por su parte el doctor Edgar Espinosa Betanzo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, recordó que de acuerdo con Transparencia Internacional, México es el país más corrupto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

 

El docente urgió a fortalecer el servicio profesional de carrera, ya que en el país más de 90 por ciento de los funcionarios de la administración pública ocupa el puesto por asignación, por lo que no se garantiza que cumpla adecuadamente su función, cuando en otros países hasta un barrendero accede a un puesto mediante oposición.

 

La Tercera Jornada sobre Ética Pública fue inaugurada por el doctor Juan Manuel Herrera, jefe del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa, con la perspectiva, de acuerdo con los organizadores, de que “cualquier mejora en la operación de las instituciones públicas, tendrá mayor posibilidad de éxito si se acompaña de principios y valores éticos”.