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Número 439
25 de junio de 2018

URGEN POLÍTICAS DE ESTADO PARA ABATIR LA VIOLENCIA CONTRA LOS JÓVENES

*Alfredo Nateras sostiene que se requerirán estrategias inclusivas y democráticas

 

México requiere de una política de Estado que atienda la violencia que sufren los jóvenes, tanto en el espacio público como en el privado, como revelan las 37 mil 435 desapariciones forzadas de personas de entre 15 y 39 años registradas en 2014, advirtió el doctor Alfredo Nateras Domínguez, profesor-investigador de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

De acuerdo con el docente del Departamento de Sociología seis de cada diez denuncias son hechas por jóvenes y se estima que, dado el clima de zozobra e incertidumbre, cada año más de 250 mil de ellos se integran a los flujos o procesos migratorios, en particular, hacia Estados Unidos.

 

En su artículo Los suspirantes presidenciales y sus imaginarios con respecto a las juventudes señala que el gobierno mexicano debe tomar medidas que consideren las necesidades más apremiantes de ese segmento de la población, a partir de las condiciones de diversidad social, política, económica y cultural cuyas circunstancias determinan distintas maneras de ser, toda vez que son sujetos y actores sociales.

 

Al analizar las propuestas de los candidatos a la Presidencia de México para los jóvenes, Nateras Domínguez lamenta que se encuentran colmadas de lugares comunes y retóricas populistas –plagadas de otorgamiento de becas– y es notorio que imaginan a este sector de la población como si fuese un conglomerado homogéneo en su configuración social, cultural, de género, etnia o hábitat.

 

El puntero de las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, sólo ofrece un programa denominado Jóvenes construyendo el futuro, con el objetivo de abarcar a dos millones 300 mil chicos sin trabajo, así como 300 mil becas para dar a los alumnos no aceptados en escuelas y universidades públicas la posibilidad de continuar con su formación educativa.

 

Ricardo Anaya planea impulsar actividades de emprendimiento al facilitarles el acceso a financiamiento de proyectos nuevos, la creación de una figura similar al ombudsman para defender a nuevos jóvenes empresarios e incluirlos en su gobierno, además de prevenir el embarazo adolescente e implementar programas de orientación vocacional.

 

José Antonio Meade busca fomentar la educación y la creación de empleos, incluyendo apoyos para impulsar sus propios negocios. En relación con la enseñanza superior ofrece calidad, becas de transporte y movilidad, más escuelas de tiempo completo donde haya inglés, arte, cultura y deporte, así como una instrucción dual, es decir, estudiar y trabajar al mismo tiempo.

 

No obstante, ninguno considera la situación delicada y compleja por la que atraviesan los jóvenes que se caracterizan por su heterogeneidad, ya sea por la clase social, la etnia, el género, la adscripción identitaria a la que se pertenezca o la zona donde se vive, por lo que se requerirán estrategias inclusivas y democráticas.

 

El investigador de la Casa abierta al tiempo cuestiona la invisibilización de las problemáticas que sufren juventudes indígenas o rurales, así como de quienes se han visto o se verán afectados por las políticas neofascistas y discriminatorias de Donald Trump contra los migrantes mexicanos para los que no existe ni siquiera un plan de contingencia social, laboral, educativo, cultural y económico, y los llamados dreamers quienes sumarían más de 850 mil individuos.

 

Para hallar una política pública adecuada que abarque todos los contextos “hay que imaginar qué tipo de país queremos ser e idear qué tipo de ciudadanos jóvenes deseamos formar/educar en función de esa nación que soñamos tener”, concluye.