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Número 433
24 de octubre de 2016

LOS GRANDES MOVIMIENTOS SOCIALES, FARO Y GUÍA DE FUTUROS NAVEGANTES

*Es reconocida la relevancia de estudiar las movilizaciones desplegadas en el mundo.

 

*Estas expresiones son indispensables para sazonar el drama de la política, argumentan expertos


 

 

Los grandes movimientos sociales, aun vencidos provisionalmente, se tornan faros y guías de futuros navegantes; estos sucesos singulares, fechados y localizados crean a la vez momentos trascendentales que convocan a la humanidad y generan una tensión creativa, expusieron especialistas.

 

La importancia que revisten como campo de investigación es reconocida en el mundo y en México, las protestas y las acciones ciudadanas han sido testimoniadas y estudiadas desde perspectivas diversas, afirmó el doctor Sergio Tamayo Flores-Alatorre, coordinador del 1er. Congreso Nacional de Estudios de los Movimientos Sociales, celebrado del 17 al 21 de octubre en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

En la bienvenida a más de 800 congresistas, cien de ellos provenientes del extranjero, el profesor del Departamento de Sociología estableció que el siglo XXI ha expuesto –no sin dramatismo– un cambio decisivo en las condiciones que motivaron a representantes de las ciencias sociales a declarar –a mediados de la década de 1990– la muerte de las manifestaciones sociales y su reemplazo por procesos de transición a la democracia por vías institucionales.

 

Como si fuera una necesidad revertir y demostrar el error de esta visión, en el caso de México una ola de protestas y movilizaciones se extendió, y muchas fueron testimoniadas por académicos, jóvenes universitarios, especialistas y asociaciones civiles, subrayó el profesor de la Unidad Azcapotzalco.

 

Los años 1994 y 2001 marcaron un parteaguas en la investigación de movimientos de gran impacto social y político, y significación teórica: zapatistas, pueblos originarios, electorales, democráticos, de regeneración nacional, ambientalistas, estudiantiles, sindicales, por la paz y contra la represión, la inseguridad, la violencia y la marginación, entre otros.

 

Los acontecimientos del 26 de septiembre de 2014 en Ayotzinapa, Guerrero, donde desaparecieron 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, generaron una escalada de protestas y la formación de un acto de exposición social inédito en la historia nacional, con un impacto político sin precedente. Iguales resultados arrojó el activismo desplegado en los últimos tres años por la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, máxima representante del rechazo a la reforma educativa del gobierno federal.

 

Tamayo Flores-Alatorre remarcó que la atención a las concentraciones sociales se ha diversificado por los enfoques abordados, pues han sido analizadas desde perspectivas culturales y políticas, así como de formación de identidades colectivas y construcción de subjetividades.

 

El doctor Armando Bartra Vergés, investigador del Posgrado en Desarrollo Rural de la Unidad Xochimilco de la UAM, resaltó que luego de casi cinco décadas de ahondar en los movimientos sociales del país “puedo decir que la historia la escriben los triunfadores, pero la hacen los vencidos”.

 

El profesor citó los casos de los procesos estudiantil de 1968 y el denominado Yo soy 132, que resultaron “derrotados y no. Nuestra historia está adoquinada de fracasos que terminaron siendo triunfos”; el radicalismo campesino de la Revolución Mexicana fue vencido por el “tibio reformismo del grupo de Sonora”, sin embargo “Zapata vive y la lucha sigue”.

 

Esos son sucesos singulares fechados y localizados, pero a la vez son momentos trascendentales que convocan a la humanidad, creando “fulguraciones que iluminan el porvenir, acontecimientos puros que marcan el curso de la historia, tanto o más que las gestas exitosas”, por ello, “van para largo”.

 

Bartra Vergés consideró que las derrotas actuales marcan los derroteros del mañana y preguntó: ¿por qué y cómo es que los perdedores acaban ganando?

 

Durante el Conversatorio magistral: Realidades y retos de los movimientos sociales en México expuso que los grandes movimientos sociales, aun vencidos provisionalmente, se tornan faros y guías de futuros navegantes.

 

Una respuesta más sugerente y explicativa de lo que son la historia y la sociedad implica una lectura no pétrea sino airosa del devenir humano, una versión en la que quepan las interrupciones, las rupturas, los altos y, detrás de ellos, la imaginación y la creatividad: potencias inauditas que sin negar estructuras y racionalidades remiten no a la necesidad sino a la libertad.

 

“Lo que requerimos es iluminar en la historia la irrupción de lo imposible, la súbita emergencia de lo que no se había pensado antes, simplemente porque hasta que sucedió era impensable”. Esta deslumbrante irrupción ocurre preferentemente en los movimientos sociales.

 

En el Conversatorio magistral: Realidades y retos de los movimientos sociales en América Latina, el doctor Manuel Antonio Garretón, investigador de la Universidad de Chile, estimó que hay un cambio “epocal” de esas manifestaciones en la región.

 

Las reformas neoliberales, la globalización y la dimensión cultural que promovió el individualismo y la idea del ser humano como consumidor, entre otros factores, produjeron un resquebrajamiento del tipo de relación entre el gobierno y la sociedad, dando paso a actos nuevos que pretenden la reconstrucción del Estado social bajo el principio de igualdad.

 

El doctor Alberto Acosta, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Ecuador, opinó que esas expresiones “son indispensables para ‘sazonar’ el drama de la política”, por lo que debe abrirse paso a las movilizaciones que generen una “tensión creativa” y sus respectivas contradicciones.

 

“El movimiento social significa disputar el poder sin llegar a serlo, o ser poder pero garantizando simultáneamente la existencia de movimientos sociales autónomos”, puntualizó el economista ecuatoriano.

 

El programa del Congreso, fundacional de la Red Mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales, comprendió más de 650 ponencias sobre 14 ejes temáticos y fue inaugurado por el maestro Víctor Sosa Godínez, coordinador general de Vinculación y Desarrollo Institucional de la UAM.

 

En el acto estuvieron también los doctores Romualdo López Zárate, rector de la Unidad Azcapotzalco, y Geoffrey Pleyers, académico de la Universidad Católica de Lovaina y presidente de la Comisión de Investigación 47 Clases Sociales y Movimientos Sociales de la Asociación Internacional de Sociología, entre otros.