Urge transitar hacia un modelo económico sustentable basado en el aprovechamiento de energías renovables abundantes en México, para dejar atrás el viejo esquema basado en combustibles fósiles, ineficientes, caros y altamente contaminantes, ya que de lograrse el país estaría frente a una oportunidad de desarrollo inmejorable, señaló el doctor Rubén Dorantes Rodríguez.

Durante el Segundo Congreso Internacional de Energía 2017, realizado en las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el académico del Departamento en Energía de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) sostuvo que de acuerdo con el Balance Nacional de Energía 2015, más de 55 por ciento de los recursos energéticos secundarios que se consumen en México –gasolina, gas natural, gas LP y uranio– son de importación, lo que significa un gasto de 50,000 millones de dólares cada año.

“Entramos a una transición energética en la que tenemos grandes oportunidades de desarrollo”, un mercado dominado por los chinos y europeos, por lo que las universidades y la industria requieren de conocimientos especializados en manufactura térmica, minería, metalúrgica y estudios de hidráulica.

Las energías renovables, las acciones de mitigación de cambio climático, el equilibrio entre desarrollo y medio ambiente y la generación de empleos y riqueza en relación con la calidad de vida van de la mano, por lo que hay que apostar por grandes esfuerzos en la transición hacia las fuentes renovables.

Entre los objetivos inmediatos está crear superficies selectivas tanto con pinturas especiales de alta temperatura con recubrimientos a base de óxidos metálicos que mejoren la calidad de absorción y almacenamiento para poder dar a la industria mexicana una oportunidad de competencia en el mercado mundial.

En México existe una amplia disponibilidad energética solar que urge aprovechar para lo cual se están desarrollando grandes parques termosolares y fotovoltaicos, como el de la Universidad Nacional Autónoma de México, el más grande del país, que cuenta con 3,800 metros cuadrados de paneles de plástico de polipropileno con los que se calienta la alberca de Ciudad Universitaria.

A nivel mundial existe una enorme competencia de perfeccionamiento y generación de plantas y parques fotovoltaicos como el Kurnool Ultra Mega Solar Park localizado en India y actualmente el más grande del mundo, en el que a partir de cuatro millones de paneles se generan ocho gigavatios por hora, suficientes para satisfacer la demanda de un millón de hogares, o bien el más grande de Centroamérica ubicado en El Salvador que abastece 200,000 hogares.

Respecto de los calentadores solares refirió que los de baja temperatura captan hasta 80 grados Celsius (ºC) y son planos, además de que están dotados de una superficie de vidrio en cuyo interior hay una placa metálica adherida a unos tubos por donde pasa el agua, creándose al interior un efecto invernadero que permite un proceso de acumulación de energía, y suelen usarse para calentar el agua de las duchas, las albercas, en cocina y lavandería.

Los de media van de 80 a 300ºC y son plantas solares con líneas de espejos de 110 metros de longitud, que concentran la radiación en tubos de vidrio que pasan al interior de otro tubo de acero revestido de alta absortividad. Entre éstos destacan los concentradores parabólicos compuestos por espejos de forma cóncava con los que se obtienen temperaturas de fluido desde 80 a 110ºC.

Mientras que los de alta concentración son gigantescas plantas solar-eléctricas con una torre central en la que se almacena la energía o bien termosolares con tecnología de canal parabólico que sirven para el abastecimiento energético de poblados o ciudades enteras.

Como el Concentrador lineal tipo fresnel el cual se compone de grandes hileras de espejos que concentran la radiación solar en un foco totalmente iluminado por la radiación, a través del cual circulan tubos de acero por los cuales pasa un fluido térmico que se calienta a temperaturas desde 100 hasta 400ºC.

El investigador afirmó que la academia trabaja en el perfeccionamiento de esos calentadores, pues en varios casos su nivel de eficiencia oscila entre 60 y 75 por ciento, por lo que se presta atención al desarrollo de placas cuyos recubrimientos permitan gran absortividad con un impacto ambiental menor.