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Número 413
10 de agosto de 2020

NACIONES LATINOAMERICANAS HAN IMPUESTO MEDIDAS MILITARISTAS

FRENTE AL COVID-19

*Se trata de países que estuvieron durante décadas bajo regímenes incapaces de lograr consensos


 

En algunos países latinoamericanos han prevalecido –como mecanismos de control para evitar la movilidad social y propagación del virus SARS-CoV-2– medidas de corte marcial: toques de queda y estados de excepción, de catástrofe o de sitio, coincidieron académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

La doctora Fabiola Escárcega Nicté indicó que se trata de naciones que estuvieron durante décadas bajo gobiernos castrenses con una limitada capacidad para establecer consensos, que sólo veían como medida de control la vía militar y el acatamiento de formas “muy rígidas” de control de la crisis sanitaria.

 

La docente del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco de la UAM destacó que si bien el nuevo coronavirus sacó a la luz la enorme desigualdad en el acceso a la infraestructura médica, la privatización de los sistemas de salud y la ineficiencia y corrupción en todo el mundo, en Ecuador, Perú y Bolivia esta situación es todavía más contrastante, aunque es de destacar la heroicidad de personas y grupos que han enfrentado la contingencia con sus propios medios, ante “la incapacidad de sus gobiernos”.

 

Este problema llegó a estos lugares en medio de una desigualdad y crisis política muy fuerte, porque después del auge de las exportaciones de materias primas que permitió un incremento significativo del Producto Interno Bruto (PIB), el giro a la derecha de Ecuador, Bolivia y Perú revirtió los avances y evidenció sus limitaciones, advirtió durante el coloquio virtual Los efectos de la pandemia por COVID-19.

 

Bolivia, Perú y Ecuador –naciones con la mayor concentración de población indígena en la región– implementaron medidas de aislamiento rígidas y restricción al transporte a partir del pasado 1 de junio, mientras que en Perú el sistema de salud no se da abasto y en Guayaquil, Ecuador, el gobierno no dispone de recursos para la inhumación de las víctimas mortales.

 

Resulta alarmante que el gobierno peruano decidió cerrar sus entradas desde el inicio de la emergencia sanitaria, pero ante la falta de transporte la gente empezó un éxodo convulsionado hacia sus lugares de origen que ha llevado a una hambruna y mayor contagio.

 

La académica de la Casa abierta al tiempo puntualizó que la nueva normalidad ofrecida es bastante desesperanzadora en tanto que implica la ruptura de lazos sociales.

 

Países de la región han tomado acciones con el fin de evitar la propagación del virus y para ello han emitido decretos de emergencia sanitaria, toques de queda, estados de excepción o de catástrofe, que en muchos casos vulneran los derechos de la ciudadanía, aseguró el maestro Roberto Huerta Peruyero, docente del Departamento de Política y Cultura de la UAM.

 

A pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos precisa que las medidas sanitarias no deben ser obligatorias ni conllevar la imposición de sanciones económicas o detenciones por no acatarlas, hay naciones como Argentina que prevén sanciones de seis meses a dos años de prisión por no cumplir la cuarentena obligatoria.

 

Colombia impone multas de 300 dólares por circular en automóvil y hasta por no respetar la distancia social o usar cubrebocas, mientras Bolivia decretó un encapsulamiento total en La Paz y Ecuador puso en vigor un toque de queda de las 9:00 de la noche a las cinco de la mañana, en tanto Brasil “trata de lavarse las manos al imponer cárcel en caso de no acatar el confinamiento”.

 

Chile mantiene al ejército en las calles para vigilar el distanciamiento social e impone multas de hasta tres mil dólares y prisión; Venezuela impone restricciones para circular desde las dos de la tarde hasta las siete de la mañana y en Panamá las personas sólo cuentan con dos horas para abastecerse, imponiendo sanciones de hasta 50 mil dólares para aquellos que violen la cuarentena.

 

En Brasil, donde su presidente Jair Bolsonaro ha menospreciado la gravedad de la pandemia –a pesar de padecerla– y criticado las medidas de otras naciones, ahora viven un estado de calamidad y aquellas personas contagiadas que no respeten el aislamiento pasarán de un mes a un año en prisión.

 

En el caso de México se han aplicado medidas sanitarias en el ámbito federal de sana distancia para evitar aglomeraciones, pero en 340 municipios han impuesto estado de queda, una medida inconstitucional.

 

El doctor Juan José Carrillo Nieto, jefe del Área de investigación Problemas de América Latina del Departamento de Política y Cultura, advirtió que los países de la región recibieron al COVID-19 con un sistema de salud desmantelado que impide el acceso universal a su población.

 

La “incredulidad” de parte de algunos mandatarios de varias naciones del continente, incluido México, demostraron que no había preparación ni estrategia para enfrentar al virus que desde febrero iba avanzando en Europa.

 

Desde la academia podemos transformar un poco esta realidad del modelo económico, pero hay que rescatar las costumbres y tradiciones originarias y dejar de explotar sin conciencia al planeta. 

 

El coloquio virtual Los efectos de la pandemia por COVID-19 fue organizado por el Área de investigación Problemas de América Latina del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco de la Casa abierta al tiempo.