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Número 405
5 de septiembre de 2017

EL DEPRIMIDO DE MIXCOAC, UNA OBRA NECESARIA: ACADÉMICO DE LA UAM

*Está muy bien lograda en términos de ingeniería e infraestructura
 
*El servicio de transporte colectivo debe también ser mejorado

 

El recién inaugurado paso a desnivel conocido ya como El Deprimido de Mixcoac, es una obra que arrojará grandes beneficios en términos de flujo vehicular en esa zona de la Ciudad de México, consideró el doctor Óscar Alejandro Terrazas Revilla, profesor-investigador del Departamento de Evaluación del Diseño en el Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
Sin embargo es necesario apoyar el transporte colectivo con más infraestructura, mejores servicios y el fomento de una cultura que lleve a los conductores a usar menos el automóvil. 
 
Luego de dos años en construcción y con fuertes protestas por parte de los vecinos, ese proyecto quedó concluido y consta de un doble túnel –de dos pisos– de aproximadamente 1,300 metros de largo que mantendrá una circulación continua sobre el Circuito Interior y agilizará el paso vehicular en la interconexión de avenida de los Insurgentes, Eje 8 Sur y Barranca del Muerto.
 
El académico de la Unidad Azcapotzalco afirmó que la obra es justificable en la medida en que es una vía de acceso controlado, de vialidad continua e incluso debería terminarse el circuito completo, ya que tanto Revolución como Patriotismo conservan semáforos.
 
La circulación mejorará, pero para corroborarlo deberá pasar tiempo suficiente que permita observar el funcionamiento total y saber “qué problemas podrían presentarse con las lluvias, porque por ahí pasaba el Río Churubusco y es una zona inundable, pues el agua sigue ciertos cauces milenarios”.
 
Para evaluar si la planeación fue correcta habrá que detectar las condiciones de los flujos de peatones y ciclistas, refirió Terrazas Revilla.
 
El nuevo paso a desnivel está muy bien logrado en términos de ingeniería e infraestructura, tomando en cuenta que la mexicana es una de las más avanzadas y mejores del mundo, pues “vivimos en una zona sísmica de las más peligrosas, por lo que mantener los edificios en pie a pesar de esto es un gran logro”.
 
Empero reconoció que no todas las obras están bien hechas e igual hay fallas, como es el caso del paso express de Cuernavaca, donde un socavón registrado el pasado mes de julio demostró que existen “errores terribles que deben ser castigados, en particular aquellos ligados a la corrupción, pero en realidad muy rara vez se cometen”.