Las transformaciones vertiginosas en el campo de la arquitectura “nos exigen estar a la altura y siempre al día en temas tecnológicos para hacer frente a los retos que cada proyecto plantea”, apuntó el arquitecto Antonio Farré.
 
Al dictar la conferencia La visión de la arquitectura en el futuro indicó que en cinco años la disciplina ha vivido más cambios que en las últimas tres décadas, resultado de la evolución constante de tecnologías y procesos y la llegada de nuevos materiales.
 
El creador de más de 85 restaurantes, 200 casas, dos clubes deportivos y cinco edificios señaló que, aun cuando es necesario dominar las herramientas de hardware y software para facilitar la tarea del profesional y disminuir errores, el talento y el corazón son claves para no ser desplazados por las máquinas.
 
El diseño es en la actualidad mucho más orgánico y ofrece posibilidades múltiples, al permitir jugar con la extensión de materiales gracias a la accesibilidad “que tenemos a empresas de todo el mundo y al desarrollo local”, aunque las modificaciones registradas en años recientes en la estructura familiar, las necesidades de los compradores y los hábitos de consumo han impactado directamente en el mundo de la arquitectura y la forma de proyectar edificios y viviendas.
 
Cada decisión del arquitecto tiene efectos socioeconómicos y políticos que pueden traducirse en desarrollo e impacto en las ciudades y su futuro, como ejemplifican Bilbao y el Museo Guggenheim.
 
Al inaugurar el XIII Congreso internacional administración y tecnología para la arquitectura, diseño e ingeniería, realizado en la Unidad Azcapotzalco, subrayó que en muy poco tiempo “podremos ver en nuestro país viviendas y edificios autónomos, una de las tendencias de la arquitectura sostenible”.
 
Una de las claves para ser competitivo en el mercado es no hacer lo mismo que los demás, es decir, ofrecer algo diferente, además de integrar un equipo con los mejores de cada área.
 
Al compartir su trabajo con los estudiantes de esta casa de estudios, expresó que la arquitectura se siente en el ruido, la temperatura, la vista y el tacto, por ello hay que estar atentos a las necesidades del usuario final y aprender del tiempo y las experiencias.
 
Siguiendo a Teodoro González de León, el diseñador arquitectónico aseveró que “el presente es lo más importante para un profesional, hacemos el futuro enfrentando el presente”, por lo que el trabajo arduo siempre garantizará un buen porvenir.