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Número 379
21 de septiembre de 2016

LA RELIGIÓN ES ESENCIAL PARA LA NATURALEZA DEL SER HUMANO: KANT

*El pensador prusiano consideraba necesario tener una religión para dejar un mundo que trascienda

 

*Kant no cometió la unilateralidad de reducir la religión a la moral ni sustituir la religión cristiana por la religión de la razón

 

 

Libertad, respeto y tolerancia hacia las diversas formas de credo fueron líneas básicas del pensamiento filosófico de Immanuel Kant respecto de sus estudios sobre la religión, planteó la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Dulce María Granja Castro.

 

La doctora en filosofía señaló que el pensador prusiano admitió que, al igual que el cristianismo, todas las formas de religiosidad son valiosas. “Lo importante es la fe y, por lo tanto, todos deben tener una religión”.

 

En su concepción es necesario practicar una religión para dejar un mundo que trascienda, pues constituye un elemento esencial de la naturaleza del ser humano, que sin una religión no se siente satisfecho por completo. Aquellos que no la tienen carecen de esperanza y están faltos de algo para que su buen obrar sea retribuido algún día, por lo que la moral y la felicidad se vinculan entonces para construir un mundo vivible.

 

La investigadora participó en el III Congreso: Sociedad de Estudios Kantianos en Lengua Española (SEKLE), en la Casa Rafael Galván, con la ponencia La presencia del Nuevo Testamento en la religión dentro de los límites de la mera razón.

 

La profesora del Departamento de Filosofía de la Unidad Iztapalapa dijo que la historia de la interpretación de la filosofía kantiana de la religión merece un estudio detallado, debido a que hay dos grandes tendencias interpretativas: la tradicional y la alternativa.

 

La primera, que se remonta hasta Gottlob Wilhelm Meyer, entre otros, afirma que la filosofía kantiana de la religión es una serie de fragmentos incoherentes añadida a la filosofía moral y desvinculada del resto de la filosofía crítica, la cual no constituye un sistema unitario.

 

Esta interpretación cierra el paso a cualquier posible diálogo entre la filosofía kantiana de la religión y la teología; en ella no hay lugar ni necesidad de nociones tales como gracia, esperanza, revelación, comunidad o justificación.

 

En contraste con este modelo, una interpretación alternativa sostiene que la filosofía kantiana de la religión es parte necesaria e integral de la filosofía crítica, por la posibilidad de apertura a la teología y a la experiencia religiosa, y por considerarlo un pensador religioso importante.

 

“Kant no pretendió que la religión de la razón fuera la única legítima; en relación con el cristianismo pensó que era la doctrina revelada que más se acercaba a la religión racional pura. El filósofo no cometió la unilateralidad de reducir la religión a la moral ni sustituyó la religión cristiana por la de la razón”.

 

La responsable del Centro de Documentación Kantiana de la Unidad Iztapalapa de la UAM resaltó que Kant distingue entre dos tipos de teólogos: los filosóficos y los bíblicos.

 

Los primeros se ocupan de la religión considerada como un sistema racional haciendo abstracción de sus elementos empíricos, mientras que los bíblicos catalogan la revelación cristiana bajo dos aspectos: como un sistema histórico y como un sistema racional.

 

Kant declara que tiene la intención de establecer la revelación cristiana como un sistema histórico bajo preceptos morales para ver si conduce de vuelta al sistema racional puro de la religión.

 

Entre la razón y la revelación no sólo hay compatibilidad sino también unidad, de modo tal que quien, bajo la guía de los conceptos morales siga una, no podrá sino coincidir también en la otra. Hay aquí una peculiar “ida y vuelta” entre razón y revelación.

 

“Si esto no fuera así –dice Kant– entonces uno tendría o bien dos religiones en una sola persona, lo cual es absurdo, o bien una religión y un culto, en cuyo caso, como el aceite y el agua, se tendrían que separar en corto tiempo”, añadió.