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Número 377

26 de agosto de 2019

MITOS Y DESINFORMACIÓN RODEAN LA LACTANCIA MATERNA

*Esta práctica es la mejor opción de nutrición para recién nacidos, señala académico de la UAM

 

En pleno siglo XXI, la lactancia materna aún está envuelta en mitos, desinformación, desacuerdos de género y desaprobación por algunos grupos feministas, a pesar de que se ha demostrado medicamente que es la mejor opción de nutrición para los recién nacidos, señala el doctor Jorge Alberto Álvarez Díaz, investigador de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
En un artículo sobre el tema, el también integrante del Consejo de Bioética de la Ciudad de México apunta que “la promoción y vivencia de la lactancia es posible, pero para ello debería ser una de tipo feminista, libremente escogida por las mujeres y con una reflexión de los varones para modificar el orden patriarcal, que coloca en posiciones sociopolíticas diferentes a unos y otras”.  
 
La propuesta parte del panorama feminista –de algunos grupos– que rechaza la lactancia, al considerarla un sometimiento de las mujeres y por colocar en desigualdad a la madre frente al padre, aun cuando no sólo en términos científicos ha quedado demostrada la importancia de amantar a un bebé, sino desde una perspectiva ético-social. 
 
El profesor del Departamento de Atención a a la Salud expone que Penny Van Esterik, antropóloga cultural y profesora en la Universidad de York, considera que la población femenina y los grupos feministas deberían introducir razones para promover esta práctica.
 
Además “propone cambios estructurales en la sociedad para mejorar la posición y la condición femenina, confirma el poder de ellas para controlar su propio cuerpo y desafía la hegemonía médica, el modelo neoliberal patriarcal predominante de la mujer como consumidora y la visión de los senos como un objeto sexual ante todo, entre otros aspectos”.
 
El especialista de la UAM sugiere discutir el concepto de interseccionalidad, es decir, considerar diferentes identidades sociopolíticas que se cruzan en una misma mujer. “Por ejemplo, la investigación que ha considerado este punto en relación con la lactancia, tomando en cuenta la etnicidad o la clase social, ha trabajado fundamentalmente con grupos de blancas con altos ingresos”.
 
Y la pregunta crucial, precisa Álvarez Díaz, ¿hay algún papel para los hombres en el tema de la lactancia? Una revisión sistemática muestra que en países de bajo y mediano ingreso las intervenciones educativas dirigidas a padres son efectivas para mejorar el inicio temprano de la lactancia materna.
 
Por ello, el investigador expone que “los varones tendríamos una primera relación con las mujeres y la lactancia: el respeto a las decisiones que tomen sobre lactar o no, y todo lo que de ello derive, respetando sus derechos reproductivos”.