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Número 368
12 de septiembre de 2016

DESARROLLA EL CI3M DE LA UAM APLICACIONES MÉDICAS DEL MÁS ALTO NIVEL

*Contará con una unidad de hemodiálisis y laboratorios de ingeniería de tejidos y para especies pequeñas

 

*Son realizados alrededor de 30 proyectos, en vinculación con universidades e institutos de salud de México


 

 

Proyectos de reconstrucción de médula espinal son desarrollados por especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y de otras instituciones en el Centro Nacional de Investigación en Imagenología e Instrumentación Médica (CI3M) de la Unidad Iztapalapa, que tiene previsto abrir una unidad experimental de hemodiálisis y laboratorios de ingeniería de tejidos y para especies pequeñas.

 

El espacio, cuyas funciones primordiales son el trabajo científico y académico, así como la oferta de servicios clínicos, fue fundado en 2003 y por su envergadura recibió en 2007 el nombramiento de Laboratorio Nacional por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

 

Con una infraestructura de alta tecnología, la instalación integró recientemente un estimulador magnético transcraneal, una impresora en 3D, un arco en C, un electrocardiograma, EEG y Spect CT, entre otros equipos.

 

En entrevista, el doctor Emilio Sacristán Rock, director del CI3M, indicó que son realizados alrededor de 30 proyectos, en vinculación con universidades e institutos de salud de México. “En 2002 comenzamos a trabajar en la idea de este lugar con la convicción de conjugar la labor de investigadores, alumnos, personal médico, clínico y empresarios para desarrollar nuevas tecnologías e implementarlas”, subrayó.

 

El investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica resaltó que en el CI3M se ha trabajado en torno a la obtención de imágenes por resonancia magnética, el desarrollo de un corazón artificial y ahora en un sistema de metabolimetría indirecta para conocer los niveles de grasas o azúcares en el organismo.

 

El Centro cuenta con dos resonadores magnéticos, uno de tres y otros de siete teslas de potencia. Con en el primero de ellos –a cargo del T.R. Luis Sánchez Carmona– se realizan estudios clínicos, veterinarios y de investigación. “Hay ingenieros biomédicos, psicólogos, incluso estudiantes de posgrado que acuden con nosotros para utilizar los equipos, pues abarcamos un grupo muy amplio de especialistas”.

 

La resonancia funcional es una de las vertientes para medir reacciones visuales, motoras o auditivas del cerebro. “Por medio de la resonancia magnética es posible observar las regiones cerebrales que se activan conforme a los estímulos que recibe” la persona.

 

Pantallas de volt, máquinas de anestesia, bobinas adaptables a las extremidades del cuerpo, así como un software actualizado dan como resultado uno de los Laboratorios de Resonancia Magnética más completos con los que se cuenta en el ámbito nacional y que sigue las más estrictas normas de seguridad e higiene.

 

El escáner de resonancia magnética de siete teslas, informó el doctor Juan Carlos Axayacatl Morales Guadarrama, egresado del Doctorado en Ciencias en el área de Ingeniería Biomédica de la Unidad Iztapalapa, “nos da la ventaja de determinar las estructuras o modificaciones morfológicas, inclusive funcionales”.

 

Están en desarrollo proyectos de reconstrucción de médula espinal por profesores de la UAM y especialistas de los institutos Nacional de Investigaciones Nucleares, Nacional de Neurología y Neurocirugía, y Mexicano del Seguro Social, entre otros.

 

“Logramos insertar material dentro de la médula espinal para obtener la recuperación funcional de hasta 70 y 80 por ciento en ratas. Hemos empezado a experimentar en primates, en los que se logró que también recobraran el movimiento y la sensibilidad; todo esto podemos evaluarlo en tiempo real y en vivo”.

 

Morales Guadarrama explicó que siete teslas es “un campo magnético equivalente a 140,000 veces el de la Tierra y permite ver, por ejemplo, en una espectroscopia los metabolitos dentro del cerebro y sus picos; gracias a esta tecnología podemos visualizarlos y diferenciarlos”.

 

El ingeniero Carlos Alberto Sánchez Villarreal, especializado en el diseño electrónico, detalló que el objetivo del Laboratorio de Instrumentación del CI3M es “armar nuevos instrumentos, dispositivos, particularmente del área médica”. Esta labor comprende la elaboración del circuito inicial, la fabricación y posteriormente la realización de pruebas de funcionamiento para obtener la corriente y el voltaje específicos.

 

Los ingenieros mecánicos trazan la carcasa y los diseñadores dan forma a los dispositivos, considerando al usuario. “Hemos hecho uno para tamizaje de cáncer de mama y un instrumento que mide la glucosa por medio de la adquisición de imágenes obtenidas de la mano con el fin de ya no pinchar al paciente, sino hacerlo con iluminación ultravioleta y un calorímetro basado en el consumo de oxígeno y emisión de dióxido de carbono”.

 

El ingeniero Bogar Israel Patiño, de la misma área, comentó que los diseños son hechos por computadora y mediante la impresora 3D se envían para su manufactura y posterior prueba en el Centro.

 

Antes de comenzar la encomienda “estudiamos las necesidades de los clientes con el fin de aportar una solución efectiva y eficiente. Para las pruebas a veces utilizamos resonancias magnéticas y podemos imprimir –por ejemplo– el cráneo de una persona para construir una prótesis a la medida”. Sensores transductores, software de diseño asistido por computadora, dinamómetros y materiales para impresión de pruebas son algunos de los recursos físicos y tecnológicos empleados.

 

Los casos tratados aluden a problemas reales, pues “buscamos que las aplicaciones trasciendan las investigaciones académicas y se trasformen en productos rentables en el mercado”. Tomamos en cuenta las normativas relativas al área médica para producir instrumentos a escala industrial que cumplan las exigencias que implica la transferencia tecnológica.

 

El CI3M brinda también asesorías sobre regulación, registro de tecnología, patentes o propiedad intelectual ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. Además posee una incubadora de empresas registrada ante el Instituto Nacional del Emprendedor.

 

Debido a la gran cantidad de servicios ofertados, el Centro Nacional contará próximamente con tres sedes alternas en proceso de construcción. La primera será una unidad experimental de hemodiálisis que estará ubicada en la calzada Ermita Iztapalapa para atender a pacientes nefrópatas con el fin de evaluar y probar nuevas técnicas.

 

La segunda estará en el Instituto Nacional de Rehabilitación, que se constituirá como un laboratorio de ingeniería de tejidos, con una bioimpresora en 3D que trabajará con células de diferentes tipos para imprimir tejidos vivos.

 

La tercera estará en la Unidad Lerma y proporcionará servicios clínicos con especialización en medicina nuclear, incluirá un laboratorio para especies pequeñas, con la finalidad de colaborar de manera estrecha con la industria farmacéutica.

 

El comité científico –integrado por profesores de la UAM– difunde la gama de servicios relevantes del CI3M entre la comunidad de esta casa de estudios y la sociedad en general, por medio del maestro Andrés Morón Mendoza, gerente general, y Norma Herrera Vargas, gerente de Marketing.