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Número 360

16 de agosto de 2019

NECESARIO CONSERVAR LOS ORGANISMOS PÚBLICOS LOCALES ELECTORALES: ACADÉMICO DE LA UAM

*Las Mesas de diálogo Reforma Político-electoral 2019 fueron realizadas en la Unidad Iztapalapa

 

Los institutos electorales de los estados juegan un papel fundamental en los procesos locales al mediar en la administración de los conflictos políticos, debido a que el Instituto Nacional Electoral (INE) no tiene la capacidad operativa para hacerse cargo de estas responsabilidades ni hay sensibilidad para entender lo local porque se carece de estructura, visión y facultades, sostuvo el doctor Javier Santiago Castillo.

 

Respecto de la desaparición de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs), el investigador de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) se mostró en desacuerdo y se preguntó en qué magnitud tendría que crecer el INE –en personal e infraestructura– para hacerse cargo de las atribuciones que tienen esos espacios; cómo podría enfrentar, tal como está, el conflicto político en la organización de las elecciones.

 

En las Mesas de diálogo: Reforma Político-electoral 2019, realizadas en la Unidad Iztapalapa, el especialista en ciencias políticas y académico del Departamento de Sociología afirmó que la administración del Instituto está acostumbrada a acatar instrucciones, no a enfrentar problemas de carácter político y funciona muy bien como aparato electoral, pero son los organismos estatales los que enfrentan las disputas político-locales.

El investigador de la UAM calificó de error que el Consejo General del INE no apruebe a los consejeros de las entidades federativas, porque aun con los defectos que tenía el procedimiento anterior respondía a un equilibrio de fuerzas políticas, al estar repartido en 32 entidades federativas y 32 congresos, en tanto que ahora las decisiones recaen en 11 personas y un solo órgano.

 

México, a pesar de ser constitucionalmente una república federal, ha presentado una tensión histórica que se remonta al siglo XIX, la de federalismo-centralismo; la clase política post revolucionaria siempre mostró una visión centralista que se ha profundizado hasta estos días, además de que los gobiernos de transición democrática, de 2000 a la fecha, han continuado con esa centralización.

 

El ámbito electoral había resistido estos afanes concentradores, pero desde la alternancia política se impulsó la focalización en materia electoral, lo que ha atentado contra la consolidación de la democracia y “nos ha llevado a la concentración del poder y no a su distribución, que es una forma de autocracia, porque no respeta a las minorías ni las toma en cuenta y eso es muy riesgoso para la estabilidad política del país”.

 

El Consejero Electoral José Roberto Ruiz Saldaña subrayó que el modelo que subsiste es muy costoso en el sentido de que hay dos estructuras conviviendo en el país y una de ellas ha demostrado su incapacidad, los OPLEs, mientras que el INE tiene un esquema más profesionalizado, por lo que “en un ejercicio de sensatez tendría que prescindirse de los organismos a los que les tomaría décadas lograr ese nivel de profesionalización”.

 

En el INE “tenemos un modelo basado en el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), y en el caso de presidencia y gubernaturas, los conteos rápidos, que es la información preliminar de resultados”.

 

La próxima reforma en la materia debiera considerar esos resultados preliminares como oficiales, aunque para ello tendría que cambiar los procedimientos y reconocer el PREP como la herramienta para mostrar la definitividad de los resultados, así como continuar con los subsecuentes procesos que a la fecha se llevan a cabo.

 

El INE tiene la capacidad para resolver conflictos político-electorales en los estados y de hecho ya se ha enfrentado a ellos y los ha sabido solventar, además cuenta con una estructura fortalecida para hacer toda la labor federal y local.

 

Ruiz Saldaña exaltó la gran experiencia de la institución para llevar a cabo todas las tareas necesarias relacionadas con las actividades electorales y todo lo que conlleva, “por lo que se puede prescindir de los OPLE”.

 

La ex Consejera Electoral del Instituto Electoral de la Ciudad de México, Olga González Martínez, sugirió una reingeniería de procesos para identificar las actividades que engrosan el presupuesto y coincidió con Santiago Castillo en que no se debe sostener la propuesta de desaparición de los organismos públicos locales electorales (OPLE) bajo el argumento de reducir los costos.

 

El maestro Santiago Castillo aseveró que la democracia no se puede ver desde los altos costos que representan los organismos públicos locales, pues ésta tiene un costo financiero, pero también beneficios políticos y sociales incalculables.