La sociedad mexicana camina hacia un estado cada vez más conservador, en el que predomina la idea de la familia monógama y tradicional, y un gobierno vinculado a la Iglesia, ya que “la separación de poderes no ha estado clara en años recientes”, refirió el investigador Ariel Corpus Flores, doctor en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Al presentar el libro Familias, iglesias y Estado laico. Enfoques antropológicos –que coordinó junto con el doctor Carlos Garma Navarro, académico del Departamento de Antropología de la Unidad Iztapalapa– señaló que hay casos específicos que relacionan al gobierno federal con la Iglesia, lo que ha permitido el fortalecimiento del Frente Nacional de la Familia, entre otros grupos religiosos conservadores,.

“La transformación de esa agrupación es una invitación a la organización de diversas posturas y bajo esta idea están reforzando un modelo de sociedad que se presentaba en una época más conservadora”, acotó.

El doctor Garma Navarro recordó que en mayo de 2016 el entonces presidente Enrique Peña Nieto propuso una ley para reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que de inmediato alzó la voz de organizaciones religiosas que antes permanecían calladas; incluso hubo grupos evangélicos y católicos que se unieron para echar atrás la norma.

A partir de ese momento, al parecer la religión retomó un papel prioritario en las decisiones del gobierno, pues desde entonces “estamos viendo la conformación de grupos devotos y ha vuelto a ser parte secular de la familia”.

Bajo esta premisa surgió esta publicación a la que fueron invitados antropólogos, científicos sociales y especialistas para analizar la propuesta de modificación del artículo Cuarto Constitucional, el surgimiento del Frente Nacional por la Familia y el entramado de opiniones y posturas ideológicas sobre la libertad de pensamiento.

El libro está integrado por tres ejes temáticos: las familias y sus distintos modos de conformación en la sociedad; las iglesias y el papel que juegan respecto del género, la diversidad sexual, el aborto y la regulación del cuerpo, y las implicaciones que estos debates públicos han tenido en la laicidad del Estado mexicano.

Garma Navarro recordó que en los últimos meses el gobierno, catalogado de izquierda y liberal, ha tenido diversos encuentros religiosos, por ejemplo, la reunión del presidente Andrés Manuel López Obrador con obispos del Consejo de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en Palacio Nacional.

También el reciente homenaje al líder del grupo La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, en el Palacio de Bellas Artes, quien días después fue acusado de violación sexual.

Los investigadores sostuvieron que llama su atención la fortaleza de grupos religiosos, incluso la unión de asociaciones con pensamiento distinto: los católicos y los evangelistas, corporaciones que buscan detener y echar atrás propuestas de ley que favorezcan las garantías de los homosexuales, la legalización del aborto, los planes de educación sexual a nivel primaria y otros avances en materia de derechos humanos.

El texto también aborda cómo se conciben las familias en la actualidad; si bien se piensa que en el siglo XXI se aceptan las distintas conformaciones, en realidad se mantiene la idea del padre-madre-hijos como la tradicional y mejor manera de construir un núcleo, de acuerdo con una idea religiosa.

“El plan era encontrar estos puntos de discusión respecto de los conceptos de familia, laicidad y religión, preguntándonos por qué las iglesias se interesan por la familia y luchan tanto por la defensa de la del tipo tradicional, y encontramos elementos importantes para entender que la unidad familiar sigue siendo donde se socializa la religión, no en las iglesias”, refirió el investigador de la UAM.