El ciclo migratorio de hibernación en México de la mariposa monarca está severamente amenazado por el uso excesivo de herbicidas, entre otros factores, pero la especie no está en peligro de extinción, aseveró el biólogo Eduardo Rendón Salinas.

El subdirector del Sistema Neovolcánico Mariposa Monarca del Fondo Mundial para la Naturaleza México (WWF, por sus siglas en inglés), expuso que la capacidad de adaptarse a un espectro amplio de ambientes que tiene el insecto le ha permitido vivir en casi todo el mundo.

La mariposa monarca es única debido a su espectacular fenómeno migratorio, el más extenso por el número de miembros; además posee gran resistencia y su longevidad puede alcanzar hasta nueve meses, mientras que otras especies pueden vivir sólo 24 días.

Durante su participación en las Segundas Jornadas sobre Sustentabilidad de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el candidato a doctor en Ciencias Biológicas y de la Salud por la UAM dijo que gracias a estas características puede viajar hasta 4,000 kilómetros, desde el norte de Canadá y Estados Unidos; no obstante, está en riesgo.

La causa fundamental es el uso excesivo de herbicidas en los campos agrícolas de soya y maíz en Estados Unidos, lo cual afecta el desarrollo de las asclepias, plantas que sirven de alimento a las mariposas.

También ha incidido la desforestación de los bosques en México, junto con variaciones climáticas importantes –tormentas– que se han presentado con mayor frecuencia, causando la muerte de millones de mariposas.

Para su protección en el territorio nacional se han desarrollado acciones de reforestación y concientización de la población, pero lo importante fue la designación de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, que comprende una extensión de 56,000 hectáreas, pues con el decreto de 1986 hasta 2000 sólo había alrededor de 16,110 hectáreas.

El especialista, quien dictó la conferencia Conservación de la mariposa monarca en Norteamérica, indicó que la zona geográfica de la Reserva abarca parte del oriente de Michoacán y del occidente del Estado de México.

El investigador Rendón Salinas resaltó que la monarca realiza cada año tres movimientos migratorios desde el norte de Canadá: uno hacia la costa oeste de California; otro a México, procedente de los grandes lagos, el centro y norte de Estados Unidos, y el tercero, dirigido a Florida y el Caribe, regresando por Yucatán.