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Número 319
6 de noviembre de 2015
FLAGRANTES VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS EN LAS GRANDES METRÓPOLIS

*En urbes latinoamericanas se violan derechos asociados a salud, educación, vivienda y seguridad, entre otros

*Una conquista laboral se obtiene más rápido que un cambio en materia de pobreza, arraigada socialmente

 

 

 

Las grandes metrópolis presentan “exponencialmente” violaciones flagrantes a los derechos humanos, afirmó el doctor Carlos R. Constenla, presidente del Instituto Latinoamericano del Ombudsman-Defensor del Pueblo (ILO).

 

Durante su participación en el III Seminario Internacional Derechos Humanos y Metrópolis, inaugurado hoy en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), sostuvo que en cada uno de los grandes temas que las comprometen, en las ciudades latinoamericanas se violan derechos relacionados con salud, educación, vivienda, seguridad ciudadana, medio ambiente, transporte, higiene y condiciones de trabajo, entre otros.

 

En la reunión que convocó a representantes de diversas naciones latinoamericanas, el abogado por la Universidad de Buenos Aires, Argentina, dijo que “la diferencia de grados” en cuanto a la ocurrencia de dichas violaciones no exculpa la gravedad del tema.

 

El especialista añadió que el tiempo de las ciudades de las que han hablado algunos autores, el de la transformación de la ciudad problema a la ciudad solución, “no puede menguar el efecto de una, por momentos, devastadora violación de los derechos en estos espacios”.

 

“En nuestras metrópolis latinoamericanas coincidimos en este diagnóstico”, por lo que es necesario pensar en el papel que debe jugar el defensor del pueblo, y en el planteamiento de una “nueva cuestión social”, porque los fenómenos actuales de exclusión no remiten a las antiguas categorías de explotación.

 

Estas categorías, dijo, ya no son suficientes para modificar situaciones, que, como las que se presentan en el desarrollo metropolitano, son “desgraciadamente mucho más estables”.

 

Por ejemplo, una conquista laboral se obtiene más rápido que una modificación de la pobreza, arraigada socialmente.

 

En tal contexto, el derecho es “compensador de un disfuncionamiento pasajero”, pero los desgarros al tejido de los derechos humanos son muy profundos para poder repararlos en las grandes aglomeraciones urbanas.

 

Propuso en ese sentido que el rol del defensor del pueblo metropolitano sea contribuir a la transformación en términos de “traducción de intercambios culturales, de interpretaciones que relatan un modo de ser libres”.

 

El rol del defensor no es “ser el bombero que lucha contra el fuego que siempre se vuelve a encender, sino el de un hábil defensor que elabora procedimientos no con base en preconcebidos apotegmas, sino desde el conflicto y la complejidad, tomando en cuenta el carácter de los actores, los intereses en juego y el lugar en que cada uno está ubicado frente al poder”.

 

El doctor Javier Conde González, director ejecutivo del Centro de Investigación Aplicada en Derechos Humanos de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, dijo que la ciudad de México, como muchas del mundo, se ha desarrollado bajo una inadecuada y a veces nula planeación urbana, lo que representa un desafío ante las necesidades de convivencia, seguridad y respeto a los derechos humanos de sus habitantes y quienes transitan en ella.

 

Agregó que uno de los principales problemas que se cristalizan en la interacción cotidiana con la urbe es la profunda desigualdad social, pues es distinto “cómo se vive la ciudad en el centro, y cómo se sufre a veces la ciudad en las periferias” y este desafío de la desigualdad social impacta en todas las dimensiones de la vida en la ciudad.

 

Tal situación urge a soluciones creativas que aprovechen las oportunidades que las urbes proporcionan, tendiendo como eje transversal el respeto y protección de los derechos humanos, afirmó.

 

El doctor Salvador Vega y León, rector general de la UAM, hizo referencia a la creación de la Defensoría de los Derechos Universitarios, de la cual recientemente se nombró a su titular.

 

Al respecto señaló que la UAM ha decidido y ha convertido en prioridad, tal como reza la exposición de motivos, abrir un espacio institucional para atender quejas e inconformidades cuando se considere que se han transgredido o se pueden afectar derechos humanos de la comunidad universitaria.

 

La UAM establece esta Defensoría de los Derechos Universitarios, “confiando en que se convierta en un paradigma y ejemplo de estos medios e instituciones de defensa que contribuyan a la consolidación de una cultura de los derechos humanos en las universidades públicas de educación superior en México y en otros países de Latinoamérica”.

 

A la ceremonia inaugural del III Seminario Derechos Humanos y Metrópoli –que concluirá mañana seis de noviembre– asistieron también los doctores Rodolfo Godínez Rosales, director general de la Sexta Visitaduría General de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en representación de su presidente, licenciado Luis Raúl González Pérez, y Javier Conde González, en representación de la doctora Perla Gómez Gallardo, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.