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Número 302a

14 de junio de 2021

LA UAM Y LA UG CREAN CÁTEDRA INTERINSTITUCIONAL

SOBRE EL QUEHACER UNIVERSITARIO

*Ambas instituciones firmaron un convenio de colaboración

Después de la pandemia de COVID-19 la educación va a experimentar modificaciones importantes, por lo que los universitarios “debemos estar muy pendientes” y atender las características de la organización, la oferta curricular, la pedagogía y la mediación de la tecnología, además de la socialización que debe ser parte de la formación de los alumnos, sostuvo el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
Durante la firma de convenio entre la Casa abierta al tiempo y la Universidad de Guanajuato (UG) afirmó que deben existir esfuerzos concertados, como el que hoy establecen ambas instituciones para tener el impacto que se necesita en la formación de los alumnos.
 
En la ceremonia protocolaria se anunció la creación de la Catedra Interinstitucional sobre el Quehacer Universitario, “concebida como una colaboración académica que busca coadyuvar en la solución de problemas nacionales, de acuerdo con las necesidades del contexto actual”, dijo el doctor Luis Montaño Hirose.
 
El investigador del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa de la UAM recordó que ambas instituciones comparten un mismo modelo de organización académica departamental y una amplia defensa de su autonomía, “mecanismo que permite asumir de manera responsable nuestros compromisos académicos y sociales”.
 
Al exponer el tema Logros y desafíos de las universidades, dijo que antes de la emergencia sanitaria en la UAM había necesidades de cambio hacia la innovación educativa, la formación docente, la socialización y la semipresencalidad y la mediación mixta.
 
El doctor Peñalosa Castro explicó que durante la pandemia –periodo en el que se impulsó el Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER)– cambió la mediación presencial por la tecnológica “y esto tuvo un impacto emocional, pues no es lo mismo no tener contacto con el profesor, lo cual extrañan mucho los alumnos”.
 
El PEER es un proyecto contingente, multitecnologías, flexible e incluyente que se ha instrumentado durante cuatro trimestres y se somete a evaluación en cada edición. Sin embargo, no modifica el modelo educativo “porque todos vamos sobre la presencialidad”.
 
En la universidad hay un problema de equidad, dado que muchos alumnos no tienen acceso a computadoras ni a internet y el hecho de que el PEER sea incluyente implica que “tratamos de apoyar aquellos casos” de estudiantes que estén en dicha situación proveyéndoles de computadora y tarjetas de acceso a internet.
 
Entre las ventajas de esta modalidad de educación están la flexibilidad en cuanto a tiempo y lugar; el fomento de habilidades de pensamiento; la creación de un ambiente propicio para el fomento de la autonomía, el incremento en el acceso a la información a través de internet, una gran diversidad de interacciones con materiales, compañeros y docentes y la posibilidad de comunicación sincrónica y asincrónica, entre otras.
 
En cuanto a las desventajas destacan la falta de interacción social presencial plena, la inequidad en el acceso a internet, la necesidad de saberes para el uso de la tecnología y de la didáctica remota, incluyendo la forma de fomentar el aprendizaje y la inversión de más tiempo en preparar las clases.
 
En cuanto al regreso a las actividades presenciales, el doctor Peñalosa Castro aseguró que éste implica la vacunación de los trabajadores y que haya transcurrido el tiempo de inmunización, que el semáforo epidemiológico esté en verde y que la universidad valore los posibles escenarios para la reincorporación a las labores administrativas.
 
En este regreso debe tomarse en cuenta el modelo organizacional, el curricular, el pedagógico y el tecnológico, “que a veces se piensa que es el único en la innovación, pero no es cierto porque hay muchas cosas que es necesario considerar”.
 
Entre las formas más exitosas para la formación está la modalidad mixta, pues es fundamental ir a un modelo en el que los alumnos vayan unos días y otros no, y que tengan herramientas tecnológicas para complementar su formación.
 
El doctor Luis Felipe Guerrero Agripino, rector general de la UG, señaló que en la etapa de la emergencia sanitaria se han puesto de relieve muchos problemas que las universidades enfrentan y, en ese sentido, “el desarrollo de la industria 4.0 nos está poniendo en un nivel de aceleración que quizá no nos imaginamos hace cinco o seis años.
 
“Justo la pandemia nos vino a poner de manifiesto la enorme vulnerabilidad del ser humano” y en México deben tomarse en cuenta la crisis de inseguridad y la del Estado de derecho.
 
Las universidades “tenemos que estar a la par de la nueva realidad; no pensemos que como hacíamos las cosas antes, podremos continuar después, sino que indudablemente tenemos que movernos hacia otros lugares”, finalizó.
 
La doctora Cecilia Ramos Estrada, secretaria general de la UG, dio la bienvenida a las y los asistentes al evento híbrido, que congregó a integrantes del equipo directivo y personal académico y administrativo de ambas instituciones.
 
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