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Número 291
25 de mayo de 2020

LOS MEXICANOS, CERCA DEL NIVEL ALTO DE ESTRÉS,

REPORTA ESTUDIO INTERNACIONAL

*COVIDiSTRESS difundió resultados de una encuesta aplicada del 30 de marzo al 27 de abril en el país

 

*Es un proyecto de psicología colaborativa en circunstancias extremas: Carlos Contreras

 

México se encuentra por arriba de la media y cercano a los niveles altos de estrés, según los parámetros mundiales, reveló el equipo en el país del COVIDiSTRESS Global Survey, una iniciativa que recaba experiencias, conductas y actitudes personales alrededor del orbe durante la pandemia del virus SARS-CoV-2 y en la que participa el doctor Carlos Contreras-Ibáñez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Al dar a conocer los resultados preliminares de la primera encuesta aplicada a seis mil 424 mexicanos, del 30 de marzo al 27 de abril del 2020, el académico del Departamento de Sociología de la Casa abierta al tiempo y coautor del reporte descriptivo explicó que se trata de “un proyecto de psicología colaborativa bajo circunstancias extremas” liderado por el doctor Andreas Lieberoth y un grupo de científicos de la Universidad de Aarhus, Dinamarca, y en el que intervienen expertos de más de 40 naciones.

 

Con la respuesta anónima de 158,771 personas hasta la fecha referida, este trabajo fue difundido en portales Web, redes sociales y medios de comunicación de cada una de las instituciones organizadoras, así como a asociados, en tanto que el sondeo continúa abierto en https://tiny.cc/EncuestaEstresCovid

 

Entre otros de sus objetivos destacan detectar los factores que generan tensión psicológica; documentar el cumplimiento de las normas establecidas para evitar la propagación del coronavirus, y medir la confianza en organismos gubernamentales y las acciones preventivas, apuntó el docente de la Unidad Iztapalapa de la UAM.

 

Los puntos descriptivos de la muestra arrojan hallazgos que ofrecen una panorámica inicial del rango de estrés percibido en la población mexicana por sexo, edad y condición de aislamiento, así como un comparativo con otras sociedades a partir de datos demográficos; preocupación por las consecuencias del COVID-19; estrategias de afrontamiento; confianza en las autoridades, y cumplimiento de las disposiciones de distanciamiento social. 

 

Por entidad, se sumaron en la Ciudad de México 1,739 individuos; en Veracruz 1,349; en Estado de México 606; en Jalisco 345, y en Nuevo León 243, que acumularon en conjunto 66 por ciento de la colaboración, mientras que del universo de quienes intervinieron, 1,352 fueron hombres (27 por ciento), 3,607 mujeres (72 por ciento), y 26 se manifestaron como miembros de otro género u omitieron este dato. El rango de edad más frecuente se ubicó entre los 21 y 30 años.

 

La mayoría cuenta con licenciatura y estudios de posgrado, y casi todos están empleados de tiempo completo o por cuenta propia; 66.5 por ciento permanecía en aislamiento; 31.3 por ciento había hecho cambios menores; dos por ciento vivía sin variantes; 78 por ciento se consideró en riesgo de contagio; 17 por ciento no, y cinco por ciento no estaba seguro.

 

El doctor Contreras-Ibáñez señaló que fue utilizada la versión de diez reactivos de la Escala de Estrés Percibido –PSS-10, Cohen et al.,1983– validada por González y Landero en 2007, que en la última semana del ejercicio exploró la falta de control sobre los sucesos; la presión para remontar las dificultades, y los sentimientos negativos ante cambios inesperados, entre otros aspectos.

 

El puntaje por persona se obtiene de sumar las diez respuestas con opciones de una a la cinco en categorías de tres niveles: bajo (1-2.4), moderado (2.5-3.7) y alto (más de 3.7), de acuerdo con lo cual “México está por arriba de la media internacional en estrés y más bien cercano a los puntajes altos”, debido a que –en cálculos previos en los ámbitos poblacional y de estudios epidemiológicos amplios oficiales– ya acusaban índices vastos de violencia e inseguridad, a los que se añadió el COVID-19.

 

Las mujeres experimentan más tensión física o emocional que los hombres y quienes se identifican en forma no binaria registraron categorías aun más altas, en relación con los grupos anteriores. En el contexto del confinamiento, ellas enfrentan una doble jornada y la presión de llevarla a cabo en condiciones muy complicadas, lo que no significa “que los varones no se estresen”, sino que la carga es distinta para cada sector, ya que hay un punto previo de “malestar y afectación” por razón de género.

 

Existe “una correlación negativa” entre estrés y edad: los jóvenes de alrededor de 20 años, que son la mayoría, reportaron un grado superior, que va descendiendo con los años; los de 65 años tienen un puntaje sensiblemente más bajo en la escala utilizada y esto puede obedecer a que la gente de más edad está menos interesada en lo que circula en las redes sociales o en las noticias del día a día y tienen más apoyo social, entre otras razones de tipo sociocognitivo, aunque esto cambió una vez que se supo de las secuelas económicas y laborales del encierro.

 

La condición socioeconómica se corresponde con la preocupación por la pandemia: aquellos de estrato bajo no mostraron tanta ansiedad, lo cual podría deberse a que no están informados, consideran el COVID-19 una historia de la televisión o están más intranquilos por otros problemas en su vida cotidiana; en cuanto al aislamiento, 66.5 por ciento que se declaró en esa condición percibe mayor estrés, que el dos por ciento que seguía su vida sin cambios.

 

En una categoría del uno al seis, los mexicanos refieren más tensión por el siguiente orden de asuntos: la economía nacional –la situación laboral y el ingreso diario– el riesgo de infección; el peligro de hospitalización; la situación de amigos y parientes que viven lejos; la educación de los hijos, y lidiar con ellos durante la cuarentena “era el menor de todos”, sin embargo, fue remontando en relevancia.

 

Seis preguntas abordaron el tema de la confianza: alta en relación con la Organización Mundial de la Salud; menor en las instituciones mexicanas –con la Secretaría de Salud y la policía, como los organismos nacionales con más y con menos credibilidad, respectivamente– y media baja en el esfuerzo del gobierno para controlar el COVID-19.

 

La certidumbre es uno de los elementos que reducen el estrés o la inseguridad en los planos personal, familiar y comunitario, por lo tanto, mientras más confianza en las instituciones, la gente se siente más protegida.

 

En un rango del uno al seis, el grueso de los encuestados afirmó que hace lo posible por mantenerse fuera del espacio público, pero en comparación con el resto del mundo, en México se observa un grado moderado de ansiedad. Entre los países con más de 500 respuestas, Turquía y Brasil muestran las categorías más elevadas, mientras que los Países Bajos las menores.

 

Contreras-Ibáñez invitó a colaborar y contestar el sondeo, con el fin de lograr mediciones separadas en el tiempo para ver cómo evolucionan en el micrositio los índices de estrés, conforme transcurre la emergencia por el COVID-19.  http://tiny.cc/MEX_COVIDiSTRESS

 

Audio de la entrevista