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Número 286
25 de abril de 2018

CON UNA JORNADA LÚDICA, LA UAM PROMOVIÓ
EL CUIDADO DEL AMBIENTE ACÚSTICO

*Onomatopeyas, dibujos y lotería sonora sirvieron para conmemorar el Día Mundial

de la Lucha contra el Ruido

 

 

Aunque el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como otros tipos de contaminación, también puede causar grandes daños en la salud y la calidad de vida, alertó el doctor Fausto Rodríguez Manzo, profesor-investigador del Departamento de Procesos y Técnicas de Realización de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
Al celebrar hoy la Jornada Hagamos ruido contra el ruido –iniciativa del Grupo de Investigación de Análisis y Diseño Acústico de la Unidad Azcapotzalco realizada con la finalidad de sensibilizar sobre la importancia y el cuidado del ambiente acústico– el académico sostuvo que dicha problemática resulta sobre todo de la actividad humana: uso de máquinas y altoparlantes, tránsito vehicular, obras públicas y la industria. 
 
Tales circunstancias generan condiciones de riesgo de disminución de la capacidad auditiva y produce efectos negativos en la salud física y mental: altos niveles de estrés, problemas para conciliar el sueño y disminución de la concentración y la capacidad cognitiva, entre otros.
 
El fenómeno de contaminación acústica se define como el exceso de sonido que altera las condiciones normales del entorno.
 
En esta jornada que formó parte del Día Internacional de la Lucha contra el Ruido, Rodríguez Manzo refirió que el citado grupo ha encaminado sus esfuerzos al desarrollo de estrategias y soluciones concretas enfocadas en prevenir este tipo de problema.
 
En esta ocasión se realizaron actividades de mediación y dinámicas lúdicas con niños de tercer año de la Escuela Primaria Georges Cuisenaire, ubicada en los alrededores de la universidad, quienes visitaron las instalaciones y disfrutaron un día de aprendizaje.
 
Onomatopeyas, lotería sonora y otros juegos fueron las accionesque se llevaron a cabo en una mañana llena de risas, diversión y reflexión sobre un asunto habitual que se presenta principalmente en los entornos urbanos.
 
Durante la jornada los pequeños realizaron dibujos, juegos grupales y otras dinámicas para identificar los principales ruidos y la manera de evitarlos, acciones mínimas que generan grandes cambios.
 
Además se llevó a cabo el tendedero sonoro, semáforo de sonidos, Boom ¿qué es?, recreaciones que repercuten en la concientización del ruido como una dificultad ambiental y social.
 
El Grupo de Investigación de Análisis y Diseño Acústico surgeante la necesidad de visibilizar un problema de salud pública a nivel mundial, ya que a diferencia de otros tipos de contaminación el ruido es algo que pasa desapercibido. 
 
Se trata de una invitación a realizar tareas concretas como evitar en lo posible el uso del automóvil y cuidar que sea silencioso, así como disminuir el empleo desmedido de bocinas y sistemas portátiles de música.