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Número 286
13 de octubre de 2015
EL DESARROLLO DE ALIMENTOS FUNCIONALES DEBE ESTAR DESTINADO A MEJORAR LA SALUD Y BIENESTAR DE LA POBLACIÓN

*El reto de la investigación en la alimentación vinculada a la salud es garantizar la evidencia científica de los efectos de determinado tipo de alimentación
 
*Para que un alimento se denomine funcional, también tiene que ser “probado a la luz de la ciencia”, el beneficio que ofrece al consumidor

 

 

El desarrollo de alimentos funcionales debe estar destinado a mejorar la salud y bienestar de la población y, por lo tanto, llegar a ella una vez que exista la evidencia científica de sus efectos benéficos, señaló el doctor Javier Fontecha Alonso, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, al participar en el Miniforo CYTED-UAM de Transferencia Tecnológica, de Conocimiento en Alimentación Funcional y Prevención de la Enfermedad.
 
En la actividad que se lleva a cabo en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el doctor en Química de Alimentos por la Universidad Autónoma de Madrid y coordinador del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED IBEROFUN) sostuvo que uno de los retos de la investigación en la alimentación vinculada a la salud es garantizar la evidencia científica de los efectos de determinado tipo de alimentación.
 
“No podemos tomar a broma el decir que un alimento puede curar o no una enfermedad, si no tenemos evidencias suficientes a nivel médico”, de lo contrario “perderemos la credibilidad del consumidor”, subrayó.
 
Durante el miniforo que tuvo como lema “Nuevos Alimentos con base científica en la prevención de enfermedades. Desarrollo y aplicación en la industria alimentaria”, dijo que autoridades alimentarias de países de Asia, Europa y Norteamérica “están valorando si lo que se pone en las etiquetas donde se dice que puede curar o prevenir ciertas enfermedades, tiene una evidencia científica”, y si no es así, se prohíbe que el producto exhiba esa etiqueta.
 
Fontecha Alonso indicó que la legislación en muchos de estos países busca proteger al consumidor acerca de la información confusa y falsa respecto al etiquetado de los alimentos.
 
En ese contexto informó que entre los objetivos de la red IBEROFUN se encuentra el desarrollo de conocimiento de nuevos ingredientes bioactivos, pues en Iberoamérica existe una gran cantidad de plantas, frutas y verduras que puede ser fuente de numerosos ingredientes bioactivos que ayuden a “promocionar la salud entre la población” y que sin embargo, no han sido propiamente estudiados.
 
Por su parte el doctor Rey Gutiérrez Tolentino, jefe del Departamento de Producción Agrícola y Animal de la UAM, apuntó en entrevista que los alimentos funcionales ofrecen importantes beneficios al consumidor, “ya sea de manera natural” mediante el consumo de alimentos que contengan sustancias llamadas “sustancias funcionales”, o de manera adicionada, que es cuando la industria añade sustancias funcionales a cualquier alimento, lo que lo convierte en funcional.
 
Para que un alimento se denomine funcional, también tiene que ser “probado a la luz de la ciencia”, el beneficio que ofrece al consumidor, el cual puede tener “bondades” de prevención, de corrección o de promoción de la salud. “Esos tres aspectos son fundamentales en los alimentos funcionales”, subrayó.
 
Un ejemplo de lo anterior lo constituye la leche. “Parece, de acuerdo con la información científica, que contiene ciertas sustancias funcionales que promueven la salud, fundamentalmente en la parte lipídica, es decir en la grasa”.
 
Algunos de los lípidos que contiene la grasa láctea y “que parece son benéficos para la salud” son el C4 Butírico, que hasta donde se sabe tiene propiedades anticancerígenas (para algunos tipos de cáncer) y el ácido linoleico conjugado, que es un ácido graso de cadena larga que además de tener propiedades anticancerígenas también promueve la salud en el aspecto cardiovascular.
 
El Miniforo CYTED-UAM fue inaugurado por el maestro Norberto Manjarrez Álvarez, secretario general de la UAM, en representación del doctor Salvador Vega y León, rector general de esta casa de estudios.
 
En su mensaje se refirió la importancia de la confluencia entre la investigación en alimentación y salud, la empresa de innovación tecnológica en alimentos, así como el llamado a reconocer los ingredientes funcionales “que nos puedan permitir, en un momento dado, reforzar también al sector industrial con estas nuevas opciones tecnológicas”.