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Número 285a
24 de junio de 2016

LA SALIDA DE GRAN BRETAÑA DE LA UNIÓN EUROPEA REPERCUTIRÁ NEGATIVAMENTE EN LA POLÍTICA EXTERIOR DE ESTADOS UNIDOS

*A Estados Unidos le beneficia una Europa unificada para impulsar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica

 

*Este suceso representa la exacerbación del nacionalismo y genera enojo en los países ricos porque incrementa la ayuda a países pobres


 

La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) incide de manera negativa en la estrategia global de Estados Unidos, al que beneficia una Europa unificada para impulsar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP), señaló la doctora Ana Teresa Gutiérrez del Cid, investigadora de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Durante el 3er. Seminario Internacional de la Red de Estudios de América del Norte, la investigadora del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco expuso que los estadounidenses mantienen una visión global diseñada en varios niveles, ya que al mismo tiempo que opera el TTP implementa una estrategia para Europa, una más en América Latina –donde México, Colombia y Perú forman parte también de la Alianza del Pacífico– y otra para Asia.

 

El propósito consiste en controlar todo el comercio mundial al dividirlas en mega-regiones y acabar con el multilateralismo, añadió.

 

La doctora Graciela Pérez-Gavilán Rojas, docente al Departamento de Política y Cultura de dicha sede académica coincidió en que la política global de Estados Unidos se podría ver fracturada, aunque no en una de sus piezas clave. “Me parece que en esta decisión están involucrados Rusia y Medio Oriente”.

 

La salida de Gran Bretaña del conjunto europeo impacta al Tratado Asia-Pacífico al desatarse gran cantidad de movimientos financieros que registrarán mayor fuerza en Asia, donde Estados Unidos ubica el núcleo central de su estrategia para obtener el control mundial del comercio, que “no se ve comprometido porque su centro financiero ya no es Europa sino Asia”, en especial la zona Asia-Pacífico.

 

Gutiérrez del Cid expuso que el proceso de desincorporación de Gran Bretaña de la UE –una estructura comandada por Alemania– será largo, pues tomará al menos dos años.

 

Mientras Euroasia se mantenga unida resultará peligrosa para las potencias marítimas, de las cuales forman parte Gran Bretaña y Estados Unidos. Todo forma parte de una estrategia de geopolítica, subrayó.

 

La doctora María Antonia Correa Serrano, coordinadora de la Maestría en Relaciones Internacionales de la Unidad Xochimilco de la UAM, agregó que este acontecimiento representa la exacerbación del nacionalismo, además de que genera enojo en los países ricos porque incrementa el porcentaje de ayuda que deben entregar a las 28 naciones de menor desarrollo que decidieron apoyar con el Tratado de Roma y que pertenecen a Europa del Este.