Artistas de Argentina, Ecuador y México que han emprendido caminos propios en el antiquísimo y riguroso tratamiento del barro, el fuego y sus pigmentaciones expresan su preocupación por el deterioro medioambiental o sus emociones, en una conjunción de expresiones plásticas que se confrontan y dialogan.

La colectiva Diálogos, abierta hasta el cuatro de junio en la Casa de la Primera Imprenta de América, centro de extensión educativa y cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), muestra el trabajo artístico de los pupilos de la maestra Gabriela Gallardo, que imparte cerámica desde hace 20 años en los Talleres de Coyoacán de la Ciudad de México.

Entre las piezas en formato diverso fraguadas en cerámica de alta temperatura se encuentra Escenografía II –de Gabriela Gallardo, oriunda de Argentina y radicada en México desde 1987– que expresa su preocupación por el deterioro medioambiental y el mundo que habitarán las próximas generaciones.

Tres piezas evidencian el quehacer en la psicoterapeuta Gestalt de Milagros Gerli, maestra de expresión corporal y creatividad que lleva el miniaturismo crítico al barro para externar emociones, pensamientos y la realidad humana.

Eulalia Nieto juega a tergiversar sustratos de la naturaleza y en un idilio con la arcilla crea piezas utilitarias y decorativas. En la exposición participa con obras de la serie Semillas de los bosques tropicales, concebida para proyectar la armonía y el goce estético necesarios en este tiempo convulso y violento, cuenta la artista.

Jerónimo Sainz se entretiene con la ironía y lo lúdico revistiendo objetos y referencias convencionales en apariencia; su juego con los valores y los símbolos lo llevan a concebir entidades que pretenden transitar entre lo vivo y lo muerto plasmadas en esculturas o instalaciones cerámicas.

Magdalena Acosta comparte la inspiración obtenida de piedras de gran tamaño llamadas menhires y dólmenes: testigos inamovibles desde épocas remotas, materialidad del tiempo expresada por la autora mediante la escultura.

Miguel Ángel Echegaray forja representaciones que sobresalen de las paredes, al concebir la expresión cerámica como una articulación con la pintura y el dibujo.

Sin preocuparse mucho por la armonía deliberada de las formas surgidas deja que éstas se acumulen en expresiones que parecen estar siempre a la deriva.

Las piezas de María Luisa Hernández, Magüi, hablan de su aprendizaje y crecimiento con el barro, que trabaja en complicidad con los elementos esenciales de la creación de formas, que son en extremo opuestas al transitar de lo lineal a lo abstracto.

Diálogos es una propuesta de creación participativa que busca aportar a un territorio en el que las rutas existentes de la escultura cerámica parecieran ser ya inamovibles.