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Número 231
25 de mayo de 2016

LA IDENTIDAD DE GÉNERO ES UN CONCEPTO PREESTABLECIDO SOCIALMENTE

*Debe procurarse mayor flexibilidad ante la diversidad sexual para no obstaculizar o limitar el desarrollo
 
*La citoestructura del cerebro también puede ser modificada a partir de las relaciones sociales sostenidas por la persona


 

Las etiquetas sociales influyen en la elección de la identidad de género, lo que exige mayor flexibilidad ante la diversidad sexual para no obstaculizar o limitar el desarrollo personal, externó la doctora Adriana Margarita Morales Otal, profesora-investigadora de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
“Desde que nacemos somos etiquetados como niño o niña, según sea el caso, lo cual provoca un dimorfismo sexual, una diferenciación” y fisiológicamente es posible distinguir esas diferencias en el cerebro e identificarlas como femenino o masculino.
 
Los comportamientos femeninos y masculinos en ratas que no necesariamente pertenecen a ese género indican que éste se adquiere biológicamente.
 
La docente del Departamento de Biología de la Reproducción participó en la Conferencia: Género: naces o eliges, convocada por el programa de Comunicación de la Ciencia de la Rectoría General de la UAM a propósito del Ciclo: Disertaciones temáticas.
 
La sesión estuvo coordinada por el psicólogo Héctor Manuel García Vázquez, quien abundó en la configuración reciente del concepto de género en las ciencias sociales que se entremezcla con los establecidos en otras disciplinas.
 
Sandy Muñoz Miranda, licenciada en Derecho por la Unidad Azcapotzalco de la UAM, agregó que en la legislación de la Ciudad de México el tema del género ha sido objeto de debates constantes que permitieron, por ejemplo, que una persona cambie de sexo si así lo solicita.
 
“La regulación jurídica del género está vinculada a la de los derechos humanos, la equidad de género y la reasignación sexo genérica; en este último punto la Ciudad de México posee un procedimiento administrativo que permite a una persona modificar su sexo, por lo que en este sentido el género sí se puede elegir”, manifestó.
 
En los debates actuales sobre el tema, el transexualismo ocupa un punto primordial. “En los casos de bebés hermafroditas aún existen discusiones sobre si deben ser registrados como niños o niñas, ya que con el tiempo sus órganos sexuales se desarrollan indistintamente”.
 
El doctor José Arturo Granados Cosme, investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco, refirió que desde la teoría de género los estudios se centran en las desigualdades que socialmente existen entre hombres y mujeres.
 
“El género, visto así, es un artefacto cultural o una construcción social; de este modo ingresamos a un mundo simbólico ya establecido”.
 
La identidad se construye a partir de las expectativas que los padres generan en sus hijos o hijas. La sociedad redefine la biología, el género se transforma y bajo estos parámetros no se elige, sino que al individuo le son impuestos límites sobre los cuales se desarrollará a lo largo de la vida, explicó.
 
La citoestructura del cerebro también puede ser modificada a partir de las relaciones sociales sostenidas por una persona, por lo que ser hombre o mujer depende de la cultura y la época a la que se pertenezca: “al ser una construcción social, el género se modifica con el tiempo y el espacio.
 
“De no ajustarnos a uno de esos dos modelos asignados socialmente podemos ser víctimas de sanciones sociales”, advirtió.
 
La doctora Erica Marisol Sandoval Rebollo, docente de la licenciatura en comunicación social de la Unidad Xochimilco y experta en temas de transgeneridad, antropología y psicología, vinculó el tema a la identidad sexual que sigue normas de género que intentan trascender lo que biológicamente fue dado. “Saberes, imaginarios y conocimientos de vida sujetan a los individuos a una identidad”, subrayó.
 
Los géneros son constituidos con base en relaciones de poder, algo que implica hablar de ideologías y luchas de grupos sociales iniciadas en el siglo XIX. Sandoval Rebollo resaltó que son ideas que someten la libertad personal al no permitir elegir o al sujetar a un género dado.