En materia de intervención para el mejoramiento de los barrios de la Ciudad de México (CDMX) se ha avanzado, pero no lo suficiente para una urbe como la capital del país, señaló el politólogo Alberto Martínez Flores durante el Seminario: La experiencia del Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial (PCMB).
 
En la Casa de la Primera Imprenta de América, centro de extensión educativa y cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), sostuvo que el fenómeno configura “una problemática tan fuerte que en los próximos 20 años se agudizaría, si no se aplicara una política pública de rescate de barrios integral, participativa y que forme parte de una gran política de gobierno”.
 
De lo contrario proliferarían asentamientos precarios como las favelas de Brasil, “que son ejemplos claros de cómo no se atendió en su momento el desarrollo urbano de las comunidades y no se procuró el mejoramiento de lo que ya existía”.
 
En la Ciudad de México “existen ya algunos territorios tipo favela brasileña que podrían multiplicarse si no se hiciera algo”, porque más de 60 por ciento de las edificaciones es de autoconstrucción, mientras 40 por ciento resultó de procesos de planificación del gobierno o de desarrolladores privados.
 
Algunos países de América Latina presentan experiencias exitosas de mejoramiento de barrios que deberían ser tomadas en cuenta, recomendó.
 
No puede omitirse que se ha trabajado mucho ni que existen muy buenas iniciativas en la Ciudad de México, pero “enfrentan el reto de cómo mantenerlas en tiempo fuera de las dinámicas de la política y cómo hacer que un programa tan bondadoso como el de mejoramiento barrial no se convierta” en uno de tipo clientelar.
 
Martínez Flores instó a proyectar hacia el futuro y no por gestiones gubernamentales, pues “es el momento de rescatar el programa y potenciarlo, porque ha sido exitoso y reconocido a nivel internacional”.
 
Al dictar la ponencia El mejoramiento de barrios en la Ciudad de México, el especialista dijo que desde 2007 se han realizado alrededor de 1500 intervenciones urbanas.
 
Si bien se carece de un censo y de un atlas de barrios, la capital mexicana “tiene aproximadamente 2,500 colonias, una cuarta parte de las cuales es catalogada como barrial”; si se estima que la población en la Ciudad de México asciende a ocho millones y medio de habitantes podrían ser más de dos millones de personas las que habitan estos espacios.
 
A diferencia de las colonias, los barrios se caracterizan por el sentido de arraigo e identidad de los habitantes, junto con sus tradiciones.
 
El director de Vinculación en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México resaltó que las demandas y requerimientos de la población de esas zonas se enmarcan en los rubros de espacio público –parques, jardines, áreas deportivas– centros comunitarios, imagen urbana y servicios: drenajes, banquetas y alumbrado público, entre otros.
 
“Trabajar en la recuperación y mejoramiento de esos barrios es importante, sobre todo porque la normatividad urbana no los contempla; el presupuesto asignado, de entre cien y ciento diez millones de pesos anuales, resulta insuficiente, cuando para cumplir con las labores de mantenimiento y el rescate de otros barrios se requiere de alrededor de tres mil 500 millones de pesos al año”.
 
El también director de la Plataforma Investigación Urbana Somos Local dijo que el mantenimiento debe ser una responsabilidad y labor conjunta entre ciudadanos y autoridades, sobre todo porque la problemática de los barrios está en crecimiento.