Encabezado
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Número 220

3 de mayo de 2021

ESPECIALISTAS PROPONEN GARANTIZAR EL DERECHO HUMANO A LA CIENCIA,

LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN

*Presentaron las conclusiones del Foro Interuniversitario Jornadas de reflexión sobre el sistema

de Ciencia
 
*En conferencia de prensa también plantearon la asignación de uno por ciento del PIB al sector

Una participación amplia y garantizada de la comunidad académica y de los sectores privado y social en los diferentes niveles de planeación, formulación y coordinación de la política de ciencia, tecnología e innovación (CTI) a través de órganos autónomos que den voz a comunidades nacionales y regionales; la eliminación de cualquier tipo de discriminación contra investigadores de instituciones privadas; el refrendo del derecho humano a los beneficios en el ramo, y la asignación de uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al sector son algunas propuestas derivadas del Foro Interuniversitario Jornadas de reflexión sobre el sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación que demanda el futuro.  
 
Al presentar –en conferencia de prensa– las conclusiones del encuentro realizado del 26 al 30 de abril, los profesores plantearon también elaborar un programa de prioridades nacionales a partir de problemas que requieran una solución urgente para la sociedad, con base en la opinión expresada por las comunidades de científicos, tecnólogos e innovadores.
 
También sugirieron asegurar la libertad de investigación con perspectiva de derechos humanos y equidad de género en el reconocimiento del valor estratégico de todas las formas de ciencia y enfatizaron la importancia de acreditar el financiamiento estable de CTI a partir de un porcentaje incremental del gasto público anual fortalecido con la colaboración público-privada, la formación de redes internacionales y la protección de jurisdicciones de la propiedad intelectual “uniendo un objetivo temporal a un mínimo de uno por ciento del PIB, como señala la ley vigente”.
 
Los participantes remarcaron la obligación de procurar una adecuada distribución de recursos para la ciencia, la tecnología y la innovación, entre las secretarías de Estado y la Federación para enriquecer la política pública, promover el desarrollo transversal de competencias institucionales y legitimar la atención de las necesidades en esos rubros.
 
El doctor Sergio Revah, director de Apoyo a la Investigación de la UAM, señaló que con la realización de estos foros se pretende construir un sistema de CTI que incluya formas nuevas de organización, un sistema robusto de información en el que las dudas de la población puedan ser claramente explicadas y “eso no se logra con un centro Conacyt, sino con todo un mecanismo que para que sea funcional debe ser sostenible”.
 
Un sistema robusto, en el que colaboren las universidades públicas y privadas creando indagación y formando profesionistas del mayor nivel, es uno que le va a dejar a las generaciones del futuro la posibilidad de vivir en una sociedad mejor informada y más avanzada.
 
El doctor William Lee, coordinador de la investigación científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostuvo que las conclusiones surgidas del Foro se harán llegar al Congreso de la Unión, que tiene la facultad de legislar en todas las materias incluyendo la CTI, además de darlo a conocer a través de los medios, así como a todos los actores del sector.
 
“Estamos a tiempo” de que el congreso pueda retomar estos puntos para la redacción de la nueva ley, pues se trata de un asunto muy importante que no se debe hacer sobre las rodillas, y recordó que la legislación vigente tiene casi 20 años y la que surja con seguridad también tendrá una larga validez y por ello es relevante incorporar a los actores de este sector.
 
La doctora Gabriela Dutrenit Bielous, coordinadora del Posgrado en Economía, Gestión y Políticas de Innovación de la UAM, subrayó que se pretende hacer un proceso de difusión lo más amplio posible, porque “nos interesa la voz de los que realizamos actividad de ciencia, tecnología e innovación en el contexto en que nos encontramos en el diseño y la aprobación de una norma general” para el sector.
 
En la definición de las prioridades nacionales tiene que haber una cooperación amplia, es decir, no pueden ser definidas por el gobierno en turno, sino que debe haber una intervención de las comunidades de CTI en la identificación de las ventajas nacionales, en particular sobre cómo este sector puede contribuir a atenderlas.
 
Sobre el presupuesto para CTI advirtió que “no hay un compromiso”, aunque sí lo hay en la Ley vigente de asignar el uno por ciento del PIB. Además, la Cámara de Diputados aprobó en 2020 que anualmente debe haber un presupuesto creciente y “no puede asignarse uno menor al que del año anterior”.
 
El doctor Gerardo Dubcovsky Rabinovich, vicerrector de investigación, incubación e innovación de la Universidad del Valle de México, expuso que hay preocupación en la comunidad por el tema del financiamiento, porque los países que tienen un alto índice de desarrollo humano, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, invierten al menos uno por ciento del PIB en ciencia y tecnología en forma consistente a lo largo de muchos años.
 
En cambio, aquellas naciones con bajo nivel de índice de desarrollo humano invierten mucho menos de 0.6 por ciento del PIB; “nosotros a lo largo de la historia hemos estado por debajo de ese nivel con alrededor de 0.38 por ciento, cuando Corea invierte seis veces esa cantidad lo que nos mantiene rezagados”.
 
El país vive un momento histórico muy complicado, “pero también son instantes en los que podrían tomarse decisiones que afecten a una o dos generaciones”, por lo que es fundamental alcanzar ese uno por ciento en el presupuesto a CTI.
 
La doctora Marisol Silva Laya, directora de Investigación y Posgrado de la Universidad Iberoamericana, dijo que hay un grupo destacado que está aportando no sólo a la generación de conocimiento, sino a la formación científica y tecnológica, así como en indagación humanística, por lo que la nueva legislación debiera armonizarse con las normatividades que se están aplicando para el resto del personal científico. 
 
La profesora advirtió que negar la existencia de algunos actores y de algunas fuentes de indagación “podría redundar en detrimento del trabajo científico y del crecimiento que necesitamos impulsar”.
 
Durante el foro –convocado por más de 20 instituciones– se presentaron 13 mesas con 120 ponentes, comentaristas y moderadores, en las cuales hubo más de mil 300 participantes y actualmente sobrepasa las 15 mil vistas en los videos que fueron grabados. 
 
Audio.