Imprimir
Número 209
4 de mayo de 2017

EL ESTRÉS OXIDATIVO, ENEMIGO SILENCIOSO DE LA SALUD

*El número de investigaciones ha crecido en los últimos años debido a una mayor proporción de personas con este mal

 

*La UAM trabaja en un protocolo para identificar sustancias antioxidantes que serían utilizadas como suplementos alimenticios

 

 

Al igual que la hipertensión arterial (HTA), el estrés oxidativo es considerado “el otro enemigo silencioso” de la salud, porque no presenta síntomas pero puede acarrear desórdenes cardiacos y enfermedades crónico degenerativas, debido a lo cual en los últimos años se han incrementado “exponencialmente” los estudios encaminados a contender con este padecimiento, señaló la doctora Annia Galano Jiménez, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

Durante la Primera jornada académica química sin fronteras, realizada en el Auditorio Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez de la Casa abierta al tiempo, la profesora de la Unidad Iztapalapa explicó que ese mal es de origen químico y aparece cuando hay un desbalance entre la producción y el consumo de oxidantes en los organismos vivos.

 

El cuerpo humano está diseñado para funcionar con radicales libres, pero “como todo en la vida, la cantidad importa” y en concentraciones bajas tienen participación activa en la reproducción y señalización celular, así como en la regulación de receptores de insulina, entre otros procesos.

 

El estrés oxidativo, al igual que la hipertensión, tampoco presenta síntomas evidentes, “de manera que cuando nos enteramos que tenemos un problema de ese tipo ya es demasiado tarde y puede desencadenar diferentes padecimientos” que se manifiesta en cáncer, cataratas y desajustes neurodegenerativos.

 

Para detectar la tensión arterial elevada existen dispositivos que se adquieren en cualquier farmacia; sin embargo, para saber si hay una situación que provoque un alto estrés oxidativo no existen este tipo de mediciones.

 

Los estudios demuestran que este nuevo “asesino silencioso” también puede ser causante de la HTA, de manera que son los antioxidantes “los medios con que contamos los químicos para combatirlo”, y si éstos son beneficiosos para el estrés oxidativo, lo pueden ser también para la presión arterial”.

 

Galano Jiménez explicó que en la medida que la esperanza de vida aumenta, también lo hace la edad promedio y por tanto la proporción de personas que presentan problemas de salud relacionados con este mal y a esto se debe que el número de investigaciones alrededor del tema haya crecido en los últimos años.

 

Esto provoca el desbalance entre la producción y el consumo de oxidantes en el cuerpo humano, en especial de radicales libres, proveniente de fuentes endógenas (procesos inflamatorios metabólicos, estrés emocional) y exógenas (contaminación, radiación ionizante y ultravioleta).

 

La investigadora del Departamento de Química señaló que la cinética es fundamental en el estudio de procesos relacionados tanto con el estrés oxidativo como con las propiedades deseadas en un antioxidante ideal, es decir no tóxico, versátil y disponible, ya sea producido endógenamente en el organismo o consumido como suplemento en la dieta.

 

La mayoría de esos compuestos puede adquirirse en la dieta diaria, sin embargo éstos pueden ser exógenos, tales como el edaravone y sus derivados y “si nosotros sabemos dentro de estos componentes cuáles son los más eficientes, podemos diseñar inteligentemente suplementos alimenticios”.

 

Ante la necesidad de encontrar métodos para identificar los efectos de diversas sustancias, la UAM trabaja en un protocolo computacional para identificar las que presenten mayor cantidad de antioxidante, cuyos resultados podrían utilizarse para hacer diseños inteligentes de suplementos alimenticios con esas características.

 

En el mensaje inaugural, el maestro Norberto Manjarrez Álvarez, secretario general de la UAM, señaló que proponer un encuentro de especialistas en Química resulta un reto enriquecedor, porque “estamos seguros que repercutirá en el potencial de trabajo de los investigadores más jóvenes y en los alumnos interesados en encontrar su especialidad para desarrollarse en un futuro cercano”.

 

La producción y establecimiento de redes académicas a partir de la cooperación institucional cobra especial relevancia al considerar la aplicación del trabajo conjunto en salud, alimentación, cuidado del medio ambiente y geología, entre otros campos fundamentales. “Por eso celebramos que la Sociedad Química de México nos haya permitido fungir como sede de esta primera jornada académica”.