Ante los distintos tipos de violencia en las sociedades no hay soluciones fáciles, “pero es necesario seguir luchando y no rendirse, aunque a veces se piense que ya no hay nada por hacer”, afirmó el doctor Richard J. Bernstein, distinguido por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) con el Doctorado Honoris Causa, máximo reconocimiento que otorga esta casa de estudios.

Considerado entre los más importantes filósofos de la actualidad, el doctor Bernstein señaló en entrevista que la mejor parte de la tradición del pragmatismo estadounidense es pensar que “no importa qué tan grave parezca la situación, lo relevante siempre será preguntarnos qué podemos hacer en este momento y llevarlo a cabo de manera pragmática y concreta”.

De eso se trata la esperanza pragmática, de ver las cosas incluso cuando los ideales se frustran y dado que el actual es un tiempo oscuro, de corrupción y mentiras por todas partes del mundo es necesario pensar e investigar “las diferentes estrategias sobre cómo mejorar las situaciones y hacerlas más humanas”, expuso el autor de El abuso del mal: el giro pragmático y la vida irónica.

Uno de los razonamientos más importantes detrás de este concepto es que no tiene nada que ver con comportamientos individualistas en los que algunos quieren encerrarse y encontrar su propio camino. “A mí no me interesan esas (opciones), porque en ello radica el peligro de seguir en estos tiempos oscuros”. Este es motivo suficiente para seguir pensando en la esperanza pragmática.

Cada día “estamos confrontados con diferentes formas de violencia”, al conocer de asesinatos y balaceras en escuelas, entre otras tragedias, en los medios de comunicación. Aunque todos “hablamos de ella, no siempre nos detenemos a pensar qué significa realmente” y es que no siempre se expresa en algo físico, pues también puede radicar en un sistema de opresión que hace que la gente siga en la pobreza.

En esa medida, como académicos y filósofos “siempre tenemos que estar pensando en torno a la violencia, qué es y cómo podemos abatirla. No quiero decir que haya soluciones fáciles, pero es importante para nuestro pensamiento entender qué significa y qué se puede hacer para resistirla”.

Otro aspecto importante desde el punto de vista pragmático es que siempre se debe tener en cuenta el contexto y confrontarlo, pues las formas de violencia en México son muy diferentes de las que se viven, por ejemplo, en Estados Unidos.

En relación con México sostuvo que “aun cuando no quiero presentarme como autoridad, hay una cosa que sí sé y es que nunca hay que rendirse”. Es probable que ante los casos de corrupción y violencia que vive la nación se piense que ya no hay nada por hacer, pero “si tomamos esa actitud, seguramente la situación empeorará”.

En ese sentido “siempre he creído que debemos pensar desde nuestra propia situación, la personal y la de grupo para ver qué acciones concretas se pueden tomar”, subrayó el investigador.

En un nivel más filosófico nunca se sabe qué esfuerzos o movimientos pueden ocurrir en el futuro que logren cambiar las cosas en el país. Los mexicanos conocen bien su historia “y no sólo la revolución, ya que hay revueltas y protestas una y otra vez contra los gobiernos, la autoridad y cualquier sistema de opresión”.

Los murales de Diego Rivera (que visitó el fin de semana) así lo muestran: ustedes saben cuándo y cómo combatir, es algo que reconocen en su historia y que tienen dentro de su sangre.

Sobre la relación México-Estados Unidos el doctor Richard J. Bernstein dijo tener “un punto de vista fuerte sobre la cuestión”, porque “soy muy crítico de la administración de Donald Trump: es una vergüenza cómo está pintando la imagen de México, es una postura insultante y peligrosa”.

Respecto del libro Por qué leer a Hanna Arendt ahora que aparecerá próximamente, refirió que la obra de la filósofa y politóloga alemana está siendo reconocida porque es una de las pensadoras políticas más importantes del mundo.

Uno de sus textos se refiere a los orígenes del totalitarismo y en este libro “ubico ciertas tendencias hacia ese totalitarismo por estados autoritarios que mienten y manipulan a la gente”. En ese sentido, muchas de las cosas que Hanna Arendt escribió “como para avisar” son ahora más pertinentes que en su tiempo.