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Número 177
25 de abril de 2016

OBTIENE EGRESADO DE LA UAM EL FRIEDMAN SCHOOL ALUMNI ASSOCIATION 2016 NUTRITION IMPACT AWARD

*El doctor Simón Barquera Cervera fue distinguido por sus contribuciones sobresalientes en el campo de la nutrición

 

*La diabetes constituye el principal reto de salud pública para México, sostiene el galardonado


 

El doctor Simón Barquera Cervera, egresado de la Licenciatura en Medicina de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), recibió el pasado nueve de abril el Friedman School Alumni Association 2016 Nutrition Impact Award.

 

En la ceremonia –realizada en la Biblioteca Pública de Boston– el doctor Dariush Mozaffarian, decano de la Universidad de Tufts, entregó el reconocimiento al doctor Barquera Cervera, por sus contribuciones sobresalientes al campo de la nutrición.

 

La creatividad, la innovación y la pericia en el trabajo del licenciado por la Unidad Xochimilco fueron también resaltadas, así como sus aportaciones como investigador en el área de las políticas y programas de nutrición desarrolladas a lo largo de 17 años de trabajo ininterrumpido en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), donde además lidera la línea de estudio en Obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

 

Entrevistado a propósito de este premio y su participación en foros por el Día Mundial de la Salud y la Reunión sobre la Diabetes en las Américas, el director de Investigación de Políticas y Programas de Nutrición del INSP subrayó que con la aprobación del impuesto a los refrescos en 2014, México logró pasar del primero al cuarto lugar entre los países más consumidores de bebidas azucaradas en el primer año de aplicación del gravamen.

 

Al ofrecer un panorama sobre los efectos de los males crónicos en el mundo expuso que de las 57 millones de muertes que ocurren en el mundo cada año, dos terceras partes tienen lugar en países en vías de desarrollo, incluido México y la mayor parte de América Latina.

 

Catorce por ciento de los mexicanos es diabético y uno de cada tres adultos registra la glucosa alterada, “es decir, tiene diabetes o prediabetes”; esto revela que son necesarias “investigación y muchas acciones para alcanzar por lo menos cierto nivel de control”.

 

También hizo hincapié en el impacto económico que implica una población con tales índices de prevalencia y señaló que simplemente el gasto por diálisis para las personas que presentan daño en riñones “podría colapsar el sistema de salud”.

 

La enfermedad constituye la principal causa de amputaciones por pie diabético y de ceguera por retinopatía diabética. Es además uno de los primeros motivos de mortalidad cardiovascular.

 

América es una de las regiones donde más rápido está creciendo la epidemia de obesidad y de padecimientos crónicos asociados, y México está entre los primeros países donde ocurren más muertes por diabetes, por lo que ésta se erige en el principal reto de salud pública para el país.

 

Ante este enorme desafío, todo lo que se haga sirve desde el sistema de salud; sin embargo, nunca es suficiente. Un problema tan complejo no puede solucionarse mejorando la calidad de la atención o la educación del paciente, pues son necesarios “muchos programas, intervenciones y políticas intersectoriales, no sólo de la Secretaría de Salud”.

 

Por ejemplo son indispensables políticas dirigidas no sólo a los pacientes, sino a los entornos que conducen al desarrollo de la enfermedad; hay factores –como la publicidad de ciertos productos– que influyen en gran medida en la dieta de los mexicanos y contribuyen a la obesidad.

 

Hay una serie de políticas que ha demostrado ser exitosa para contender con la problemática y en ese contexto se tendrían que fortalecer estrategias de éxito como el impuesto al refresco, en cuyo consumo México es uno de los grandes líderes.

 

“Antes éramos el país número uno en el consumo de bebidas gaseosas endulzadas y en sólo un año pasamos a ser el cuarto”, es decir, bajó en ese rubro y aumentó en cuanto al agua.