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Número 172
21 de abril de 2016

LA PUBLICIDAD Y LA PRESIÓN SOCIAL ALIENTAN
EL CONSUMO DE ALCOHOL EN JÓVENES

*Afectaciones a la maduración del sistema nervioso, bajo rendimiento escolar y adicción a otros estupefacientes son algunas consecuencias
 
*La proporción de personas abstemias continúa con una tendencia decreciente

 

Entre los factores que promueven el consumo de alcohol en los jóvenes están la publicidad y la presión social, indicó el licenciado Norberto Francisco Hernández Yáñez, subdirector de normatividad, lineamientos y procedimientos técnicos en la Comisión Nacional contras las Adiciones (CONADIC).
 
La última modificación al reglamento a la Ley General de Salud en materia de publicidad se hizo en 2012, por lo que la industria maneja presentaciones y estrategias mercadológicas más atractivas en cerveza, un producto considerado “menos dañino o peligroso que un destilado, tequila o vodka”, externó en el Auditorio Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez de la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
Al participar en el Cuarto Simposio: La prevención de las adicciones en las comunidades estudiantiles, Hernández Yáñez señaló que el alcohol es visto como un paso a la madurez, “una forma de entrar a ciertos grupos sociales y por ello debe impulsarse la investigación sobre esos fenómenos para estudiar la relación entre los espacios físicos y el consumo de alcohol”.
 
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México reportó en 2012 un consumo de 5.7 litros de alcohol per cápita, menor al de otros países que arrojan 14.1 litros por persona.
 
“La forma excesiva como beben los mexicanos –cinco copas o más por ocasión– y no la cantidad es lo que resulta peligroso, ya que su objetivo principal es aumentar su efecto embriagante e incluso llegar a la intoxicación”, indicó.
 
Entre 2005 y 2010 la proporción de personas abstemias continuó una tendencia decreciente, mientras que la tasa de episodios de consumo excesivo de alcohol siguió en aumento. El mismo comportamiento se observó en menores de 11 y 12 años que cursan quinto y sexto de primaria.
 
Además alertó que la población juvenil presenta enfermedades psiquiátricas: depresión y ansiedad; aunado a usos y costumbres familiares, la permisividad, “el alcohol, por ser una sustancia legal y accesible, no es considerado de riesgo como sí son otras drogas.
 
“Afectaciones a la maduración del sistema nervioso; mayor probabilidad de desarrollar adicción al alcohol en la edad adulta; bajo rendimiento escolar, y adicción a otros estupefacientes son algunas consecuencias de mantener estos hábitos”, mencionó.
 
La licenciada Jessica Paredes Durán, directora de Servicios a la Comunidad de la Fundación de Investigaciones Sociales A. C., abundó en torno a la importancia de difundir el concepto y la medida del trago estándar establecida en 13 miligramos de alcohol puro para México, de acuerdo con la norma oficial.
 
“Es una herramienta fijada en la legislación para prevenir el uso nocivo del alcohol y crear una cultura de responsabilidad y respeto a la abstinencia”, comentó respecto de la necesidad de promover el autocontrol y la moderación.
 
Así, dio a conocer y obsequió a los asistentes un jigger utilizado en negocios para servir tragos estándar. “No hemos logrado emplear esa herramienta para prevenir el alcoholismo y servir adecuadamente las bebidas conforme a su tipo: vino, tequila u otros productos”, especificó.
 
Deben existir “lineamientos claros del consumo excesivo de bebidas embriagantes, explicar qué es beber con moderación y definir el número de tragos estándar para hacer una buena prevención que procure el cero por ciento de alcohol en los menores de edad”, manifestó.
 
La maestra Cynthia Badillo González, coordinadora de nivel de la Universidad del Valle de México, expuso el programa Previene, Actúa, Construye y Organiza (PACO) implementado en ese centro de estudios y enfocado a la prevención de diversas problemáticas sociales.
 
Creado para el plantel Chapultepec, destaca por ser gestionado por psicólogos expertos en la comunidad estudiantil. Explicó que gracias a la impartición de talleres y pláticas con profesores, alumnos y padres de familia se han logrado detectar y tratar conductas de riesgo en jóvenes estudiantes de bachillerato.
 
En el Simposio, dirigido a especialistas en prevención, participaron también expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México; el Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA); los Centros de Integración Juvenil (CIJ); el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRF); el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre otras instituciones y organismos.
 
El encuentro fue convocado por la Red de Instituciones Educativas Contra las Adicciones de la Ciudad de México (RIECA-DF), perteneciente a la Red Nacional de Universidades en contra de las adicciones (REUNA) dedicada a promover en cada entidad federativa una red para analizar problemáticas locales.