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Número 167
21 de mayo de 2015
LA CIUDAD DE MÉXICO SIN UNA ESTRATEGIA SUFICIENTE PARA RENOVAR LA BUENA POLÍTICA SOCIAL DE LOS GOBIERNOS DE IZQUIERDA
*Debido a causas financieras, demográficas y políticas, ha disminuido el impulso inicial de políticas como las transferencias monetarias a adultos mayores
 
*Ha habido retrocesos en algunas de las políticas, particularmente la que se refiere a la atención médica y medicamentos gratuitos

En 17 años de gobiernos de izquierda la Ciudad de México ha tenido “una muy buena” política social; sin embargo ésta se ha desgastado y en este momento no se ve una estrategia suficiente para poder renovarla, afirmó el doctor Manuel Canto Chac, investigador del Departamento en Política y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
El especialista en políticas públicas sostuvo en entrevista que en el Distrito Federal se ha desplegado una política social que todavía es diferente “para bien” respecto a la de la Federación, y que ha sido reconocida por organismos como la CEPAL, que incluso ha planteado la conveniencia de generalizar algunos programas en el resto de América Latina.
 
El investigador de la Unidad Xochimilco apuntó, sin embargo, que debido a causas financieras, demográficas y políticas, el impulso inicial de estas políticas ha disminuido; tal es el caso de las transferencias monetarias a adultos mayores, cuya cobertura ha bajado de 96 a casi 81 por ciento.
 
“La razón es bastante sencilla; desde hace varias décadas tenemos en América Latina un estancamiento económico un crecimiento de la informalidad laboral, así como un mayor número de personas que carece de seguridad social, muchos de ellos ya ancianos”.
 
¿Qué se hace con ellos? Es imposible que con la seguridad social contributiva se les pueda ofrecer un mínimo de bienestar suficiente, por ello algunas propuestas consideran conveniente que a nivel de gobiernos de Latinoamérica se instituyera la pensión no contributiva para adultos mayores; sin embargo en nuestra ciudad se presentan algunos problemas.
 
La cobertura en la Ciudad de México nunca fue de 100 por ciento porque mucha gente no la pidió y porque otra, por su nivel marginal, ni siquiera se enteró de que podía tener ese beneficio; entonces la cobertura estaba aproximadamente en un 96 por ciento; sin embargo, ésta bajó a casi 81 por ciento el año pasado en que se hizo la última revisión, explicó el doctor Canto Chac, quien participa junto con otros profesores de la UAM en el Programa Cómo Vamos ciudad de México, convocado por el periódico El Universal.
 
El investigador dijo que lo anterior se debió a razones financieras, demográficas y políticas. En 2009 hubo una crisis y esto repercutió en las finanzas gubernamentales. En el caso del Distrito Federal se mantuvo el monto destinado al gasto social, pero la población adulta mayor es la más dinámica, de tal manera que es este el grupo demográfico que más crece; es decir, con el mismo gasto había para mantener el mismo nivel, pero no para cubrir a los nuevos adultos mayores que se incorporaban, de modo que esto propició que empezara a crecer el rezago.
 
Por otro lado la razón política radica en que justamente era este el momento de replantearse la orientación de esta pensión, es decir discutir el tema a fondo en una perspectiva de universalizar el derecho y no el programa. “Pensemos qué ocurriría si esta pensión se dirige a aquellas personas que no tienen seguridad social institucionalizada, pero además se le da el salario mínimo, o sea lo duplicamos; financiera y demográficamente esto es posible.
 
Con lo anterior estaríamos universalizando el derecho a la seguridad social de los adultos mayores y no el programa, afirmó el investigador, quien reconoció que ha habido mucho miedo para discutir el tema. Cuando esto se presentó ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los diputados opinaron que era interesante, pero también comentaron el riesgo político que conlleva.
 
Por otra parte, el doctor Canto Chac, quien hasta el año pasado formó parte del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal, indicó que ha habido retrocesos en algunas de las políticas, particularmente la que se refiere a la atención médica y medicamentos gratuitos, programa que “era muy interesante” porque fue diseñado con la idea de universalizar el derecho, no el programa, ya que daba cobertura en salud a aquella población que no la tenía en el sistema institucionalizado; sin embargo, en los últimos años se prefirió el seguro popular.
 
El problema con este seguro, añadió, es que “no era una fuente de gasto sino de ingresos”, pues por su propio diseño implica la transferencia de recursos al gobierno de la ciudad por cada paciente atendido. “Se llama seguro pero no es”; en realidad se trata de paquete básico de atención médica donde, si el paciente sufre de una enfermedad que no se encuentre en ese paquete, simplemente no se le atiende.
 
Por lo tanto no es un derecho sino una atención focalizada que justamente regatea el derecho universal de la sociedad a la salud. Lo anterior resulta en que desde hace un tiempo, en la Ciudad de México no hemos visto innovación “y es el momento de innovar en estas políticas, pues lo innovador, si no se transforma se vuelve conservador”.