La Fraternidad de ex jugadores y ex entrenadores del equipo de fútbol americano Mastines de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) develó una placa conmemorativa por el 40 aniversario de la fundación del conjunto que será colocada en instalaciones de esa sede académica.
 
Reunidos en el jardín central del Centro Cultural Casa de las Bombas de esta casa de estudios, los miembros de esa hermandad rindieron también un homenaje a Manuel Neri Fernández y un reconocimiento póstumo Miguel Silva Arias, por sus legados al desarrollo de esa disciplina.
 
El maestro David Alejandro Díaz Méndez, director de Comunicación Social de la Casa abierta al tiempo, recibió –en nombre de los doctores Salvador Vega y León y Octavio Nateras Domínguez, rectores general y de esa sede académica, respectivamente– la placa que recuerda la fundación del equipo en 1977 y que expone con gratitud el recuerdo imborrable del cuerpo de entrenadores y ex jugadores de todas las categorías y divisiones, quienes ofrecieron tardes memorables de hazañas deportivas a la institución.
 
En la ceremonia los participantes expresaron su respeto, admiración y afecto a los ex coaches Alejandro Zarco Bustamante, Julio Enrique Espejel y Alfonso García Meza, y recordaron al finado Alfonso Desalmado García Espejel.   
 
Neri Fernández agradeció los elogios y expresó que su “vida ha sido un privilegio, por mi familia, por tener grandes jugadores, los que están aquí y los que faltan, además de haber contado con asistentes entregados en los equipos que dirigí”.
 
El también miembro del Salón de la Fama del Fútbol Americano en México recordó que en la UAM “quedó sembrada una planta a la que ahora todo mundo quisiera echarle agua para seguir siendo los mastines o las panteras negras”.
 
El maestro Díaz Méndez resaltó la figura de Neri Fernández: cinco veces campeón como entrenador de Pumas CU de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y dos veces como jugador y al frente de los Mastines.
 
“Cualquier aspecto que se exprese de él será poco, comparado con la trayectoria, experiencia de vida, enseñanza y ejemplo que ha dejado a muchas generaciones”, aunque si en el campo deportivo ganó casi todo es necesario además “hablar de su enseñanza, de alguien que ha inculcado valores, porque el fútbol americano no es sólo un deporte sino un estilo de vida que se desarrolla en hermandad, en la cultura del esfuerzo, el trabajo en equipo y la solidaridad” para aprender a levantarse una y otra vez, las veces que sea necesario, y “no cejar ante las adversidades”.
 
Zarco Bustamante, García Meza y Espejel definieron a Neri Fernández como un padre y amigo que los llevó a ser campeones en la vida y a tener “ambiciones para ganar”.
 
El ingeniero Juan Manuel Rivera Garrido, tesorero de la Organización Nacional Estudiantil de Fútbol Americano (ONEFA), expresó que personajes como Neri hacen falta en México, porque infundió disciplina y valores como la honestidad, la lealtad y la amistad que perduran a través del tiempo, ya que enseñó que en “el campo de juego se empieza como amigos y se termina como hermanos”.
 
Fernando Jaffer García recordó los días de gloria de Mastines, las arduas tardes de entrenamiento y los juegos memorables, pero sobre todo agradeció a los coaches, en nombre de sus compañeros de generación, las enseñanzas de lucha y el espíritu de triunfo que les inculcaron para que las experiencias fueran aplicadas a la vida diaria.