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Número 149
28 de abril de 2015
EN MÉXICO LA AUSENCIA DE UN ESTADO DE DERECHO SE REFLEJA TAMBIÉN EN LA SALUD EN EL TRABAJO
*De acuerdo con los datos registrados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, de 2006 a 2013 el número de enfermedades de trabajo creció 35 por ciento
 
*El reto para las universidades será contribuir a la formación de profesionales especializados en las diferentes disciplinas, pero enfocados a la salud en el trabajo

En México la ausencia de un Estado de derecho se refleja también en la salud en el trabajo, ejemplo claro de ello es la explotación laboral de los jornaleros agrícolas de Comondú, Baja California Sur, indicó el doctor Luis Manuel H. Pérez Pantoja, profesor-investigador de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
 
En entrevista a propósito del Día de la Seguridad y Salud en el Trabajo a celebrarse el 28 de abril, el maestro en salud ocupacional refirió que aunque en México el marco normativo para contrarrestar el alto índice de defunciones y enfermedades laborales es amplio, no hay voluntad política de aplicar la ley, lo que conlleva a que el número de víctimas del trabajo sea las de mayor frecuencia.
 
De acuerdo con los datos registrados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, de 2006 a 2013 el número de enfermedades de trabajo creció 35 por ciento, sin contar el subregistro que rebasa estas cifras, considerando las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud al indicar que solamente se reportan entre 1 y 4 por ciento de las enfermedades de trabajo.
 
La salud en el trabajo no está exenta de lo que ocurre en otros ámbitos de la vida pública del país, en donde no hay un Estado de derecho, los marcos normativos con los que contamos no se aplican, no hay una vigilancia por parte de las autoridades laborales federales, estatales y del Distrito Federal sobre el cumplimiento de las normas por parte de las empresas.
 
A ello se agregan otras situaciones como la falta de recursos humanos, técnicos y profesionistas capacitados, en este sentido el reto para las universidades será contribuir a la formación de profesionales especializados en las diferentes disciplinas, pero enfocados a la salud en el trabajo.
 
Es necesario también que la sociedad civil y principalmente los trabajadores exijan el cumplimiento de nuestras leyes, pues la experiencia mundial indica que el cambio se presenta a partir de los reclamos sociales, señaló el profesor del Área Clínica de la Maestría en Ciencias en Salud de los Trabajadores.
 
El académico sugirió que acorde al tema señalado por la Organización Internacional del trabajo (OIT) para este 2015, consistente en la construcción de una cultura de la prevención en materia de seguridad y salud en el trabajo, México debería seguir los pasos de países como Inglaterra, Brasil, Chile, Colombia y  Canadá, en la creación de una política pública en materia de salud de los trabajadores, con el objetivo fundamental de proteger su vida y su salud, así como brindar condiciones de trabajo higiénicas y seguras.
 
La aplicación de esta política pública, dijo, permitiría el desencadenamiento de  acciones y programas que regulen situaciones todavía más graves como el trabajo infantil.
 
En el ámbito internacional la situación no es diferente pues las víctimas del trabajo son las de mayor frecuencia y gravedad, la OIT reporta la muerte anual de dos millones de personas debido a enfermedades relacionadas con su trabajo y 321 mil muertes a consecuencia de accidentes de trabajo, es decir que aproximadamente cada 15 segundos muere un trabajador en el mundo.