Imprimir
Número 147
3 de marzo de 2018

EN COMPLICIDAD RELATAN ESPECIALISTAS EL SER HUMANO

QUE FUE BONIFAZ NUÑO

Su sentido del humor, inteligencia, memoria prodigiosa, orgullo inamovible, su infancia, formación académica, admiración por las cosas que otros considerarían simples, su generosidad desbordada, caprichos culinarios y de vestimenta; en pocas palabras, el ser humano que fue Rubén Bonifaz Nuño es descubierto en el libro La flama del tiempo. Testimoniales y estudios poéticos.

 

Al presentar la obra la maestra Jocelyn Martínez Elizalde, profesora del Colegio de Letras Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien coordinó junto con Maribel Urbina y Alejandro González, destacó que es una publicación de análisis dotada de un importante elemento de afecto por parte de colegas, amigos y especialistas quienes lo tuvieron cerca en sus vidas.

 

A lo largo de diez artículos de crítica literaria es abordada la obra del poeta veracruzano a partir de un estudio profundo, emprendido por Evodio Escalante, César Arenas Moreno y Miguel Ángel Muñoz, entre otros autores, quienes analizan elementos rítmicos, métricos, temáticos como el proceso místico o el humanismo descolonizador, el triunfo y la derrota del ser humano.

 

“Con tantos temas pareciera que son varios creadores y no uno solo. Y sí, de algún modo en él se encuentra una inmensa tradición lírica desde Homero a Sófocles, pasando por textos bíblicos, llegando a Garcilaso de la Vega, De Quevedo, Lope de Vega, hasta otros poetas europeos como Rilke y Alberti; dando un salto enorme a Neruda o Vallejo”.

 

El trabajo lírico de Bonifaz Nuño es rica y polifónica, cuidada en su elaboración como artefacto estético y, al mismo tiempo, flexible, elástica y sorprendente para quien la vejez no significó ser la prisión de su espíritu, pues hasta el último momento fue completamente lúcido, resaltó la doctora y poeta Maribel Urbina.

 

El libro es un homenaje póstumo hecho en papel de muchos seres cercanos al poeta a quienes inspiró e incluso transformó con su generosidad y fortaleza. “Tuvimos la fortuna de atesorar las anécdotas y reflexiones de algunos de sus amigos entrañables: el pensador Fausto Vega, el escritor René Avilés Fabila y Juan Gelman, este último dedicado a resaltar la belleza única de la musicalidad bonifaciana”, señaló.

 

Al relatar el proceso de elaboración del volumen, la investigadora externó que más que un acontecimiento académico o literario la labor derivó en “una experiencia de complicidad y fraternidad, pues la idea de este proyecto nació en los días posteriores a la partida física de Bonifaz Nuño ante el consenso de preservar el legado de un poeta y humanista de su estatura”.

 

La edición de la Dirección de Publicaciones y Promoción Editorial de la Rectoría General de la UAM fue dada a conocer en la 39 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, donde también se pudo escuchar la declamación de su poema Amiga a la que amo contenido en su obra El manto y la corona.

 

En la mesa coordinada por el maestro Bernardo Ruiz López, director de Publicaciones y Promoción Editorial de la UAM, participó el escritor Sandro Cohen, quien celebró la publicación calificándola como esencial para todo aquel estudioso de su labor y una referencia obligada para saber más de su vida.

 

El también profesor-investigador de la Unidad Azcapotzalco de la UAM manifestó que “todo lo que sé de poesía me lo enseñó Rubén, quien no sólo ha sido un modelo de poeta, pensador y crítico, es un modelo del hombre que con sus manos crea obras para ser leídas, de belleza”, esa que le era fundamental.

 

“No es sólo lo que dice en sus versos, pues en su música está el mensaje como lo hace en El siete de espadas. Él era músico y tocaba muy bien el piano; cuando perdió la vista, cuando se dio por vencido, me regaló sus partituras y ahora las conservo. Rubén era hedonista y lo que he aprendido de su ejemplo es que la poesía sirve para estar en contacto con quienes somos o hemos sido”, relató.

 

El historiador Alejandro González Acosta apuntó que la publicación más que una mera compilación o antología “es algo así como cariño comprimido, es amor concentrado, admiración sintetizada”. Cada quien dejó su huella, todos se dieron a la tarea de crear y de hacer nacer este libro, por tanto es una obra de mucho empeño.

 

“Mientras lo lean y lo sientan, Rubén seguirá vivo entre nosotros, adornándonos con su belleza, beneficiándonos con su sabiduría y obsequiándonos con la magia incomparable que era su enorme espíritu humano”, finalizó.

 

A la actividad acudieron la hija adoptiva del poeta Rubén Bonifaz Nuño, Paloma Guardia Montoya, así como su alumna del Seminario de Estudios para la Descolonización de México, Lilian Álvarez Arellano, además de las escritoras Araceli Mancilla Zayas y Josefina Estrada