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Número 139
14 de mayo de 2019

LOS ESCRITORES DEBEN PARTICIPAR EN POLÍTICAS DE FOMENTO
DEL EJERCICIO CREATIVO

*Además de apoyarse en las instituciones y sortear las dificultades de producción y distribución

 

 

 

México cuenta con políticas públicas que garantizan el acceso a los libros y los escritores debieran participar en estos procesos, beneficiándose del aparato institucional, afirmó el doctor Alejandro Higashi Díaz.
 
Al participar en la decimonovena edición del Congreso Estudiantil de Edición, Crítica, Investigación e Intervención Literaria (CEECIIL), realizado en la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), afirmó que aunque pueden existir algunos vacíos en la política cultural es necesario aprender a dialogar con las instituciones oficiales para intervenir en la transformación del campo editorial.
 
El miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua sostuvo que la persona que pretenda dedicarse a escribir poesía u otro género literario “tiene que conocer todo el sistema con el que contamos”, entenderlo y tener la capacidad de jugarlo en su favor, ya que actualmente el mercado es muy rico y estimulante, lo que significa que también presenta grandes desafíos.
 
En muchas ocasiones el apoyo gubernamental ha sido fundamental para posicionarse en los circuitos de profesionalización, sortear las dificultades de producción y distribución, y llegar a un mayor número de lectores.
 
Aunque todavía hay resistencia por valerse de los estímulos, becas y programas de creación literaria, indicó que es factible apoyarse en las instituciones y participar en proyectos editoriales estratégicos y de fomento al ejercicio creativo.
 
Tal es el caso del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, cuyo objetivo es fomentar la creación individual de artistas de excelencia, así como contribuir a incrementar el patrimonio cultural de México.
 
“Estamos frente a un conjunto de retos de la vida laboral, académica y creativa, y si nos cerramos no seremos parte, por lo que sólo pueden generarse soluciones participando”, abundó el profesor-investigador del Departamento de Filosofía de la Unidad Iztapalapa.
 
El dramaturgo Julio Trujillo compartió su experiencia al trabajar como director editorial en la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura y otras editoriales, refiriendo los desafíos que se presentan desde la concepción hasta la publicación de un libro.
 
Aunque los escritores y editores independientes aspiran a llegar a todos los rincones, cumplir con ciertas lógicas del sector editorial y contar con el presupuesto y los medios de producción, no deben perder su autonomía ni caer en la censura.
 
Ahora más que nunca la crítica literaria abona a la reflexión sobre lo que pasa en ese ámbito, sea dentro o fuera de los nichos institucionales, en el privado o público.
 
“No hay nada más saludable para el canon que su redefinición constante, que existan críticos que vayan en contra de él, que lo cuestionen, lo critiquen y en esa dinámica lo reformulen y lo rediseñen”, apuntó.
 
En tal sentido, explicó que debe existir un poco de disidencia en toda crítica, una acotación que nos dé algo nuevo sobre una obra y que sea también creativa, para luchar contracorriente en momentos de coyuntura.
 
Los especialistas coincidieron en la necesidad de promover un diálogo entre escritores, editores e instituciones, y la importancia de tener sistemas colegiados y procesos que garanticen un acceso transparente a estos programas de creación y promoción literaria.