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Número 129
15 de marzo de 2017

UNA SOCIEDAD BIEN INFORMADA TOMA MEJORES DECISIONES: RENÉ DRUCKER

*La labor de divulgar corresponde a periodistas especializados, no a los científicos

 

*La divulgación de la ciencia representa una herramienta poderosa para generar riqueza

 

La importancia de la divulgación de la ciencia radica en que genera información para la gente que puede resultarle útil, ya que “una sociedad bien informada toma mejores decisiones” y, en caso contrario, puede ser manipulada, sostuvo el doctor René Drucker Colín, titular de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.

 

Durante la conferencia que ofreció en la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), como parte del Coloquio Comunicación y Divulgación de la Ciencia 2017. Comunicar ciencia para solucionar problemas globales y locales, el investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) dijo que el objetivo debe ser mostrar a la sociedad el trabajo científico y ofrecer contenidos que sirvan a la sociedad.

 

En opinión del ex director de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México son los periodistas especializados y no los científicos, quienes deben hacer la labor de difundir; en primera porque a veces “somos muy malos” para hacerlo, y además, porque los deben dedicar su tiempo a desarrollar los temas de su interés.

 

“No creo que nosotros seamos los que tengamos que transmitir la ciencia, no es nuestro papel”, sino el de aquellos estudiantes de comunicación interesados en los temas científicos, pues son ellos quienes debieran tomar clases de física, biología y otras disciplinas, en los últimos dos años de su licenciatura para realizar esta labor.

 

Un propósito relevante de esa tarea debe enfocarse en que la clase política entienda la importancia de la ciencia, “porque es la que otorga los recursos” para hacerla, por lo tanto “si la informamos bien y hacemos consciente a la población de su relevancia recibiremos más presupuesto” para impulsar las ciencias básicas, la tecnología y la innovación.

 

Además es importante divulgar la ciencia porque representa una herramienta muy poderosa para generar riqueza, sin embargo, “nuestros presupuestos en ciencia son muy malos y no han cambiado en 20 años”, pues no hemos pasado del 0.4
por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), aunque en realidad “calculo que es de alrededor de 0.2 por ciento del PIB” lo que se invierte en el país.

 

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) es el organismo público que se ocupa de esa actividad, pues otorga becas, mantiene al SNI, tiene 27 centros públicos de investigación y emite las convocatorias para apoyar proyectos científicos.

 

No obstante, de los 90,000 millones de pesos que dice el gobierno se invierten en ciencia, solamente 35 por ciento se destina a este consejo, de manera que lo que se hace en las universidades en ese rubro y centros de investigación, “la cantidad de recursos son muy bajos, malos e inadecuados”.

 

Cuando se creó el SNI, en 1984, ingresaron 1,350 investigadores y después de 35 años “somos 25,000”, es decir, México necesita mucha más gente que se dedique a la ciencia, más centros de investigación y apoyar a las universidades públicas del país, pero con el presupuesto que se otorga, el crecimiento va muy lento “y nos quedamos con un atraso de por lo menos 20 años en el avance científico del país”.

 

La innovación “es un problema extremadamente complejo”, basta visitar y buscar en cualquier almacén un producto hecho en México para constatar que “los mexicanos no hacemos algo en ese ámbito” y esto es porque “no existe en México el capital de riesgo”, subrayó.

 

Para que se considere que vale la pena destinar recursos en innovación, también hay que invertir en ciencia básica, “pues es la que genera los nuevos conocimientos necesarios para, eventualmente, innovar cosas”.