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Número 128
24 de febrero de 2020

NOMBRAR EL SILENCIO MUESTRA LA VIGENCIA DEL PENSAMIENTO PACIANO

*La obra de la UAM fue presentada en la Feria Internacional del Libro de Minería

 

Un conocimiento preciso y vigoroso de la escritura de Octavio Paz, una de las figuras más notables de las letras nacionales, pero sola “mención provoca inmediatos denuestos o adiciones, como si se tratase de una causa militante”, ofrece el libro Nombrar el silencio, comentó el doctor Alberto Rodríguez González.

 

Esta “situación no deja de ser irónica, pues la buena o la mala fama del Premio Nobel mexicano lo ha llevado a ser uno de los nombres más reconocidos en el panorama nacional, y, a la vez, muy poco leído, al menos no como ameritaría”.

 

El profesor del Departamento de Humanidades de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) mencionó que otro posible factor que contribuye a la escasa lectura de la obra de Paz es su vasta y plural producción ensayística y poética, un poco como sucede con Alfonso Reyes.

 

En este contexto, Nombrar el silencio. La palabra ausente en la obra de Octavio Paz, diálogo entre occidente y oriente, de Ociel Flores Flores, podría hacer la diferencia al lector al orientar al interesado en acometer la compleja literatura paciana, y, a la vez, a aquellos estudiosos del autor que encontrarán sugerente y provocativo un texto que no se deja agotar.

 

En la edición 41 de la Feria Internacional del Libro de Minería (FIL) Rodríguez González apuntó que la publicación ofrece una mirada abarcadora y a la vez precisa y significativa de uno de los temas abordados de manera constante por el también diplomático: la preocupación por la llamada crisis del lenguaje y el carácter trascendente, sagrado, irracional o transracional de la palabra poética.

 

“Luego de 22 años de la muerte del escritor mexicano, el texto de Ociel Flores logra actualizar y mostrar la plena vigencia del pensamiento paciano al ponerlo en diálogo productivo con distintos intelectuales actuales, en cuyas indagaciones y debates resuena el pensamiento” del dramaturgo.

 

En este trabajo, que sin duda ocupará un lugar destacado en la obra crítica sobre el autor del Laberinto de la soledad y que brinda una mirada fresca y sugerente, Rodríguez González señala que para el Paz, misticismo y vanguardia son extremos que se tocan en la búsqueda de la significación a través de la destrucción del significado, como lo aborda el propio Flores Flores.

 

Además, logra actualizar el pensamiento de Paz, al colocarlo en perspectiva con autores modernos, a la vez que alerta que el advenimiento de las nuevas tecnologías de la comunicación no “siempre traen cambios benéficos a pesar de sus virtudes” y que “una de sus secuelas es de particular gravedad: el agotamiento de las posibilidades expresivas de los vocablos y enunciados que transmiten”.

 

El autor del libro vincula las preocupaciones del diplomático con la obra reciente de dos teóricos de la comunicación Phillipe Bretón y David Le Breton, quienes constatan esa crisis del lenguaje ya prevista por el autor de Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe.

 

El doctor Daniel Samperio Jiménez, profesor de la maestría en Literatura Mexicana Contemporánea de la Casa abierta al tiempo, dijo que este trabajo resulta estimulante por volver a la vida de este personaje y más cuando se hace acompañado de una prosa gentil y sin pretensiones vanas.

 

Nombrar el silencio. La palabra ausente en la obra de Octavio Paz, diálogo entre occidente y oriente “nos lleva por un recorrido de las personalidades más fascinantes del Siglo XX”.

 

Ante un nutrido público reunido en el Salón el Caballito del Palacio de Minería, el especialista en literatura mexicana de la Unidad Azcapotzalco anotó que es interesante cómo el texto se enfoca en temas especiales como El Cántaro roto, pero también se ocupa de poemas no tan atendidos por la gente, por ejemplo, El ausente.

 

“Es una lectura sugerente de la obra de Paz, un material bastante gentil porque nos plantea cómo pensar y ver sus ideas en torno a lo sagrado”, a la vez que habla de una experiencia mística en sus escritos.

 

Samperio Jiménez resalta la estructura del texto sobre el Premio Nobel de Literatura y subraya: “su obra no sólo formaría parte de las letras y de la poesía, sino de la historia del pensamiento en lengua española, que construye una antropología filosófica desde la orilla de lo sagrado”.

 

El doctor Flores Flores explicó que escribió sobre el escritor mexicano luego de que en las universidades extranjeras sólo se escuchan los nombres de Jorge Luis Borges, Paz y Gabriel García Márquez, cuando de letras latinoamericanas se trata.

 

“Cuando el diapasón se abre a las Humanidades en general, el nombre que aparece ineludiblemente respecto de la realidad Latinoamericana es Paz”, sumado a la inclinación y admiración que este profesor universitario tiene sobre el trabajo del Nobel y que lo llevaron en esta época a escribir sobre él.

 

El también coordinador de la Maestría en Literatura Mexicana Contemporánea en la citada Unidad universitaria, lo definió como un intelectual de los pocos que “hemos tenido en el Siglo XX en las letras hispánicas y cuyo pensamiento puede describirse por su universalismo que se justifica por su biografía”.

 

Su obra debería de ser un tema recurrente en la formación “de nuestros estudiantes, aunque no ha tenido la acogida que debiera, incluso en ocasiones la ignoramos”, esa es otra de las razones que “me llevaron a escribir Nombrar el silencio. La palabra ausente en la obra de Octavio Paz, diálogo entre occidente y oriente, editado por la UAM.