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Número 111
6 de marzo de 2017

LOS ACADÉMICOS SOSTIENEN Y DAN VIDA

A LAS TRES FUNCIONES SUSTANTIVAS DE LA UAM

*Las acciones para la internacionalización han sido guía neurálgica de este rectorado, destaca Vega y León

 

*El Rector General presentó su Informe de Actividades 2016 en la Sesión 411 del Colegio Académico

 

Las fortalezas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) residen en sus profesores-investigadores, programas de posgrado, trabajo científico de punta, oferta amplia de actividades culturales y vinculación con el entorno que, en conjunto, la proyectan como una institución confiada en el futuro, puntualizó el doctor Salvador Vega y León, rector general de esta casa de estudios.

 

Al presentar el Informe de Actividades 2016 en la Sesión 411 del Colegio Académico el 28 de febrero pasado, el Rector General resaltó que el balance muestra “una universidad fuerte y consolidada”, en la que “se han creado las condiciones indispensables para su internacionalización”, entre otros logros.

 

En su mensaje a la comunidad destacó que los académicos sostienen y dan vida a las tres funciones sustantivas de la institución, y algunos han merecido importantes galardones y reconocimientos, por ejemplo, los premios Nacional de Ciencias y Artes y de la Academia Mundial de Ciencias (TWAS, por sus siglas en inglés), y la Medalla Bellas Artes.

 

Con la sobresaliente calificación de la planta docente, conformada por poco más de 3,000 profesores, resulta natural que todas las unidades cuenten con exitosos programas de licenciatura y posgrado.

 

En los últimos cuatro años el Colegio Académico ha aprobado 14 planes de estudio nuevos y el posgrado está formado por 99, tres cuartas partes de ellos reconocidos en el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

 

Los 32 posgrados que este organismo ha catalogado como consolidados cuentan con el potencial para lograr –en el corto plazo– el nivel de competencia internacional, una categoría que poseen ya otros seis.

 

La internacionalización ha sido una guía neurálgica de este rectorado y es un eje transversal que atañe a las tres funciones sustantivas, por lo que “he puesto en marcha varias cátedras mundiales, sobresaliendo la itinerante México-Reino Unido” en la que desde 2016 la UAM participa para trabajar de manera conjunta en las áreas de ciencia, tecnología, matemáticas, ciencias sociales y humanidades.

 

“Durante mi gestión se han construido las condiciones indispensables para la internacionalización de la universidad” y se han formalizado convenios bilaterales necesarios para el desarrollo de redes de investigación de alcance global y la edición de publicaciones.

 

Además se han abierto los cauces para alentar los posgrados de doble y triple titulación con instancias de distintas regiones del mundo y “nos hemos sumado a nuevos esquemas de colaboración internacional que ayudarán a articular las licenciaturas con los posgrados”. En un contexto de grandes restricciones económicas, el gran reto es mantener el impulso del avance institucional.

 

Derivado de la labor para forjar redes de colaboración, los docentes han podido asociarse en proyectos sobre temas complejos que articulan lo local y lo global. Para el desarrollo del trabajo científico, la UAM dispone de espacios especializados, dos de ellos considerados consolidados por el Conacyt: el Laboratorio Nacional de Cómputo de Alto Desempeño –en colaboración con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados y la Universidad Nacional Autónoma de México– y el Centro Nacional de Investigación en Imagenología e Instrumentación Médica.

 

Otros sitios utilizados en la formación de nuevos científicos y en el progreso de investigación especializada son los laboratorios de Microscopía Electrónica de Barrido, de Nanotecnología e Ingeniería Molecular y la Unidad de Producción y Experimentación de Animales de Laboratorio, ubicados en las sedes universitarias Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco, respectivamente, el tercero considerado el mejor y más completo en su tipo en el país.

 

En esta administración continuaron las obras de infraestructura y mantenimiento necesarias para la seguridad de la comunidad universitaria y el crecimiento institucional, sobresaliendo el edificio “G” en la Unidad Azcapotzalco y la actualización del Plan Maestro de la Unidad Cuajimalpa para la construcción de la Torre de Servicios, subrayó.

 

El estacionamiento en el predio El gallito de la Unidad Iztapalapa, la cimentación del terraplén de aulas ligeras II en la Unidad Lerma, el proyecto para rigidizar el edificio “S” en la Unidad Xochimilco, los proyectos para la rehabilitación del Teatro Casa de la Paz y de la Unidad de Vinculación y Educación Continua de la Rectoría General en la ex tienda de la UAM fueron otras obras.

 

Entre los productos de investigación destaca la innovación tecnológica generada en las cinco sedes académicas y el reconocimiento de diez publicaciones por el sistema de clasificación de revistas mexicanas de ciencia y tecnología, de un total de 100 que lo conforman.

 

Entre 2013 y 2016 la Casa abierta al tiempo editó 763 libros, equivalente a la producción del Fondo de Cultura Económica, y mejoró la distribución de sus publicaciones al mantener y visibilizar la presencia de la UAM en las ferias organizadas en el país.

 

Una línea estratégica de la gestión ha consistido en mejorar las trayectorias escolares mediante cuatro acciones: el diagnóstico y diseño de actividades indispensables para corregir tendencias y abandonos; la creación –en 2015– del Programa Divisional para el Mejoramiento Académico y Crecimiento de las Licenciaturas, 2016-2017 y 2024; la aprobación por el Colegio Académico de una adición al Reglamento de Estudios Superiores de la UAM que permitirá a aquellos que hayan cubierto 90 por ciento de los créditos concluir sus estudios por experiencia laboral.

 

En principio, a esta reforma podrían acogerse cerca de 2,000 personas que ingresaron a la universidad en el periodo 1985-2014. La cuarta acción instrumentada es la política de equidad e inclusión social en el otorgamiento de becas de estudio.

 

El mantenimiento de una relación permanente con los profesionales formados en esta casa de estudios es una responsabilidad institucional, pues más de 150,000 ex alumnos proyectan a la UAM en el plano global, por lo que esta administración instituyó el nombramiento de Egresado Distinguido, que en tres procesos –durante el periodo 2014-2016– ha distinguido a 40 de los más sobresalientes.

 

La cultura ha sido retomada como vocación y para constatarlo están por concluir los procesos de catalogación y valuación de la extensa obra física que es patrimonio universitario y de la humanidad, además de que fueron adquiridas en comodato las obras de Leonora Carrington que creó poco antes de morir e inaugurado el Foro Casa de la Paz, como preámbulo a la reapertura del emblemático Teatro Casa de la Paz.

 

Un sello de la institución es la responsabilidad social, por lo que es promovida una cultura de hábitos óptimos para aumentar la calidad de vida de los universitarios mediante el Programa UAM-Saludable, así como acciones más conscientes de la necesidad de preservar el medio ambiente, como establece el Programa Integral Hacia la Sustentabilidad.

 

La Casa abierta al tiempo se distingue por su responsabilidad con el entorno y los sectores sociales vulnerables, en virtud de lo cual alienta la cultura del respeto de las garantías individuales y, en tal sentido, creó la Defensoría de los Derechos Universitarios.